tag:blogger.com,1999:blog-61822029354576373972024-02-19T02:50:12.738+01:00PROVINCIA HISPANIANuestros ensayos, artículos y opiniones sobre Roma y la Antiguedad.M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.comBlogger143125tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-92148603775356469962010-08-24T21:51:00.000+02:002010-08-24T21:51:17.298+02:0024 de agosto de 410: el día en que Roma cayóEste martes se cumplen 1.600 años de uno de los momentos más definitorios de la historia de Europa. El saqueo del Impero Romano por el ejército visigodo, una tribu de bárbaros del norte del continente liderada por un general llamado Alaric.<br />
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Fue la primera vez en 800 años que Roma era invadida con éxito. Además, este hecho tuvo consecuencias en todo el Mediterráneo.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXkUL9CAXh8dNlS05xW4kSzBtFUW66YLZlj08K1Mn9zLwq0jbny44ObGUMDsQ8nZVVSi4uEYArZ-UguijJEHygVV1Fw5vgyIBkV57LL8dGwAlCuEa6mwzE-jwcXnyHsVaVZQ3P2reLCv58/s1600/100824170845_sp_roma_226x170i.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXkUL9CAXh8dNlS05xW4kSzBtFUW66YLZlj08K1Mn9zLwq0jbny44ObGUMDsQ8nZVVSi4uEYArZ-UguijJEHygVV1Fw5vgyIBkV57LL8dGwAlCuEa6mwzE-jwcXnyHsVaVZQ3P2reLCv58/s320/100824170845_sp_roma_226x170i.jpg" /></a>Jerome, un sacerdote de una de las primeras iglesias cristianas, le escribió a un amigo desde Belén que rompió en llanto al enterarse de esta noticia.<br />
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"Mi voz la tengo atragantada y como te explico, estoy entre sollozos. La ciudad que invadió el mundo entero ha sido invadida", dijo.<br />
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El responsable era Alaric, y pese a que se trataba de un cristiano capturando una ciudad cristiana, había el presentimiento de que el orden mundial construido por la Roma pagana se estaba desintegrando.<br />
El comienzo del fin<br />
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El imperio romano sobrevivió por algunas décadas más y después otros ejércitos saquearon la ciudad de nuevo. Sin embargo, el 24 de agosto es la fecha que marca el comienzo del fin de la grandeza de Roma.<br />
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Siglos después, la ciudad que había tenido bajo su dominio una población de más de un millón de habitantes, fue reducida a un pueblo arruinado y sin ley de no más de 30.000 personas.<br />
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Los paganos aseguran que los cristianos habían destruido el mayor logro humano nunca antes alcanzado.<br />
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Y los mismos cristianos, que se habían vanagloriado de haber salvado lo que ellos consideraban bueno de la antigua civilización, llevándola a otro nivel, sufrieron entonces una crisis de confianza.<br />
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Pese a que el subsiguiente imperio romano-cristiano estaba dividido entre un emperador en el oeste, gobernando con su corte en la ciudad de Rávena, en el norte de Italia, y otro emperador rival en el este, gobernando en Constantinopla, había un sentimiento de que algo había colapsado en el centro de todo, en la legendaria Roma.<br />
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Historiadores y arqueólogos en Alemania, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, especializados en el declive y caída del Imperio Romano, decidieron reunirse en Roma en octubre y noviembre para juntar sus más recientes investigaciones sobre este primer saqueo de Roma.<br />
Más que el 11 de septiembre<br />
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Uno de los organizadores de la conferencia es Phillipp Von Rummel, del Centro Arqueológico Alemán en Roma.<br />
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Le pregunté si el 24 de agosto del 410 debería ser considerado el 11 de septiembre del mundo antiguo.<br />
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"Es probable que incluso más que eso", me dijo. "No sé si la gente todavía estará hablando del 11 de septiembre en 2.000 años, peros los sucesos de ese día de agosto todavía influyen nuestro punto de vista contemporáneo de la historia".<br />
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¿Quiénes exactamente eran los visigodos, los bárbaros del norte que marcharon sin oposición hasta Roma?<br />
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Von Rummel indica que las más recientes investigaciones revelan una muy distinta fotografía de lo que se ha dicho desde hace 50 años.<br />
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"Hoy sabemos que el grupo consistía en diferentes pueblos, era principalmente un ejército con un líder exitoso. Muchos pueblos se unieron a este grupo dentro del Imperio Romano. Saquearon muchas poblaciones pero actuaron de diferentes formas, a veces eran aliados de los romanos".<br />
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"El momento en el que el emperador romano no pagó más cambiaron su forma de actuar y saquearon la ciudad sólo para decirle al emperador: 'debería pagarnos'".<br />
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Fui a buscar evidencia en las murallas del norte de Roma todavía casi intactas por largos trechos tras casi dos milenios.<br />
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Hay un vacío que marca el lugar de la antigua Puerta Salaria, justo en frente de una moderna tienda por departamentos.<br />
Saqueo y robo<br />
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El ejército de Alaric tomó la Vía Salaria, que ellos llamaron ruta de sal, conectando la ciudad al Mar Adriático.<br />
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Cuando las puertas de Roma fueron abiertas por los esclavos, el ejército de Alaric entró rápidamente para saquear y robar.<br />
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Ese saqueo duró sólo tres días, tras lo cual Alaric se retiró para marchar al sur y cruzar el Mediterráneo rumbo a África del Norte, una importante y rica provincia romana.<br />
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Sin embargo, Alaric nunca lo logró. Su barco fue destruido en una tormenta y murió poco tiempo después.<br />
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Muchos romanos huyeron a África del Norte por seguridad. Allí, en Hippo, un importante pueblo costero en lo que hoy es Argelia, el obispo local, San Agustín, se inspiró para escribir uno de sus trabajos más conocidos: La Ciudad de Dios.<br />
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Agustín, al igual que Jerome, sintió que había perdido el rumbo con las noticias sobre la caída de Roma.<br />
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Una vez Roma había desaparecido ¿Qué sentido tenía haber hecho el mundo?<br />
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David Willey<br />
BBC, Roma<br />
<a href="http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/08/100824_1705_caida_del_imperio_romano_ao.shtml">http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/08/100824_1705_caida_del_imperio_romano_ao.shtml</a>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-76871284141909046452010-06-13T10:35:00.002+02:002010-06-13T10:35:24.052+02:00Factio Veneta vs. Factio Prasina: ultras en la Roma Antigua<span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">¿100.00 personas rugiendo enfervorizadas en el Camp Nou durante un Barça-Real Madrid? ¿114000 mexicanos dejándose la garganta en el Estadio Azteca en un México-EEUU? Nada, amigos. Apenas el susurro de cuatro gatos, comparado con las 200.000 personas que, hace apenas 2000 años de nada, se desgañitaban animando a sus ídolos en el Gran Circo de Roma. ¿Salvajismo ultra? ¿Avalanchas? ¿Peleas sangrientas? ¿Fanatismo? En 2010 nos parece que la cosa se ha desmadrado y nos llevamos las manos a la cabeza ante la brutalidad de los ultras futboleros. Ahora lean esto: una sublevación que comenzó en el Circo de Constantinopla, en el año 532, acabó con la cifra de más de 30.000 muertos. Una avalancha a principios del siglo I provocó 1112 muertos. En el entierro de uno de los favoritos de la Factio Russata uno de los seguidores, destrozado por el dolor, se arrojó a la pira funeraria y ardió vivo junto con los restos de su ídolo. Cuando los pueblos bárbaros amenazaban las murallas de Cirta y Cartago, en el año 439, sus habitantes seguían asistiendo enfervorizados a las carreras del Circo. Los fanáticos partidarios de las distintas facciones llegaban a entrar en los establos de los caballos para oler y analizar el estiércol para convencerse de la bondad del pienso. Tras haber sido conquistada y destruida tres veces, algunos nobles de la ciudad de Tréveris pidieron a los emperadores que se organizaran juegos circenses en una ciudad... en ruinas, llena de escombros y de miles de cadáveres. Eso, amigos míos, es fanatismo, y lo demás son tonterías.</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Son comportamientos que dejan a los cafres del deporte actual como tiernos gatitos, y las más salvajes y brutales peleas entre ultras como intrascendentes peleas de colegiales. No cabe duda de que, si todos nos esmeramos y hacemos “los deberes” como hasta ahora, acabaremos alcanzando los niveles de irracionalidad de nuestros antepasados “hinchas. No se preocupen. Como dice Woody Allen en “Desmontando a Harry”: ¿6.000.000 de judíos asesinados? Los records están para batirlos. Es conocida la capacidad del ser humano para superar sus más legendarias marcas en cuestión de malignidad y vileza. Pero dejemos estos negros pensamientos, pongamos en marcha el “botijo del tiempo” y viajemos a la Roma Antigua. Nos mezclaremos con el populacho, entraremos en el Gran Circo y trataremos de entender cómo funcionaba aquella especie de Fórmula 1 con estructura “futbolera” de la Antigüedad que volvió locos a los romanos durante siglos.</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Panem et circenses, ésa es la expresión clave, y ustedes perdonen por el “latinajo”. En esas tres palabras se condensa una maquiavélica máxima de todo buen gobernante autoritario. Pan y circo, esto es, mantengamos al pueblo con la barriga llena y proporcionémosle diversiones, discusiones fútiles e intrascendentes que lo aparten de razonamientos incómodos para el poder. Un poco como ahora, aunque con la salvedad de que en la actualidad no hay pan gratis para el pueblo, y el circo, en su mayor parte, es “circo per view”. En la Antigua Roma, la cosa estaba clara. Reparto de trigo gratis (o a muy bajo precio) y grandiosos espectáculos, también gratuitos, durante gran parte del año. Luchas de gladiadores, carreras, lucha y, sobre todo, carreras de cuadrigas en el Gran Circo. El pueblo se apasionaba por ellas. Tanto, que la continua demanda favoreció la creación de grandes sociedades que proporcionaban todo lo necesario para las numerosísimas carreras que se celebraban constantemente: carros, caballos, aurigas, etc. Mucha gente trabajaba para estas sociedades, como constructores de carros, mensajeros, administradores, personal de cuadras y todo lo necesario para el mantenimiento de una gran estructura. Estas grandes sociedades tenían su sede, probablemente, al pie del Capitolio. Las habían construido los primeros emperadores y estaban dotadas de un lujo, valga la redundancia, imperial. Se sabe que algunos emperadores pasaban mucho tiempo en la sede de sus “equipos” favoritos, y que incluso pernoctaban y comían en ellas. Identificadas con un color, fueron cuatro los “clubes” más poderosos: los blancos, los rojos, los verdes y los azules. Nerón introdujo durante un tiempo dos colores más, los dorados y los púrpuras, pero no tuvieron continuidad (bueno, Nerón tampoco, como todos sabemos). Con el tiempo, los dos “clubes” más poderosos fueron los “verdes” y los “azules”, que configuraron una especie de Barça y Madrid de la antigüedad, si me permiten la osada analogía. Los “blancos” acabaron asociándose a los “verdes” y los “rojos” a los “azules”, pero manteniendo cierta independencia. Y ya tenemos una especie de Liga de la Antigüedad, versión carreras de carros, aunque no hubiera demasiados equipos.</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Una vez organizado el “chiringuito” de los distintos equipos, y con el impresionante marco de un Gran Circo con capacidad para 200.000 espectadores, el terreno estaba más que abonado para que floreciese el fenómeno de los “hinchas”. El pueblo se volvió loco. Cada cual tomó partido por un equipo y el amor a los colores lo acompañó hasta la tumba. ¿Les suena? Acudían al circo mucho antes del amanecer, luciendo orgullosos los colores de su “factio”, y enzarzándose en brutales peleas con los seguidores de los equipos rivales. Ni los emperadores escapaban a ese fanatismo, aún cuando tuvieran claro que las carreras eran un método inigualable para tener controladas las veleidades reivindicativas de las clases populares. El emperador Caracalla, uno de los miembros más “ilustres” de la Liga de los Emperadores Sanguinarios, mandó un día a su guardia cargar contra un grupo de espectadores que insultaban a un auriga de su bando favorito (el de los “azules”). El ataque de los soldados del emperador convirtió el circo en un sangriento campo de batalla, con escenas de pánico y muerte. De todas maneras, las peleas y batallas multitudinarias estaban a la orden del día. A muy pocos les interesaba la velocidad de los caballos o las maniobras tácticas de los aurigas. Solamente querían ver ganar a su equipo, fuese como fuese. Solamente veían los colores, en una explosiva mezcla de fanatismo por lo propio y odio visceral por lo ajeno. Nuevamente, ¿les suena?</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">No acaban aquí las similitudes con las conductas y pautas de los más radicales seguidores de nuestro tiempo. Se intentaba influir sobre los equipos rivales o propios mediante la magia, la brujería o los encantamientos. Se han encontrado en Roma tablillas enterradas con maldiciones al equipo rival, deseándoles toda clase de desgracias y desventuras. Se pronunciaban hechizos para proteger a los corredores del equipo propio, en una versión antigua de, por ejemplo, el enterramiento de ajos en las portería de muchos campos de fútbol. También había traumáticos cambios de equipo de los aurigas, lejanísimos precedentes de Figo, Laudrup, Luis Enrique y alguno más que me dejo. Los jugadores/conductores ganaban millones de sestercios, eran famosísimos y paseaban su insolencia y desvergüenza por las calles de la ciudad, almas de todas las fiestas y “saraos” (¿Romarius, Gutius, Ronaldinhus?) Los más famosos poetas aclamaban sus hazañas y se les erigían monumentos (como aquel del mítico Pantic erigido por el malogrado Jesús Gil y Gil en las instalaciones del Atleti). Era tanta la pasión, que ni el advenimiento del cristianismo dañó lo más mínimo el fervor que el pueblo sentía por sus colores. Los predicadores cristianos, que tan rápidamente levantaron un imperio a partir del conocido pesebrillo, ahí tocaron hueso. Ni siquiera el mismísimo hundimiento del Imperio Romano de Occidente acabó con la “Liga”. Casi 100 años después de que el bárbaro Odoacro enviase al Emperador de Oriente los bártulos del último emperador occidental, todavía se celebraban carreras en el Circo bajo la férula de los reyes bárbaros.</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br />
</span><span class="Apple-style-span" style="color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Resumiendo, que no hay nada (o casi nada) nuevo bajo el sol. Por lo que se refiere al comportamiento humano, todo está inventado. Un romano del año 47, que en un hipotético viaje en el tiempo, apareciese por nuestros pagos actuales, evidentemente se quedaría “tieso” al ver nuestros avances tecnológicos. Pero, ay, amigos, si lo lleváramos a Canaletes, Cibeles o Neptuno en un día de celebración de títulos futboleros (bueno, en el caso de Cibeles tendríamos que dejarlo, por lo menos, para el año que viene), seguro que esbozaría una sonrisa y diría para sus adentros (y en latín, que es más difícil): “Míralos, igualicos, igualicos, que los difuntos de sus recontratatarabuelicos”</span>Andrés Moreno Galindohttp://www.blogger.com/profile/16035534956596493248noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-48651639167970607282009-09-21T20:26:00.006+02:002009-09-21T22:07:04.974+02:00SEXI: Almuñecar y su Factoria de Salazones<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwjEjKfH9mNuaVubsawthiLftuMiIU4Pdo3TXH6nOhyphenhyphennqPGfrbrbfugfF6-X7IplxCr1ZgezTs3OrJDjlALboGjiju_N6BXM6ULlGBPKUKFeJz90nbTkYSBZIg6VoYJAUwz5IIJXlgR3w/s1600-h/SEXI-SALAZON01.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px; display: block; height: 300px;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384007118720514866" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwjEjKfH9mNuaVubsawthiLftuMiIU4Pdo3TXH6nOhyphenhyphennqPGfrbrbfugfF6-X7IplxCr1ZgezTs3OrJDjlALboGjiju_N6BXM6ULlGBPKUKFeJz90nbTkYSBZIg6VoYJAUwz5IIJXlgR3w/s400/SEXI-SALAZON01.JPG" border="0" /></a><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuGKot174uHLGxsxobWW4YsEJYGqcyESPtK_j4kWiANA50A6Zs6XezZAq5OuCdYTGm6KjADWnx62aEVu6MkZQ_koquPBK-eltRy8xtPXQoXyoCOHFCZNZUWt2i7zGhk1BWu5hLsy6Vi0E/s1600-h/SEXI-SALAZON02.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px; display: block; height: 300px;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384007109203545890" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuGKot174uHLGxsxobWW4YsEJYGqcyESPtK_j4kWiANA50A6Zs6XezZAq5OuCdYTGm6KjADWnx62aEVu6MkZQ_koquPBK-eltRy8xtPXQoXyoCOHFCZNZUWt2i7zGhk1BWu5hLsy6Vi0E/s400/SEXI-SALAZON02.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhydlZnwu9G9hqMlawqyuyyQ5pVG0E5SfaTsWjzqgmFfwMGmVc3j_DhuTUn5ofpHk-KjQ3IUo9hnNAkJn0hCFNfmbAm0hPm31utX0GEjnqvnbfvv2Tpxpt6NFTFB29kgi5had5GV3Gmo/s1600-h/SEXI-SALAZON03.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px; display: block; height: 300px;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384007105262653602" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhydlZnwu9G9hqMlawqyuyyQ5pVG0E5SfaTsWjzqgmFfwMGmVc3j_DhuTUn5ofpHk-KjQ3IUo9hnNAkJn0hCFNfmbAm0hPm31utX0GEjnqvnbfvv2Tpxpt6NFTFB29kgi5had5GV3Gmo/s400/SEXI-SALAZON03.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFAQvAn9QaeKAwLvYqOv0hXUzj-Xxmw_IMpDTNPo8u5R7G5fzzzt1Ezdr9zUAXfP24zBwuU9a8o8phOU_0UITH_DqXIcnogrYUs7nPYgSHKKHfdlrV_crJs2mJ2nxHPeXeIKK6ktNgK_E/s1600-h/SEXI-SALAZON04.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px; display: block; height: 300px;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5384007094105618498" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFAQvAn9QaeKAwLvYqOv0hXUzj-Xxmw_IMpDTNPo8u5R7G5fzzzt1Ezdr9zUAXfP24zBwuU9a8o8phOU_0UITH_DqXIcnogrYUs7nPYgSHKKHfdlrV_crJs2mJ2nxHPeXeIKK6ktNgK_E/s400/SEXI-SALAZON04.JPG" border="0" /></a><br /><br /><table style="width: auto;"><tbody><tr><td><a href="http://picasaweb.google.es/lh/photo/5g6fnetg48geYZLjzG5gJw?authkey=Gv1sRgCLuq6NmprOecGg&feat=embedwebsite"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhta4xmN4X5Nw74HVaGyQJCuHKWGCvtNKaHcovHqWXVSjo-_9cy2GnmCzg-7psnJv7rd9sIF731Sq2TjZakWlQwUTe3SplQYU_paLB18JapjDerg94awq0kcciw55x4mYRhpIfZFaNwvD4/s144/SEXI-SALAZON05.JPG" /></a></td></tr><tr><td style="font-family: arial,sans-serif; font-size: 11px; text-align: right;">From <a href="http://picasaweb.google.es/david.llpais/PROVINCIAHISPANIANOVAROMA?authkey=Gv1sRgCLuq6NmprOecGg&feat=embedwebsite">PROVINCIA HISPANIA NOVA ROMA</a></td></tr></tbody></table><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhta4xmN4X5Nw74HVaGyQJCuHKWGCvtNKaHcovHqWXVSjo-_9cy2GnmCzg-7psnJv7rd9sIF731Sq2TjZakWlQwUTe3SplQYU_paLB18JapjDerg94awq0kcciw55x4mYRhpIfZFaNwvD4/s144/SEXI-SALAZON05.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 144px; display: block; height: 108px;" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhta4xmN4X5Nw74HVaGyQJCuHKWGCvtNKaHcovHqWXVSjo-_9cy2GnmCzg-7psnJv7rd9sIF731Sq2TjZakWlQwUTe3SplQYU_paLB18JapjDerg94awq0kcciw55x4mYRhpIfZFaNwvD4/s144/SEXI-SALAZON05.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Pj55h7dkSXNP-BEjTmUtntMbT-WKRrYXV7Kyim3SnBvrRsmafHNHqqUERwmqh9L2Y0whcPLtEbSvAAXhxp29M8AEHww7tq7fZltHGdDxCwIOa3zaM6GC0o3MCdrarTPwu7CcpT4JRu8/s144/SEXI-SALAZON07.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 144px; display: block; height: 108px;" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-Pj55h7dkSXNP-BEjTmUtntMbT-WKRrYXV7Kyim3SnBvrRsmafHNHqqUERwmqh9L2Y0whcPLtEbSvAAXhxp29M8AEHww7tq7fZltHGdDxCwIOa3zaM6GC0o3MCdrarTPwu7CcpT4JRu8/s144/SEXI-SALAZON07.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlTch_C4JY1qGU8Ol6ItavJcMlgnSNppT-3KuqEcZ_7JCUlNsbiZMrhTRrop4mQfaI9P03OqzZrupmlhuat-DrUbujvmHuYAFxJvWRRwfxfoRcj_pw4nV5D3snF4CehNuprSRnqBO0eDk/s144/SEXI-SALAZON08.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 144px; display: block; height: 108px;" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlTch_C4JY1qGU8Ol6ItavJcMlgnSNppT-3KuqEcZ_7JCUlNsbiZMrhTRrop4mQfaI9P03OqzZrupmlhuat-DrUbujvmHuYAFxJvWRRwfxfoRcj_pw4nV5D3snF4CehNuprSRnqBO0eDk/s144/SEXI-SALAZON08.JPG" border="0" /></a> <div><span style="font-size:85%;">Fotos tomadas en Agosto de 2009 por D.Ll.Pais</span></div></div></div></div></div></div></div>CHhttp://www.blogger.com/profile/13579100387384725684noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-67286820237892317002009-09-17T15:11:00.000+02:002009-09-17T15:11:45.865+02:00Cerro de Montecristo, la joya pisoteada<table class="contentpaneopen"><tbody>
<tr><td align="left" colspan="2" valign="top" width="70%"></td></tr>
<tr><td colspan="2" valign="top">Gades, la primera ciudad en el extremo occidente del Mediterráneo, pasadas las Columnas de Hércules, data su antigüedad en torno al año 1.100 antes de Cristo. La vieja Gadir era el punto final de un periplo por el Mare Nostrum que comenzaba en las ciudades-estado de Tiro y Sidón y que bordeando ese mar interior, hacía escalas en las actuales Grecia, Italia, sus islas, Francia, Ibiza y las costas levantinas y andaluzas, para volver desde Gadir, por el norte del Magreb y Libia, de regreso a las costas fenicias, hoy Líbano, aprovechando las corrientes del Estrecho. <br />
No es descabellado pensar que hasta Fenicia hubieran llegado los ecos de una civilización avanzada y estructurada, aunque ya en fase decadente, asentada en el sur de la península: Tartessos. Cuando los fenicios llegaron a la isla gaditana, conocieron, sin duda, parte del esplendor de Tartessos, el enigmático estado de las proximidades de las desembocaduras de tres ríos Guadalete, Guadalquivir y Guadiana y, junto a aquellos restos fundaron la ciudad, que luego fue aliada y finalmente una de las más importantes del Imperio, hasta el punto que la calzada más destacada de todas las grandes construcciones, fue la vía de Gades a Roma. <br />
En el sur peninsular, los fenicios establecieron puertos de abastecimiento y refugio equidistantes entre sí, de manera que la navegación era segura. Así fueron naciendo asentamientos portuarios, unos desaparecidos y con escasa importancia y otros relevantes no sólo para los fenicios, sino para las civilizaciones posteriores. Nacen, casi de manera simultánea, Baria, Abdera, Sexi, Malaca, Carteya. <br />
Los fenicios se asentaron y fortificaron Abdera, situada sobre un montículo alargado en dirección norte-sur, que se adentraba en el Mediterráneo en la desembocadura del río -hoy Río Adra- cuyo delta formaba una pequeña bahía natural, a resguardo de los vientos de poniente y levante. <br />
<table align="center" border="0" style="height: 278px; width: 789px;"><tbody>
<tr><td><img align="middle" alt="2004_cerromontecrito_con_horno_en_primer_lugar.jpg" height="257" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/images/stories/memoriahistorica/2004_cerromontecrito_con_horno_en_primer_lugar.jpg" style="height: 257px; margin: 5px; width: 343px;" title="2004_cerromontecrito_con_horno_en_primer_lugar.jpg" width="343" /> </td><td><img align="middle" alt="hallazgos_romanos_al_fondo_nuevoedificio.jpg" height="256" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/images/stories/memoriahistorica/hallazgos_romanos_al_fondo_nuevoedificio.jpg" style="height: 256px; margin: 5px; width: 399px;" title="hallazgos_romanos_al_fondo_nuevoedificio.jpg" width="399" /> </td></tr>
<tr><td> <em><span style="color: green; font-size: 8pt;">Año 2004, Cerro de Montecristo. En primer plano el antiquísimo horno</span></em></td><td> <em><span style="color: green; font-size: 8pt;">Parte de los hallazgos romanos. Al fondo edificio recientemente construido</span></em></td></tr>
</tbody></table>En aquel cerro, hoy desmochado, no sólo se instalaron factorías para salazón, sino talleres de alfarería y fundición, y un núcleo de población que, posiblemente, se extendiera hacia el poniente (hoy barrio alto de Adra), y hacia el norte, en el Cerro '<a class="mosinfopop" href="javascript:void(0)" onmouseout="return nd();" onmouseover="return overlib('Medida de tiempo que hace referencia a un instante, "tardo una chispa".', CAPTION, 'Chispa',BELOW,RIGHT, WIDTH, 300, FGCOLOR, '#CCCCFF', BGCOLOR, '#333399', TEXTCOLOR, '#000000', CAPCOLOR, '#FFFFFF', OFFSETX, 10, OFFSETY, 10);"><img align="top" border="0" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/mambots/content/glossarbot/info.gif" />Chispa</a>' y el monte bajo interrumpido por la construcción de la Autovía del Mediterráneo. En la memoria de los abderitanos, el Cerro de Montecristo es la referencia para fijar la antigüedad de Adra, contrastada por los expertos en el siglo VIII antes de Cristo, ya que no se han descubierto evidencias anteriores para hacerla coetánea, como sería lo lógico, con Gadir. <br />
En los siglos XVII y XVIII de nuestra Era, la importancia arqueológica del Cerro de Montecristo es reflejada en obras de eruditos de la época que destacan los restos romanos, a los que hace referencia el Diccionario de Pascual Madoz, a mediados del XIX. <br />
Los grandes propietarios que se afincaron en Adra para la explotación de los ingenios del Azúcar y la fundición de plomo, sí valoraron esa importancia y en sus colecciones privadas figuran buena parte de piezas extraídas del Cerro y su entorno, dando éstas una ligera idea de la riqueza arqueológica del enclave. <br />
<table align="right" border="0" style="height: 251px; width: 397px;"><tbody>
<tr><td><img align="middle" alt="muralla_fenicia.jpg" height="245" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/images/stories/memoriahistorica/muralla_fenicia.jpg" style="height: 245px; margin: 5px; width: 371px;" title="muralla_fenicia.jpg" width="371" /> </td></tr>
<tr><td> <em><span style="color: green; font-size: 8pt;">Restos de muralla de la época fenicia</span></em></td></tr>
</tbody></table>Aficionados e investigadores en tareas sin organización y sin el más mínimo control han hecho desaparecer centenares de piezas de ajuar, numismática, cerámica, decorativa o instrumental, desde el siglo XVII hasta nuestros días. Sólo en contados casos, como la tarea de recopilación de objetos y clasificación del ingeniero francés Francois Octobon, en los años 60 que llegó a tener numerosas cajas llenas de objetos arqueológicos del Cerro de Montecristo y que tras su marcha a Francia, pretendió entregar al Ayuntamiento de Adra y algunas se 'perdieron' en el camino de una calle a otra, son trabajos dignos de mención. En el año 2000, la familia de Octobón hizo entrega de algunas cajas de que pudo 'salvar' para el futuro Museo Arqueológico de Adra. <br />
Desde la década de los sesenta, fueron muchos los abderitanos que sólo o en grupos, incluso de estudiantes llevados por sus maestros, subieron al cerro para excavar y apropiarse de lo encontrado. Pero tras eso, las únicas excavaciones arqueológicas dignas de esa denominación son las llevadas a cabo por Manuel Fernández Miranda en 1970 y 1971 y las que vienen realizando equipos en los que participó o dirigió el arqueólogo José Luís López Castro, siendo destacados los estudios llevados a cabo por <a class="mosinfopop" href="javascript:void(0)" onmouseout="return nd();" onmouseover="return overlib('El sol especialmente en verano. "No te vea como pega el lorenso".', CAPTION, 'Lorenzo',BELOW,RIGHT, WIDTH, 300, FGCOLOR, '#CCCCFF', BGCOLOR, '#333399', TEXTCOLOR, '#000000', CAPCOLOR, '#FFFFFF', OFFSETX, 10, OFFSETY, 10);"><img align="top" border="0" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/mambots/content/glossarbot/info.gif" />Lorenzo</a> <a class="mosinfopop" href="javascript:void(0)" onmouseout="return nd();" onmouseover="return overlib('Ser un cara es ser desvergonzado. "Ese es un cara".', CAPTION, 'Cara',BELOW,RIGHT, WIDTH, 300, FGCOLOR, '#CCCCFF', BGCOLOR, '#333399', TEXTCOLOR, '#000000', CAPCOLOR, '#FFFFFF', OFFSETX, 10, OFFSETY, 10);"><img align="top" border="0" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/mambots/content/glossarbot/info.gif" />Cara</a> y Manuel Martínez y Manuel Carrilero, entre otros, desde 1986 hasta la actualidad. <br />
En los últimos años, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Adra se han interesado por el Cerro de Montecristo, cofinanciado por la Unión Europea, proyectos de estudio y catas, que están dando excelentes resultados, porque la destrucción sistemática no ha podido acabar con los cimientos de aquella civilización. <br />
<table align="left" border="0"><tbody>
<tr><td><img align="middle" alt="2009_nuevoedificio_en_cerro_montecristo.jpg" height="413" src="http://www.cosasdeandalucia.com/web/images/stories/memoriahistorica/2009_nuevoedificio_en_cerro_montecristo.jpg" style="height: 413px; margin: 5px; width: 275px;" title="2009_nuevoedificio_en_cerro_montecristo.jpg" width="275" /> </td></tr>
<tr><td> <em><span style="color: green; font-size: 8pt;">2009. Nuevas edificaciones sobre el Cerro de Montecristo</span></em></td></tr>
</tbody></table>No obstante, la carencia de un plan de actuación global en el recinto arqueológico y su entorno hacen que los efectos de esos planes queden minimizados o incluso puedan ser estériles. Las viviendas sociales construidas (hoy calle del Molino) en todo el frente sur del Cerro de Montecristo acabaron con importantes vestigios, que algunos vecinos aún recuerdan, como dos grandes arcos bajo el cerro, justo donde en estos meses se ha limpiado un horno romano y ha aparecido un lienzo de sillar de la muralla fenicia. <br />
La declaración del recinto arqueológico como Bien Cultural andaluz no ha impedido que la propia administración permita la construcción de nuevas edificaciones, una de ellas justo en la línea que debería seguir el lienzo de muralla fenicia encontrada, levantando un edificio de cuatro plantas, entre esta muralla y las piletas romanas de salazón, que testimonian la importancia de Abdera como factoría exportadora de pescados y salsas en la época romana, en la que llegó a tener ceca propia, acuñándose las monedas con el templo tetrástilo con columnas sustituidas por dos atunes. <br />
El destrozo del Cerro de Montecristo es evidente, en donde no se respeta la norma de recintos arqueológicos ni por los mismos que deben protegerla. Un cinturón de nuevas construcciones asfixia toda el área y aumentan sin miramientos corralizas y patios traseros a las edificaciones y en lo más alto del cerro, las tareas de construcción de tres invernaderos, roturaron la tierra y siguen labrando, bajo la que está la más preciada joya arqueológica. <br />
<br />
<blockquote><blockquote><strong>Los intereses privados por una parte, los económicos por otra y la incultura sobre todo ello, son las losas que ocultan, cuando no destruyen para siempre, un legado que no pertenece a una generación concreta, sino que es la referencia, el punto inicial para nuestras señas de identidad. </strong></blockquote></blockquote></td></tr>
</tbody></table><br />
Por Fco. Benitez-AguilarM. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-24364129559578415392009-09-08T08:24:00.002+02:002009-09-08T08:26:31.161+02:00Pompeya, año 79: el río de fuego hirviente que congeló la Historia.<div class="contenedorprincipal"><div class="noticia"><div class="columnaprincipal"><div class="contenedortextonoticia"> <strong>Los aficionados a la Historia de Roma tienen su particular Meca, un destino que visitar aunque sólo sea una vez en la vida: Pompeya, la desgraciada ciudad sepultada hace casi 2.000 años por la furia destructiva del Vesubio, el volcán que los pompeyanos creían un monte benefactor y que destruyó la ciudad, acabando de forma horrible con la vida de muchos de sus habitantes</strong> <div class="contenedorfotoycategorias"> <div class="izquierda"> <input name="piefoto" value="El día que el Hades se abatió sobre Pompeya" type="hidden"> <div class="foto" style="width: 300px;"> <img src="http://www.soitu.es/participacion/editor/showimg.pl?id=1252390013&u=hank66" border="0" /> <div class="piedefoto" style="width: 300px;"> <p style="width: 210px;">El día que el Hades se abatió sobre Pompeya</p> </div> </div> </div> </div> <p><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pompeya">Pompeya</a>, como cualquiera de los enclaves históricos de visita obligada para amantes de la Historia de Roma, de la Historia en general o, como sucede comúnmente, de viajeros atraídos por la leyenda, es terreno abonado para los tópicos. Tanto se ha hablado y escrito sobre ella que resulta difícil referirse a la desdichada ciudad sin caer en alguno de los lugares comunes que han revoloteado traviesos por libros, artículos o ensayos históricos. Resultaría presuntuoso por mi parte pensar que voy a poder sustraerme a la tentación de dejar caer alguna sobada y rimbombante frase, siendo como soy un mero estudioso de "andar por casa". Así pues, ruego disculpas al hipotético lector si alguna de esas coletillas se desliza, puñetera ella, por este artículo. Bastante tengo con intentar condensar en unos pocos párrafos, sin dejarme llevar por las emociones, los terribles acontecimientos que se produjeron durante dos fatídicos días del mes de Agosto de 79, en los cuales la incandescente furia del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vesubio">Vesubio</a> se abatió inmisericorde sobre los desprevenidos habitantes de la joya de la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Campania">Campania.</a></p><p>No es difícil emocionarse paseando por Pompeya. Y si el visitante tiene cierta querencia por el legado romano, la violenta turbación del espíritu (perdonen ustedes por la cursilería) está más que garantizada. En mi caso, sentí como si hubiera ingerido un hipotético cocktail "sentimental" en el que se agitaban entremezclados el entusiasmo por cumplir un sueño, la aflicción por el trágico final de los miles de pompeyanos que no pudieron escapar de la ardiente violencia del volcán, estupor ante los detalles de la vida cotidiana de la ciudad que surgían por doquier, y vergüenza por sentirme, en muchas ocasiones, como un intruso en casa ajena, husmeando sin permiso de los habitantes por casas, bodegas, e incluso lupanares. Cuando Mario, mi hijo, me llamaba a gritos, entusiasmado desde el interior de una casa, tenía que reprimir la tentación de regañarle: "¡sal de ahí, que como vuelvan los dueños te vas a enterar, qué es eso de entrar en las casas sin permiso! La sensación de intromisión, de violación de la intimidad ajena me atenazaba por momentos mientras recorría las casas abandonadas precipitadamente hace casi 2000 años, o convertidas en las tumbas de sus propietarios. Pompeya quedó paradójicamente congelada por el fuego calcinador del Vesubio, que el día 24 de agosto de 79 se sacudió de encima las viñas y los árboles frutales de sus laderas para abandonar durante dos días su papel de monte benefactor. Pompeya, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Herculano">Herculano</a>, Stabia y otras poblaciones sufrieron durante casi dos días lo que podríamos llamar el ataque de una especie de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Bombardeos_at%C3%B3micos_sobre_Hiroshima_y_Nagasaki">bomba atómica de la Antigüedad, </a>pero solamente unos pocos tuvieron la "suerte" de morir instantáneamente.</p><p>Los cerca de 20.000 habitantes de Pompeya, al igual que los de las otras poblaciones de la bahía de Nápoles, se incorporaron perezosamente a sus actividades diarias el 24 de agosto de 79. El Imperio gozaba de un período de estabilidad. Tras la sangrienta lucha de poder por el trono, tras la muerte del "zumbado" de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ner%C3%B3n">Nerón</a>, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vespasiano">Vespasiano</a> se había hecho con las riendas de Roma, y tras él su hijo <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tito">Tito</a>, el victorioso general que había aplastado la rebelión de los judíos, gobernaba Roma desde hacía poco más de un mes. Durante los días anteriores habían tenido lugar pequeños temblores de tierra, pero los habitantes de Pompeya no les daban importancia, o habían aprendido a convivir con ellos. Ya habían padecido un gran terremoto, en el año 62, que había destrozado parcialmente la ciudad. De hecho, todavía había edificaciones dañadas que se estaban restaurando. En todo caso, no tenían ni idea de que esos temblores fueran el preludio de la catástrofe que sepultaría su ciudad, y a muchos de ellos, durante siglos. La mañana transcurrió con normalidad hasta que, sobre la una del mediodía, la montaña benéfica, aquella en cuyo suelo arraigaban árboles frutales, viñas y cultivos de todo tipo, extendió la muerte por las poblaciones de la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Golfo_de_N%C3%A1poles">bahía de Nápoles.</a></p><p>No sabían los infelices habitantes de Pompeya que bajo ese monte bondadoso se había acumulado un depósito de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Magma">magma</a> de unos 3,5 kilómetros cúbicos de volumen. A primera hora de la mañana, mientras los pompeyanos se desperezaban lentamente, el magma de ese depósito ascendía hacia la cima del Vesubio a una velocidad aproximada de unos 0,2 metros por segundo. Por fin, poco antes del mediodía, un tremendo estallido sobresaltó a todos los habitantes de la bahía. La cima del Vesubio se había desgajado y el magma, sometido a una terrible presión, escapó a una velocidad de aproximadamente 1400 kilómetros por hora. Se produjo una impresionante columna de piedra pómez y gases ardientes de unos 30 kilómetros de altura. Los habitantes de Pompeya observaron atónicos cómo una lluvia de piedras se abatía sobre la ciudad. Eran trozos de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_p%C3%B3mez">piedra pómez</a>, extremadamente ligeros, hasta el punto de que flotaban en el agua, pero que comenzaron a acumularse sobre los tejados de la ciudad. Algunos pompeyanos huyeron, otros se quedaron para proteger sus bienes, o porque pensaron que sus casas les ofrecerían refugio ante la lluvia de piedra y ceniza. Se equivocaron. Lo peor estaba por llegar.</p><p>El volcán continuaba escupiendo piedras y gases. La columna se ensanchaba en lo más alto, formando una especie de nube ramificada que tapó el sol y arrojó más piedras sobre Pompeya. Los tejados comenzaron a ceder, y mucha gente murió aplastada. Los pompeyanos que se habían quedado en la ciudad comenzaron a comprender que iban a morir. Algunos se suicidaron. En Herculano, los habitantes escaparon hacia la playa. Tuvieron suerte. Su muerte, al menos, fue rápida. La inmensa columna se había derrumbado, provocando una inmensa nube de gases ardientes, cenizas y rocas que se precipitó sobre las poblaciones de la bahía. Los habitantes de Herculano, refugiados en la playa, murieron instantáneamente, arrollados por la nube que, literalmente, los fundió en décimas de segundo. Los de Pompeya no fueron tan afortunados. La nube tóxica llegó más atenuada, y los que murieron a consecuencia de ella padecieron una horrible agonía, ahogados por los vapores tóxicos e incandescentes. Los moldes de sus cuerpos así lo atestiguan. Hombres, mujeres, niños, animales, algunos con la imagen del horror del último instante, dolorosamente retorcidos, intentando escapar inútilmente a la letal nube... Contemplándolos, el alma se sobrecoge de pena y aflicción por el triste final de esos pobres desventurados.</p> <p>La lluvia de materiales volcánicos continuó durante horas, sepultando las ciudades de Pompeya, Herculano y Stabia bajo toneladas de rocas y ceniza. Por fin, cuando la furia desatada del volcán se apaciguó, nada quedaba de las poblaciones. Los restos fueron presa de saqueadores hasta que el tiempo borró definitivamente de la memoria de los romanos el recuerdo de las ciudades. Fue en el siglo XVIII cuando, ante el asombro del mundo ilustrado, comenzaron a desenterrarse casas, palacios, teatros, bodegas, incluso burdeles, y la tremenda tragedia de los habitantes de Pompeya sirvió, al fin, para mostrarnos los detalles de la vida diaria de una ciudad romana del siglo I. No quisiera acabar esta pequeña reseña sobre la infortunada Pompeya sin dejar constancia de algunas curiosidades sobre su historia.</p> <ul><li>Existen estudios que afirman que la energía térmica liberada durante la erupción del Vesubio en el año 70 podría haber sido aproximadamente de unas 100.000 veces la de la bomba atómica que se lanzó sobre <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hiroshima">Hiroshima</a> en el año 1945.</li><li>No se sabe a ciencia cierta cuántas personas murieron durante la erupción, pero la cifra podría estar entre 2.000 y 3.000.</li><li>La erupción cambió el curso del río Sarno e hizo desaparecer la playa. </li><li>Los terribles hechos tuvieron un testigo de excepción. Nada más y nada menos que el naturalista, escritor, científico e historiador, entre otras muchas cosas, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Viejo">Plinio el Viejo</a>. Éste era, en el momento de los hechos, prefecto de la flota romana de Misenum. Emocionado ante la magnitud de la erupción, quiso observar de cerca el fenómeno, a la par que socorrer a algunos de sus amigos. La furia del volcán le obligó a amarrar sus barcos en Stabia, donde acabó muriendo, víctima de la nube tóxica, al querer observar el fenómeno de cerca. Conocemos estos hechos por su sobrino, conocido como <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Joven">Plinio el Joven</a>, quien los relató posteriormente en unas cartas remitidas al historiador <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A1cito">Tácito.</a></li><li>Los primeros trabajos arqueológicos comenzaron en Pompeya a instancias del rey Carlos VII de Nápoles, que posteriormente fue rey de España con el nombre de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_III_de_Espa%C3%B1a">Carlos III</a>. El director de los trabajos fue el ingeniero militar, y también español, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Roque_Joaquin_de_Alcubierre">Roque Joaquín de Alcubierre.</a></li><li>Las excavaciones han revelado muchísimos pormenores, aparentemente insignificantes, que nos dan idea de la vida cotidiana en la ciudad. Por ejemplo, se han conservado pintadas de carácter político e incluso pornográfico, carteles advirtiendo de la presencia de un perro guardián especialmente agresivo, cientos de tabernas y casas de comida rápida donde los pompeyanos hacían un alto para tomar un bocado.</li><li>Los estamentos científicos llevan tiempo advirtiendo de la "segunda destrucción de Pompeya", esta vez víctima de la desidia institucional y del vandalismo de algunos visitantes. Frescos de más de 2.000 años de antigüedad con pintadas, basura arrojada dentro de las casas, toda una agresión que ha llevado al gobierno italiano a cerrar gran parte de las casas y a establecer planes de control de las excavaciones.</li><li>Pompeya recibe anualmente unos 2.500.000 de turistas.</li><li>El grupo británico Pink Floyd grabó algunas <a href="http://www.youtube.com/watch?v=0ifJ8ePkHiA">canciones</a> en el anfiteatro de Pompeya durante el año 1972. </li><li>Existen muchísimos documentales y filmes sobre Pompeya. Uno de los más recomendables es "<a href="http://www.culturalianet.com/art/ver.php?art=21851">Pompeya: el último día"</a>. Producido por la BBC (nuevamente, gracias) combina magistralmente ficción y documental para hacernos comprender los terribles momentos por los que pasaron los habitantes de la ciudad.</li></ul> <p><script language="javaScript" type="text/javaScript"> MET_Videos_Externos('http://www.youtube.com/v/UmGHJE-DkRE&hl=es&fs=1&', 425, 350, {}); </script></p><div id="div_Video_Externoflash_2" style="width: 425px; height: 350px;"><object id="ObjetoSWF" data="http://www.youtube.com/v/UmGHJE-DkRE&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="350"><param value="true" name="allowfullscreen"><param value="false" name="menu"><param value="window" name="wmode"></object></div><br /><p><script language="javaScript" type="text/javaScript"> MET_Videos_Externos('http://www.youtube.com/v/rP5hpagWDzs&hl=es&fs=1&', 425, 350, {}); </script></p><div id="div_Video_Externoflash_1" style="width: 425px; height: 350px;"><object id="ObjetoSWF" data="http://www.youtube.com/v/rP5hpagWDzs&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="350"><param value="true" name="allowfullscreen"><param value="false" name="menu"><param value="window" name="wmode"></object></div><br /></div> </div> </div> </div>Andrés Moreno Galindohttp://www.blogger.com/profile/16035534956596493248noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-16460071357228928532009-08-12T10:05:00.001+02:002009-08-12T10:07:22.511+02:00Adrianópolis, 9 de Agosto de 378: el comienzo de la agonía de Roma<p> Bajo el abrasador sol de la provincia romana de Tracia, en lo que es actualmente el Noroeste de Turquía, muy cerca de la frontera turca con Grecia y Bulgaria, el todopoderoso ejército romano sufrió una humillante derrota a manos de los godos. Aunque la batalla se desarrolló en Oriente, significó el principio de una serie de acontecimientos que desembocarían en el fin del Imperio de Occidente un siglo después. </p> <div class="contenedorfotoycategorias"> <div class="izquierda"> <div class="foto" style="width: 400px;"> <img src="http://www.soitu.es/participacion/imagenes/2009/08/12/u/hank66_1250028444_0.jpg" title="" alt="" border="0" width="400" height="300" /> <div class="piedefoto" style="width: 400px;"> <p style="width: 310px;"> Adrianópolis... ¿el fin de un mundo?</p> </div> </div> </div> </div> <p>Está comúnmente admitida la fecha del 4 de Septiembre de 476 como la de la caída definitiva del Imperio Romano de Occidente. Fue en esa fecha cuando el caudillo hérulo <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Odoacro">Odoacro</a> depuso al último emperador de Occidente, el títere <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Romulo_Augustulo">Rómulo Augústulo</a> (que curiosamente llevaba los nombres del f<a href="http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/4408.htm">undador de Roma</a> y de su <a href="http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/augusto.htm">primer Emperador</a>) y posteriormente envió las insignias imperiales al Emperador de Oriente, Zenón. Pero lo cierto es que el Imperio de Occidente languidecía desde hacía muchos años, progresivamente atrofiado por su propia inmensidad, por la corrupción de una monstruosa burocracia y, en última instancia, por la constante presión de los pueblos allende sus fronteras, como los germanos, los godos, los persas y los hunos. Muchos historiadores apuntan otra fecha y otro lugar en la que situar el principio del fin, el desencadenante de una serie de acontecimientos que provocarían el colapso de la Roma Occidental. Esa fecha fue la del 9 de Agosto de 378, y el lugar fue un punto indeterminado al Noroeste de la Turquía europea, cerca de la frontera con Bulgaria y Grecia. Actualmente se la conoce como <a href="http://maps.google.es/maps?hl=es&q=Edirne&um=1&ie=UTF-8&split=0&gl=es&ei=5OWBSrP4K9C2jAfn6Yj0CQ&sa=X&oi=geocode_result&ct=title&resnum=1">Edirne</a>, pero a finales del siglo IV su nombre era Adrianópolis. Cerca de esa ciudad, bajo el calor asfixiante de principios de Agosto, se libró una brutal batalla que concluyó con una de las más aplastantes derrotas sufridas jamás por un ejército romano y con la muerte de su jefe, el emperador oriental <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Valente">Valente</a>, a manos de un ejército formado por refugiados godos que habían entrado en territorio romano dos años antes como refugiados.</p> <p>En efecto, a finales del año 376 una enorme masa de godos, guerreros, civiles, mujeres, niños y ancianos, comenzaron a concentrarse en la orilla del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Danubio">Danubio</a>, frontera natural del Imperio Romano de Oriente, frente a los puestos de guardia romanos. Huían de unos enemigos sanguinarios, que habían irrumpido a sangre y fuego desde las estepas de Asia, matando, masacrando, incendiando y saqueando todo lo que encontraban a su paso. Eran unos guerreros implacables y crueles, que prácticamente vivían a caballo y que en los próximos años serían fuente inagotable de quebraderos de cabeza para los dirigentes romanos: <a href="http://www.antropos.galeon.com/html/hunos.htm">los hunos</a>. Los godos les habían plantado cara, pero habían sido arrasados sin piedad, y ahora miles de refugiados se agolpaban en la frontera romana, al otro lado del Danubio, solicitando asilo en territorio romano, horrorizados ante el avance de las hordas hunas. En aquellos tiempos las comunicaciones eran lentas, y la petición de los godos tardó varias semanas en llegar a manos del emperador Valente, en la lejana <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Antioqu%C3%ADa">Antioquía.</a></p> <p>Por fin, el emperador accedió a cobijar a la ingente masa de refugiados en territorio romano. No obstante, no eran razones humanitarias las que impulsaron a Valente y a sus consejeros a acoger a los godos. Eran motivos más prosaicos e interesados. El imperio sufría una despoblación importante, y necesitaba mano de obra para cultivar las tierras. Enormes parcelas de terreno languidecían ante la falta de campesinos que las cuidasen. A veces, simplemente no resultaba rentable cultivarlas ante la presión de los impuestos imperiales, cada vez mas elevados. También el ejército necesitaba soldados. Los ciudadanos romanos intentaban, cada vez más, eludir el servicio en el ejército imperial, y las legiones, antaño constituídas por la flor y nata de la juventud romana, ahora estaban plagadas de bárbaros romanizados e, incluso, de bandas enteras de bárbaros contratados como mercenarios al servicio del imperio, y que constituían cuerpos independientes del ejército romano. La masiva afluencia de los godos dentro de las fronteras de la Roma Oriental garantizaba mano de obra barata y reclutas curtidos en el combate para el ejército. Valente y sus consejeros se frotaron las manos ante las halagüeñas perspectivas económicas, e hicieron caso omiso de quienes les advirtieron de los peligros de la entrada en el Imperio de esa inmensa masa de godos. Se les prometió a los godos comida, refugio y trabajo como campesinos y soldados en el seno del Imperio.</p> <p>Se comenzó a organizar el transporte de los godos. Se requisaron barcazas, se construyeron balsas, y se acabó utilizando cualquier cosa que flotase con tal de trasladar con rapidez a los godos a territorio romano. Aquí comenzaron los problemas. Teóricamente debían pasar primero los chicos, usados como rehenes, y luego los hombres desarmados, pero la corrupción de los encargados del transporte era tal que muchos godos, por medio de sobornos, lograron pasar con sus familias y armas al completo. Los godos, que se habían hacinado durante semanas esperando pasar el Danubio, se comenzaron ahora a apiñar en el lado romano, esperando el inicio de la marcha hacia las tierras que el emperador Valente les había prometido. El número de personas desbordaba las previsiones, y los intentos de censar a los godos que continuamente entraban en territorio romano fueron infructuosos ante la avalancha goda. Miles de personas seguían llegando a la frontera y esperaban para cruzar el río. Para su sorpresa, un día se les comunicó que la frontera se cerraba. Ningún godo más pasaría el río. Las embarcaciones romanas patrullaban por el Danubio para impedir el paso.</p> <p>Mientras tanto, la situación en el campamento de refugiados godo en la orilla romana se había vuelto insostenible, no solamente por la evidente insuficiencia de estructuras para acoger a los refugiados, sino por la voraz corrupción de los responsables civiles y militares. En lugar de obedecer de inmediato las órdenes imperiales, esto es, conducir a los refugiados hacia el interior del territorio romano de Tracia, el duque Máximo, comandante de las tropas de frontera, y el conde Lucipino, gobernador militar de Tracia, decidieron exprimir al máximo la necesidad y el hambre de los refugiados godos. Sus avariciosas garras se extendieron sobre los suministros que debían alimentar a los refugiados. Las raciones se redujeron drásticamente, y los godos morían de hambre. Acabaron vendiendo a sus hijos como esclavos a cambio de un trozo de pan mohoso, e incluso comprándoles perros a los romanos para comérselos, a tal nivel llegó la desesperación del pueblo godo. Por fin, cuando ya no se les pudo exprimir más, Lucipino y Máximo decidieron ponerse en marcha hacia el interior de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tracia">Tracia. </a></p> <p>El enorme convoy avanzaba con dificultad, formado por miles de carros arrastrados por bueyes cargando con familias enteras, vigilados constantemente por los soldados romanos. Los días se sucedían mientras el convoy avanzaba penosamente por los campos de Tracia. Por fin avistaron una ciudad, Marcianópolis, y el ánimo de los godos se vió fortalecido ante la perspectiva de obtener alojamiento y comida. Nada más lejos de la realidad. Los habitantes de la ciudad, al ver tal marea de bárbaros acercarse, cerraron las puertas a cal y canto y no permitieron la entrada a los refugiados. Fue la gota que colmó el vaso. Comenzaron los disturbios y los soldados romanos se vieron impotentes para controlar a los enfurecidos godos. Fueron vencidos y muertos. Los godos les quitaron las armaduras y las armas. La rebelión había comenzado. Mientras tanto, dentro de la ciudad se celebraba un gran banquete. Lucipino, el gobernador militar, compadreaba con los principales jefes godos, de entre los cuales había sobresalido por méritos propios <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Fritigerno">Fritigerno</a>, el futuro líder godo en la guerra contra los romanos. Las noticias de la matanza de soldados romanos llegó a oídos de los jefes romanos, los cuales reaccionaron matando a los guardias de los jefes godos invitados al festín. Cuando estaban a punto de eliminar también a los jefes, y dejar así descabezado el motín, éstos escucharon los gritos de sus hombres tras las murallas. Con gran sangre fría, se excusaron ante los romanos, les dijeron que seguramente sus hombres pensaban que algo malo les había sucedido y que irían a calmarlos. Salieron tranquilamente, ante la estupefacción de Lucipino y los jerifaltes romanos, y cuando vieron la situación, no les quedó más remedio que sumarse a la rebelión, declarando la guerra a los romanos.</p> <p>A partir de ese momento, los godos comenzaron a saquear los campos aledaños, llenos de rabia y sed de venganza. Lucipino consiguió reunir un ejército, pero fue derrotado y nuevamente las armaduras y armas de los romanos muertos sirvieron para fortalecer a las bandas godas capitaneadas por Fritigerno. Los godos eran, por el momento, amos de Tracia. Durante largos meses se dedicaron a saquear la campiña tracia, guiados en ocasiones por esclavos godos, y reforzándose con nuevos contingentes que cruzaban el Danubio, casi totalmente desprotegido. El emperador Valente, que se hallaba en Antioquía preparando la enésima campaña contra los persas, no tuvo más remedio que firmar una paz apresurada y ponerse en marcha al frente de su ejército para pacificar la campiña tracia asolada por las hordas godas. El día 8 de agosto de 378 el emperador Valente y sus tropas salieron de las afueras de Adrianópolis y marcharon durante horas. El emperador, mal aconsejado, no quiso esperar a los refuerzos que venían de Occidente, comandados por su sobrino <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Graciano_el_Joven">Graciano</a>. Valente, casi cincuentón, no quería compartir la gloria de la derrota goda con un jovenzuelo apenas veinteañero, y decidió marchar sólo al frente de sus tropas. Era un verano asfixiante. Marchaban sobre un terreno yermo sobre el cual el sol caía inmisericorde, entre inmensas nubes de polvo levantadas por miles de soldados caminando. Avistaron el campamento de los godos entre la una y las dos de la tarde. Los campamentos godos consistían en enormes círculos de carros, al estilo de los que vemos en algunas películas del Oeste. Ambos ejércitos se miraban frente a frente. Los godos insultaban y provocaban a los romanos. Éstos golpeaban sus lanzas contra los escudos. Finalmente, ante una provocación de la caballería romana, los godos entraron en combate y se desencadenó la carnicería. Sobre el papel, el ejército romano era más potente, poderoso y mejor organizado, pero justamente al comienzo de la batalla hubo un factor que contribuyó a su derrota: en esos momentos apareció el grueso de la caballería goda, que se había alejado hacía unos días para buscar provisiones. Los jinetes se abalanzaron sobre la caballería romana. Aunque los romanos resistieron cerrando filas y cubriéndose con sus escudos, la caballería fue derrotada y la infantería quedó, nunca mejor dicho, a los pies de los caballos. Lo que siguió fue una carnicería. Los godos masacraron a los romanos mientras quedó algo de luz. Los pocos que sobrevivieron pudieron escapar gracias a que cayó una noche cerrada, sin luna. No obstante, dos tercios del ejército de Valente, veteranos curtidos en cien batallas, murieron en Adrianópolis. Del emperador Valente nunca más se supo. Lo más probable es que muriera en la batalla, pero hay una versión según la cual se refugió junto a sus escoltas en una granja. Los godos la rodearon, pero Valente se negó a rendirse, y entonces los bárbaros prendieron fuego a la granja, quemando vivo al emperador. Pero eso nunca lo sabremos.</p><p>Las consecuencias de la derrota de Valente fueron desastrosas. Aunque su sucesor, <a href="http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/teodosio.htm">Teodosio</a>, pudo reconducir penosamente la situación, aniquilando algunas bandas de godos y pactando con otras, quedó en el aire la sensación de que Roma era un gigante con pies de barro, un imperio monstruoso pero lento a la hora de reaccionar, y al que se podía vencer con decisión y rapidez. El ejército romano en sí estaba formado, en su mayor parte, por bárbaros más o menos romanizados, y los gobernantes romanos se veían obligados a contratar bandas de mercenarios para reforzar sus tropas. La rebelión goda de 376 fue la demostración de que un ejército decidido podía campar a sus anchas por el interior del imperio. Paradójicamente, el desastre de Adrianópolis acabaría golpeando más en el Imperio de Occidente que en el de Oriente, puesto que los sucesivos emperadores orientales supieron "reconducir" las ansias de conquista de las nuevas oleadas de bárbaros hacia el Imperio Occidental. El resultado fue la desaparición total del Imperio de Occidente en 476 y la supervivencia del Imperio de Oriente, con el nombre de I<a href="http://tagmata.atspace.org/index.htm">mperio Bizantino</a>, hasta mediados del siglo XV.</p><p><script language="javaScript" type="text/javaScript"> MET_Videos_Externos('http://www.youtube.com/v/RXmI962hynk&hl=es&fs=1&', 425, 350, {}); </script></p><div id="div_Video_Externoflash_1" style="width: 425px; height: 350px;"><object id="ObjetoSWF" data="http://www.youtube.com/v/RXmI962hynk&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="350"><param value="true" name="allowfullscreen"><param value="false" name="menu"><param value="window" name="wmode"></object></div> <p><br /></p>Andrés Moreno Galindohttp://www.blogger.com/profile/16035534956596493248noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-53266410239502852632009-06-09T10:57:00.003+02:002009-06-09T11:12:14.822+02:00"Ágora", de Alejandro Amenábar: ¿qué Hypatia nos mostrará?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD1tS87JWJuROYzSbfjqZyiMmmO24oZlL6vnmv2fQXOYJ7_-GRfyDCX7s9Daiwj3Z3BOGeMNjJ_C_BzyvoCgZYlTKopcuYngxGDr2nr-RAovVY6LwIN9lI9XATSmS53Y0UP_4ET-7518pS/s1600-h/Hypatia_portrait.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 136px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD1tS87JWJuROYzSbfjqZyiMmmO24oZlL6vnmv2fQXOYJ7_-GRfyDCX7s9Daiwj3Z3BOGeMNjJ_C_BzyvoCgZYlTKopcuYngxGDr2nr-RAovVY6LwIN9lI9XATSmS53Y0UP_4ET-7518pS/s200/Hypatia_portrait.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5345253076203577586" border="0" /></a><br /> <p style="text-align: justify;">Mientras el resto de los mortales nos conformamos con el tráiler oficial de "Ágora", unos pocos privilegiados pudieron ver la nueva cinta de Amenábar, la quinta de su filmografía. Y, la verdad sea dicha, un cierto desasosiego me invade. Ante los comentarios generalizados que expresan la "buena acogida" de la película, algunas voces disienten de la unánime complacencia ante la película. ¿Estaremos ante un nuevo "<a href="http://mundoquelonio.blogspot.com/2006/10/curiosidades-y-muuuuuchos-errores-de.html">Gladiator", o sea, espectáculo en detrimento del rigor histórico</a>? ¿Es verdad que Amenábar ha puesto a Hypatia al frente de una <a href="http://www.luventicus.org/articulos/02Tr001/index.html">Biblioteca de Alejandría</a> que había desaparecido hacía muchos años? Con un presupuesto de 50 millones de euros, "Ágora" parece ser la apuesta más arriesgada de Amenábar. Ni terror más o menos accesible, ni fantasías oníricas, ni dramas. El director español (ya dicen por ahí, con bastante malicia, que si fracasa "Ágora" pasará a ser chileno) ha puesto su indiscutible talento al servicio de la legendaria Hypatia de Alejandría, cuya singular personalidad dentro de la durísima época en la que tuvo que vivir y, sobre todo, su terrible final, han hecho que su figura se haya analizado desde múltiples perspectivas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Porque la bellísima (a decir de sus contemporáneos) Hypatia ha sido reivindicada por científicos, feministas, librepensadores, ateos, racionalistas, etc... Se la ha considerado como mártir de la Ciencia, se ha querido ver en su brusco y horrendo final el último suspiro del Mundo Clásico, el funesto final de la época de la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento y el paso al largo reinado de la superstición y oscurantismo. Ha sido considerada por los movimientos feministas como ejemplo de mujer liberada, y por el mundo científico como paradigma de científica inquieta y ávida de conocimientos. Todos han intentado apropiarse de Hypatia, como vulgarmente se dice "arrimando el agua a su molino", ideológico en este caso. ¿Qué harás tú con Hypatia, Alejandro? Un servidor, bibliotecas aparte, tiene confianza en el director, y se hará presente en el mejor cine donde estrenen "Ágora" el próximo mes de Septiembre. De todas maneras, si Alejandrito se merece un buen collejón tras el estreno, hagámoslo con conocimiento de causa. Echémosle un vistazo a la historia de nuestra heroína, esperando que el día del estreno nuestras manos solamente sirvan para aplaudir, y no para impactar (aunque sea simbólicamente) en la nuca de nuestro premiado director.<br /></p><p style="text-align: justify;">Hypatia nació en <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandr%C3%ADa">Alejandría</a> en un año sobre el que existen serias discrepancias. Unos dicen que en 355 y otros que en 370, no sabemos si este desacuerdo se debe a falta de información histórica o a que nuestra heronína también fue una precursora de nuestras más avezadas folclóricas en el arte de quitarse años. Sea como fuere, Hypatia, como hemos dicho, nació en Alejandría, ciudad egipcia de singulares características. Había sido fundada por <a href="http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/4186.htm">Alejandro Magno</a> en el año 332 a. C. dentro de su espectacular "tournée" conquistadora, que le proporcionó un imperio tan amplio como efímero. De todas maneras, el gran Alejandro sólo retornaría a Alejandría como cadáver. A su muerte, sus generales se enzarzaron en disputas para hacerse con las tierras conquistadas por Alejandro. Todos acabaron "palmando", menos <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ptolomeo_I_S%C3%B3ter">Ptolomeo</a>, que logró afianzar su poder sobre Egipto y murió de muerte natural con 82 años, siendo el único <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Diadoco">diádoco</a> de Alejandro que no murió asesinado. Con él nacía la dinastía Ptolemaica, que perduraría durante casi 300 años, hasta la muerte de su última representante, la archiconocida Cleopatra. Pero ésa es otra historia.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Ptolomeo fue extraordinariamente hábil en lo que se refiere a la política interior de su nuevo imperio. Practicando un minucioso "encaje de bolillos" político, logró conciliar los intereses y tradiciones de las tres "etnias" preponderantes en el país. Por un lado los greco-macedonios, que asumirían los principales puestos en la administración y el ejército. Por otro lado los egipcios "de toda la vida", que vieron cómo sus tradiciones y religión eran respetadas por el nuevo Faraón, aunque se convirtieron en los "machacas" de la nueva clase dirigente, y los judíos, que prosperaron gracias a la "vidilla" que los Ptolomeos les dieron, convirtiéndose así en una gran fuerza social y económica.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Alejandría estaba en territorio egipcio, pero en realidad poco tenía que ver con el resto del país. Era, en realidad, una ciudad fuertemente helenizada, extraordinariamente rica gracias al comercio (Egipto era el granero de Roma, con capacidad para hacer pasar hambre a los orgullosos romanos simplemente "cortando el grifo" de los envíos de grano) y que, gracias a los buenos oficios de los gobernantes, se convirtió también en uno de los principales focos de cultura y sabiduría del Mediterráneo. Ptolomeo había adoptado la iconografía tradicional de los faraones en gran parte del país, pero Alejandría era la "niña de sus ojos", la puerta por donde introduciría la cultura helénica en el país. El experimento le dio resultado, por lo menos más que a sus "coleguillas" de generalato, y greco-macedonios, egipcios y judíos convirtieron a Alejandría en uno de los puntales económicos y culturales del mundo pre-romano.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">A la muerte de Cleopatra Egipto pasa a ser una provincia romana bajo mando directo del emperador, dada su importancia estratégica y económica. Los romanos intentaron conservar la majestuosa Biblioteca, incluso abriéndola al público en general, pero para la época que nos ocupa, esto es, finales del siglo IV y principios del siglo V, tanto la Biblioteca original como su "biblioteca hija", el Serapeo, habían sido destruidas. No se sabe demasiado sobre cómo desapareció la Biblioteca original, pero sí se conocen las causas del fin de la "biblioteca hija". En 391 el patriarca de Alejandría, Teófilo, asalta el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Serapeo">Serapeo</a> al frente de una violenta turbamulta de fanáticos cristianos, lo arrasan y demuelen piedra por piedra, edificando en su lugar una Iglesia.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Y es que Hypatia nació en tiempos complicados. El cristianismo se había adueñado completamente del Imperio, y lo había hecho a una velocidad vertiginosa. En 313 <a href="http://www.vidasdefuego.com/biografia-constantino-el-grande.htm">Constantino</a> había promulgado el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Mil%C3%A1n">Edicto de Milán</a>, en el que se reconocía la libertad religiosa en el Imperio, y en unas pocas décadas los antaño perseguidos se habían convertido en perseguidores. Favorecidos por los emperadores que sucedieron a Constantino (con el breve paréntesis de <a href="http://www.imperiobizantino.com/juliano.htm">Juliano el Apóstata</a>) primero se dedicaron a consolidar su religión, depurando a los diversos "sectores críticos", como los <a href="http://www.imperiobizantino.com/arrianismo.html">arrianos</a>. Después volvieron sus ojos hacia los paganos, sus antiguos perseguidores, y al grito de "¡Es la hora de los mamporros!", pasaron ampliamente del tema de poner la otra mejilla y se dedicaron a devolver los palos recibidos, multiplicándolos por veinte. Arrasaron con saña los templos paganos, y las estatuas de sus orgullosos dioses se vieron arrastradas por los suelos. Persiguieron y mataron a adivinos, sacerdotes paganos, helenistas, quemaron bibliotecas, y consiguieron la ilegalización de los ritos paganos bajo pena de muerte. En resumen, en unos 50 años le dieron la vuelta a la tortilla y comenzaron la tarea de exterminar los últimos vestigios de paganismo en todo el territorio romano.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Así estaban las cosas en la época en la que vivió Hypatia de Alejandría. No sabemos quién fue su madre, pero sí quién fue su padre, <a href="http://ciencia.astroseti.org/matematicas/articulo.php?num=3670">Teón de Alejandría</a>, matemático, filósofo y astrónomo de vasta cultura, de gran prestigio en el mundo cultural alejandrino. Teón proporcionó a su hija una educación completa, tanto física como cultural. Hypatia viajó a Roma y Atenas para completar su educación. En Atenas logró la corona de laurel que solamente se otorgaba a los estudiantes más destacados. Ya de vuelta en su terruño, Hypatia superó la fama de su padre. Cual precursora de Leonardo da Vinci, destacó en varios campos del saber, Enseñó filosofía, convirtiéndose en la autoridad más destacada de la Escuela Neoplatónica. También enseñó matemáticas, y escribió tratados sobre Álgebra, Astronomía y Geometría, que desgraciadamente no han llegado hasta nosotros. Destacó también en la mecánica, inventando o perfeccionando diversos aparatos de medición. Entre sus alumnos figuraban cristianos, paganos y judíos. Dicen que se mantuvo virgen, aunque algunas fuentes mencionan que fue esposa de un tal Isidoro, el Filósofo (lo cual nos lleva a pensar que, o nos mienten sobre su virginidad, o su amor era meramente... neoplatónico).</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Hemos mencionado anteriormente que la situación en Alejandría era complicada. La ciudad era un polvorín ideológico a punto de estallar, y a esto hay que sumarle el tradicional carácter "broncas" de los alejandrinos, que se echaban a la calle a las primeras de cambio arramblando con todo lo que encontraban. Eran célebres las rebeliones espontáneas, que dejaban las celebraciones del Barça en Canaletas a la altura del betún. Sus linchamientos salvajes eran célebres en la Antigüedad. Hasta 412 el patriarca de Alejandría era <a href="http://www.conoze.com/doc.php?doc=5514">Teófilo</a>, que había obtenido del emperador <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Teodosio_I">Teodosio</a> la autorización para demoler los templos paganos de la ciudad, no dejando piedra sobre piedra. Si el amigo Teófilo era un fanático, su sucesor tras su muerte, <a href="http://www.mercaba.org/SANTORAL/Vida/06/06-27_CIRILO_de_ALEJANDRIA.htm">Cirilo</a>, superó ampliamente su intransigencia. El hombre fue rápidamente a por faena, y en un tiempo récord expulsó a los judíos, arrasó sus sinagogas y construyó iglesias sobre sus restos, acabando abruptamente con cientos de años de convivencia más o menos pacífica. Estos hechos le enfrentaron con el gobernador imperial, el prefecto Orestes, amigo y alumno de Hypatia, el cual intentó sin éxito la caída del futuro San Cirilo, granjeándose el "cariño" eterno del rencoroso patriarca.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">A partir de este hecho, Cirilo creó un ambiente de animadversión hacia Hypatia, a quien acusaba de influir en el prefecto Orestes para intentar provocar su caída. Durante la celebración de la Cuaresma del año 415. Hypatia fue arrancada de su carruaje por una horda enfurecida dirigida por un tal Pedro el Lector (evidentemente, no de las obras de Hypatia). La desnudaron, la golpearon, la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar a una iglesia. Allí intentaron que Hypatia renegara del paganismo y besara la cruz. Se negó. La descuartizaron con conchas marinas, arrancaron sus miembros, pasearon sus restos por la ciudad y acabaron su hazaña quemándolos en un crematorio. No se sabe si los responsables fueron los habitantes de Alejandría (de natural propensión a este tipo de descontroles, como ya se ha mencionado) o los llamados monjes nitrianos, una especie de guardia pretoriana de Cirilo. Los intentos de investigar el crimen fueron abortados por el propio Cirilo, el cual echó tierra sobre el asunto hasta el crimen quedó finalmente impune.</p><div style="text-align: justify;"> El horrendo final de Hypatia quedó como un hito simbólico, el violento y convulso final de la Edad Clásica. Como decía al principio, cada cual se apropió del mito de Hypatia, simpatizantes y detractores. Mujer de ciencia o bruja, primera feminista o hechicera diabólica, adalid del libre pensamiento o arpía intrigante. Alejandro... ¿qué vas a hacer tú con Hypatia? </div><p style="text-align: justify;"><script language="javaScript" type="text/javaScript"> MET_Videos_Externos('http://www.youtube.com/v/3yxt-CRbpEc&hl=es&fs=1&', 425, 350, {}); </script></p><div style="text-align: justify;"> </div><div id="div_Video_Externoflash_2" style="width: 425px; height: 350px; text-align: justify;"><object id="ObjetoSWF" data="http://www.youtube.com/v/3yxt-CRbpEc&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="350"><param value="true" name="allowfullscreen"><param value="false" name="menu"><param value="window" name="wmode"></object></div> <p style="text-align: justify;"><script language="javaScript" type="text/javaScript"> MET_Videos_Externos('http://www.youtube.com/v/-WSU-hh2j2g&hl=es&fs=1&', 425, 350, {}); </script></p><div id="div_Video_Externoflash_1" style="width: 425px; height: 350px; text-align: justify;"><object id="ObjetoSWF" data="http://www.youtube.com/v/-WSU-hh2j2g&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="350"><param value="true" name="allowfullscreen"><param value="false" name="menu"><param value="window" name="wmode"></object></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Andrés Moreno Galindohttp://www.blogger.com/profile/16035534956596493248noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-9203734935285641312009-05-26T21:20:00.002+02:002009-05-26T21:24:32.890+02:00La policía devuelve su rostro a Publio Quintilio Varo, gobernador de Germania<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ-s1EUvSi5MXvUe4f57p40n-o5pq-G3dwGpQGzB6RRmIUzwi4fHiS0813SUaCUavQRsDPdv7WB5zBmp4iiXlQhxGZAVbLt5iEv2DGf8Cb4eWWevJzE17CKTAMO2aQe0K-lqOAKBMXRCeH/s1600-h/MONEDA_R--253x190.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 253px; FLOAT: left; HEIGHT: 190px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340215517404358722" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ-s1EUvSi5MXvUe4f57p40n-o5pq-G3dwGpQGzB6RRmIUzwi4fHiS0813SUaCUavQRsDPdv7WB5zBmp4iiXlQhxGZAVbLt5iEv2DGf8Cb4eWWevJzE17CKTAMO2aQe0K-lqOAKBMXRCeH/s320/MONEDA_R--253x190.jpg" /></a><br /><div><a href="http://www.abc.es/20090512/cultura-arqueologia/policia-devuelve-rostro-publio-200905121358.html"><span style="font-size:85%;">http://www.abc.es/20090512/cultura-arqueologia/policia-devuelve-rostro-publio-200905121358.html</span></a></div><br /><div><span style="font-size:85%;"></span></div><br /><div><span style="font-size:85%;">La policía alemana ha utilizado los métodos mas modernos de identificación para reconstruir el rostro de Publio Quintilio Varo, el gobernador romano de la provincia de Germania Magna que perdió la vida y tres legiones completas en la legendaria batalla de la selva Teutoburgo.<br />Coincidiendo con el 2000 aniversario de la derrota ante las tribus germanas que conmocionó a Roma, miembros del departamento de identificación visual de la Oficina de Investigación Criminal de Düsseldorf han logrado devolver la cara al responsable de la muerte de hasta 20.000 soldados romanos.<br />Para ello se han servido de monedas acuñadas con el rostro de Varo cuando este fue gobernador romano en el norte de África, entre ellas una emitida en Achulla, que permite "identificar claros rasgos individuales", explicó hoy el profesor Dieter Salzmann del Instituto Arqueológico de la Universidad de Münster.<br />A pesar de que las monedas utilizadas para la identificación visual presentaban un fuerte desgaste por el paso del tiempo, los expertos han podido devolver a Varo su nuez pronunciada, una nariz afilada, un gesto de boca hacia abajo, párpados caídos y un aspecto general de persona bien alimentada. Para ello, y en base a las imágenes de las distintas monedas, utilizaron un programa informático especial para la elaboración de retratos robot que permite ir definiendo los rasgos de un rostro hasta reproducir con la mayor fidelidad posible el original.<br /><br />Los problemas de la reconstrucción<br />"Lo mas problemático es que las monedas presentaban siempre a Varo de perfil, mientras los retratos robot son siempre reproducciones de frente", señaló Salzmann, quiense mostró satisfecho con los resultados alcanzados por los criminólogos de Düsseldorf. La elaboración del retrato robot de Varo se produce pocos días antes de la inauguración de varias exposiciones conmemorativas de la batalla de Teutoburgo, en la que miles de germanos acosaron y atacaron durante varios días las legiones XVII, XVIII y XIX, así como varias unidades de caballería y tropas auxiliares, hasta su aniquilación total.<br />El museo romano de Haltern, el museo regional de Detmold y el museo arqueológico de Kalkriese, todos al oeste de Alemania, ofrecerán hasta después del verano la muestra conjunta "Imperio-Conflicto-Mito" sobre la batalla que frenó la expansión de Roma hacia el norte de Europa.<br />A las órdenes del príncipe germano Arminius, educado en Roma y hombre de confianza de Varo, a quien traicionó para volver con su pueblo, miles de guerreros germanos de distintas tribus coordinaron por primera vez sus fuerzas para expulsar a los invasores. Tras abandonar con sus hombres la columna de tropas de Varo, que tenía la misión de desarrollar la administración romana y recaudar impuestos en los nuevos territorios conquistados en Germania, Arminius dirigió la ofensiva germana que exterminó a las fuerzas de elite romanas.<br />Los historiadores calculan que la columna de fuerzas de Varo tenía una longitud de hasta 20 kilómetros y que los germanos la acosaron con una táctica de guerra de guerrillas para fraccionarla e irla destruyendo poco a poco en los profundos bosques de lo que hoy es el occidente de Alemania. A la vista de la derrota total y tras cuatro días y noches de combates incesantes, Varo acabó suicidándose con su propia espada junto a otros oficiales de su tropa, mientras su cabeza, tras ser decapitada, acabó enviada a Roma.<br />"Quintili Vare, legiones redde!" (Varus, devuélveme mis legiones), dijo el emperador Augusto al conocer el alcance de la derrota, de consecuencias tan traumáticas, que Roma nunca volvió a formar legiones con la numeración de las tres exterminadas.<br /><br /></span><span style="font-size:100%;color:#33cc00;"><em>«Quintili Vare, legiones redde!» (Varus, devuélveme mis legiones), dijo el emperador Augusto al conocer el alcance de la derrota</em></span></div>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-80438631735750388922009-02-27T20:43:00.002+01:002009-02-27T20:47:00.349+01:00Guerra Química en Tiempos del Imperio Romano<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitIkONmgnibJV5qOiWzus2WZO3WlVSRPHgi29trIJ_cCADVdmnz2BIgedjqMFRjMPSF18LsPCGDwIa-RAdGwAVfbnZKWPkSZJ62d0T_CLBLWvK1Xg2rOX6eayNkJ9lmiUsxb3dyoSxxs4A/s1600-h/270209b.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5307565951795288706" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 250px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitIkONmgnibJV5qOiWzus2WZO3WlVSRPHgi29trIJ_cCADVdmnz2BIgedjqMFRjMPSF18LsPCGDwIa-RAdGwAVfbnZKWPkSZJ62d0T_CLBLWvK1Xg2rOX6eayNkJ9lmiUsxb3dyoSxxs4A/s320/270209b.jpg" border="0" /></a><br /><div><span style="font-size:85%;">Un investigador de la Universidad de Leicester ha identificado lo que parece ser la evidencia arqueológica más antigua de armamento químico, remontándose nada menos que a tiempos del Imperio Romano<br /><br /><br />Simon James, arqueólogo de la Universidad de Leicester, ha presentado indicios de que una veintena de soldados romanos, encontrados en una antigua mina asediada en la ciudad de Dura-Europos, Siria, fallecieron no como resultado de una estocada con espada o de un lanzazo, sino asfixiados.<br /><br />Dura-Europos, ciudad a orillas del Éufrates, fue conquistada por los romanos, quienes entonces instalaron allí una gran guarnición de tropas. Alrededor del año 256 d. C., la ciudad fue sometida a un feroz asedio por parte de un ejército del emergente Imperio Persa-Sasánida. La dramática historia ha sido reconstruida exclusivamente a partir de restos arqueológicos, pues ningún texto antiguo la describe. Las excavaciones en el área comenzaron en la década de 1920 y se prolongaron durante la de 1930. Sin embargo, no todo fue descubierto entonces ni mucho menos. Al ser reanudadas las excavaciones en años recientes, han acabado dando como resultado varios descubrimientos espectaculares.<br /><br />Los sasánidas emplearon todo el arsenal de técnicas de asedio antiguas para superar las defensas de la ciudad, incluyendo excavación de minas para vencer sus murallas. Los defensores romanos respondieron abriendo "contraminas" para rechazar a los atacantes. En una de esas estrechas y bajas galerías subterráneas, se encontró, en la década de 1930, un montón de cuerpos, de cerca de 20 soldados romanos todavía con sus armas. Recientemente, mientras James trabajaba en el yacimiento arqueológico, reexaminó la "escena del crimen" tratando de averiguar la causa de muerte de estos soldados, y cómo llegaron al lugar donde fueron encontrados.<br /><br /><br /><br />A juzgar por los cadáveres, parece claro, tal como señalan los arqueólogos, que cuando mineros y contramineros se encontraron, los romanos perdieron la escaramuza. Un análisis cuidadoso de la disposición de los cuerpos demuestra que estos fueron apilados intencionadamente contra la boca del túnel romano, usando a sus víctimas para crear una barrera de cuerpos y escudos, paralizando así el contraataque romano mientras prendían fuego a la contramina, colapsando la galería, lo que permitió a los persas proseguir con su operación de avance subterráneo. Esto explica el por qué se encontraron los cuerpos en esa posición. ¿Pero cómo murieron? Matar a 20 soldados en un espacio con menos de 2 metros de altura o anchura, y de cerca de 11 metros de longitud, requería de los persas una fuerza de combate sobrehumana, o bien algo más insidioso.<br /><br />Los hallazgos realizados en el túnel romano revelaron que los persas emplearon betún y cristales de azufre para quemarlo. Cuando ardieron, tales materiales produjeron densas nubes de gases asfixiantes.<br /><br />Los persas debieron oír a los romanos mientras excavaban el túnel de contraataque, y prepararon una peligrosa sorpresa para ellos. Los arqueólogos creen que los sasánidas colocaron braseros y fuelles en su galería, y cuando los romanos abrieron un boquete, los sasánidas vertieron la mezcla de productos químicos y bombearon nubes de humo sofocante dentro del túnel romano a través del agujero. La partida de asalto romana quedó inconsciente en cuestión de segundos, muriendo pocos minutos después.<br /><br />Información adicional en:<br /><br /></span><a href="http://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=902:university-of-leicester-archaeologist-uncovers-evidence-of-ancient-chemical-warfare&catid=35:archaeology&Itemid=55"><span style="font-size:85%;">Scitech News </span></a></div><br /><div><span style="font-size:85%;"></span></div><br /><div><span style="font-size:85%;">Fuente: </span><a href="http://www.amazings.com/ciencia/noticias/270209b.html"><span style="font-size:85%;">http://www.amazings.com/ciencia/noticias/270209b.html</span></a></div>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-82820556965652371082009-02-27T20:38:00.001+01:002009-02-27T20:42:47.991+01:00Miranda de EbroDebido al cerro de avisos sobre copyrights del articulo solo reproduzo el enlace al mismo:<br /><br /><strong>En busca de la ciudad perdida, el yacimiento de Arce-Mirapérez</strong><br /><br /><a href="http://www.sietesemanal.com/sociedad/4011.php">http://www.sietesemanal.com/sociedad/4011.php</a>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-48328884567956064702009-02-27T16:14:00.002+01:002009-03-22T22:27:18.652+01:00Amenábar desvela la épica romana de ´Ágora´<a href="http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=479852">http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=479852</a><br /><br />La nueva película de Alejandro Amenábar tras el Oscar del 2004 por Mar adentro es de romanos, está localizada en Alejandría en el siglo IV cuando el Imperio Romano dominaba Egipto, se titula Ágora y se estrenará el próximo otoño. Protagonizada por Rachel Weisz (en la foto recibe instrucciones del realizador durante un momento del rodaje en Malta), se trata de "una historia del pasado sobre lo que está pasando ahora, un espejo para que el público observe y descubra que el mundo no ha cambiado tanto", señala el realizador.M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-17781667874167025622009-02-09T11:14:00.017+01:002009-02-09T11:59:12.847+01:00Ludi Circenses en el Circo Romano de Emerita<div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><span style="font-size:85%;">Por: Juan Sanguino Collado para </span><a href="http://www.extremaduraaldia.com/"><span style="font-size:85%;">www.extremaduraaldia.com</span></a></div><br /><div><a href="http://www.extremaduraaldia.com/reportajes/ludi-circenses-en-el-circo-romano-de-emerita/72710.html"><span style="font-size:85%;">http://www.extremaduraaldia.com/reportajes/ludi-circenses-en-el-circo-romano-de-emerita/72710.html</span></a><span style="font-size:85%;"><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLN3BnO9JByQvpKvHE2zMxkdw9oeUxOqvaU0hMmL33KvH3P2u96YW5JgjgGdRbZndLB95vIU3OFKHEhyLHEI5xUQSQ6gH67IUtfYn6sIJxECKx3ZT-ZFFxjVYCX-NuWPXe0DYezL9YhoQr/s1600-h/img090205184751_1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300740983831117954" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 161px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLN3BnO9JByQvpKvHE2zMxkdw9oeUxOqvaU0hMmL33KvH3P2u96YW5JgjgGdRbZndLB95vIU3OFKHEhyLHEI5xUQSQ6gH67IUtfYn6sIJxECKx3ZT-ZFFxjVYCX-NuWPXe0DYezL9YhoQr/s320/img090205184751_1.jpg" border="0" /></a>El Circo romano era una de las instalaciones lúdicas más importantes de las ciudades romanas. Junto con el Teatro y el Anfiteatro formaba la trilogía del ocio y la cultura romana por antonomasia. El Circo Romano de Mérida se encuentra en las afueras de la ciudad romana, junto al valle del río Albarregas, en una zona de fácil comunicación y cómodos accesos. El suave declive del terreno fue aprovechado para acomodar parte del graderío.<br /><br />Los restos de este tipo de construcciones son escasos, ya que al tratarse de construcciones generalmente muy extensas en superficie, habitualmente estos solares han sido reedificados, perdiendo así su estructura general. El circo de Mérida, debido a su gran extensión, fue edificado a unos 500 m. fuera de la muralla, en una vaguada situada en un lateral de la vía de acceso a la ciudad, al lado de la calzada que unía Emerita con Corduba (Córdoba) y Tolletum (Toledo).<br /><br />Es el circo mejor conservado de Hispania y uno de los mayores del mundo romano. No puede determinarse con certeza la fecha de su construcción (se supone su inicio hacia el año 20 y su inauguración en el 50), además, las competiciones que se celebraron en ella gozaron de gran aceptación por el público, por lo que se remodeló y actualizó permanentemente, pero hay constancia de que en el siglo IV d.C. el conde Tiberio Flavio Leto y el gobernador Julio Saturnino reconstruyeron el circo, según reza una inscripción conservada en el Museo Nacional de Arte Romano, que testimonia la restauración del circo por parte de los sucesores de Constantino el Grande, entre los años 337 y 340, dando fe de la importancia oficial que se concedía a estos edificios, y de cómo servían a los emperadores para su mayor honra y prestigio ante la población.<br /><br />El interior del Circo emeritense es de unos 30.000 metros cuadrados y posee una longitud de 403 metros y una anchura de 96,50 m. (115 m. incluyendo el graderío).Este Circo poseía una capacidad aproximada de unos 30.000 espectadores. En el centro de la arena se encontraba el muro de separación (spina) de más de 230 m. Esta spina se decoró con obeliscos, pilastras y esculturas cuyas huellas se pueden apreciar aún hoy en los restos de su cimentación. Alrededor de ella corrían los carros conducidos por los diestros aurigas, generalmente de dos caballos, bigae, o de cuatro, quadrigae. Por las dimensiones de la pista es difícil que pudieran competir más de cuatro carros a la vez (en el caso de bigae se llegaría incluso a carreras con 12 carros).Cada carrera (missus) constaba de siete vueltas (spatia) en sentido contrario a las agujas del reloj y las metas estarían en ambos vértices de la spina.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmG9uEaw3APAeHTqT12hTzVYsCMhEhx0RRnx8uiAgYXgcUpiPUDav_tB5f6fs0q0r1N80Ym1Kx1weM1eSC93jX4A6nNbfnotXuoRliASeRCwjoRdgQ8suWtxTvr9k_gikhZdrw6Eybaw9o/s1600-h/img090205185426_2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300741156745662370" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 208px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmG9uEaw3APAeHTqT12hTzVYsCMhEhx0RRnx8uiAgYXgcUpiPUDav_tB5f6fs0q0r1N80Ym1Kx1weM1eSC93jX4A6nNbfnotXuoRliASeRCwjoRdgQ8suWtxTvr9k_gikhZdrw6Eybaw9o/s320/img090205185426_2.jpg" border="0" /></a><br />La spina emeritense es de hormigón, de unos 8.5 m. de anchura y está levantada sobre un podium de 95 cmm. de altura, que corre a lo largo de 233 m. Dicha spina no está situada en el centro exacto de la arena, ya que el corredor del lado sur es algo más espacioso que el del lado norte. Las entradas de acceso para los carros se conservan bastante bien, en concreto la monumental Porta Pompae o puerta de los desfiles, de donde partía el cortejo previo a la competición, compuesto por músicos, aurigas participantes, sacerdotes e imágenes de dioses. Junto a ella encontramos los restos de doce carceres, seis a cada lado,(lit. cárcel, calabozo), barreras, puntos de salida de los carros. Estas carceres eran rectangulares, con cuatro pilares en sus vértices y un muro perimetral con pilastras adosadas. Desde estos recintos se accedía a las posiciones de salida de las carreras. En el lado opuesto se encontraba la Porta Triumphalis o puerta del triunfo.<br /><br />El graderío perimetral (caveae divididas de forma clásica en ima, media y summa), como ya hemos señalado, tendría capacidad para unos 30.000 espectadores, y en él se ubicaban dos palcos, uno para los jueces del espectáculo (tribunal iudicium) y otro, el presidencial, para las autoridades y las personas que sufragaban los juegos. La grada sur se edificó sobre la ladera de una vaguada y la norte sobre una estructura de arcos. Tenía 11 filas de asientos separadas por un pasillo perimetral, gradas ya apreciadas a principios del siglo XIX por Alexandre de Laborde en los bellísimos grabados contenidos en su Voyage Pittoresque et Historique de l'Espagne.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZD4-MpKbQVh6sNb4zWQUsXGgQH-DQZRulgm3ii2ZTKtKcYvzvJkJv_rvrwkUu4W8P_AIHIPQ7DK_eCgw2oSdkQkNYA7I6_Eoy047FL8c0fVJ-8AX0YniaCuvj-ZTwoE-B-y01RKeBSQL/s1600-h/img090205184948_3.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300741387202720338" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 107px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZD4-MpKbQVh6sNb4zWQUsXGgQH-DQZRulgm3ii2ZTKtKcYvzvJkJv_rvrwkUu4W8P_AIHIPQ7DK_eCgw2oSdkQkNYA7I6_Eoy047FL8c0fVJ-8AX0YniaCuvj-ZTwoE-B-y01RKeBSQL/s320/img090205184948_3.jpg" border="0" /></a><br />La fachada exterior del Circo era paralela a la vía de acceso a la ciudad, decorada con arcos ciegos y pilastras adosadas y revestida de placas de granito. Su fábrica interna era de mampostería y hormigón.<br /><br />Hay que decir que el uso del Circo fue más extenso en el tiempo que el del Teatro y Anfiteatro, ya que las normas cristianas eran más benevolentes con estos incruentos espectáculos de carreras, aunque con la implantación oficial definitiva del cristianismo, sucedió lo mismo que en el Teatro, Anfiteatro y demás recintos dedicados al ocio.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg90gCVeaWOdzihaUu3n0wuAWY98GEzlTUTtwAa_UrF7vJ-sCLcO8XlDHcxjZZmDMvdFATdpkqVsmbT3GvPhSWG6f7yNww0AiYgzEPdP_ZkPQ6mxOTINtSZILnVkDhYdGkoa_Mz4ysb6r33/s1600-h/img090205190101_4.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300743108833708562" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 181px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg90gCVeaWOdzihaUu3n0wuAWY98GEzlTUTtwAa_UrF7vJ-sCLcO8XlDHcxjZZmDMvdFATdpkqVsmbT3GvPhSWG6f7yNww0AiYgzEPdP_ZkPQ6mxOTINtSZILnVkDhYdGkoa_Mz4ysb6r33/s320/img090205190101_4.jpg" border="0" /></a>En los concilios de Elvira y Arlés, celebrados a principios del S.IV, fue donde prohibieron las profesiones de aurigas y cómicos:<br />si auriga aut pantomimus credere uoluerint, placuit ut prius artibus suis renuntient et tunc demum suscipiantur, ita ut ulterius ad ea non reuertantur; qui si facere contra interdictum temtauerint, proiciantur ab ecclesia<br />"si un auriga o un pantomimo quisieran creer, se decide que primero renuncien a sus artes y sólo entonces sean admitidos, de tal modo que no vuelvan a aquéllas más tarde; por lo que si intentaran obrar contra la prohibición, sean expulsados de la Iglesia".<br /><br />Como ya se ha señalado anteriormente en torno a los años 337-340 se llevó a cabo una reforma por uno de los hijos de Constantino el Grande. El motivo era porque se caía "de viejo", y se llenó de agua según consta en la inscripción hallada junto a las carceres. Dicha inscripción se halla en una lápida conmemorativa de la restauración del circo y su habilitación para espectáculos acuáticos que reza el siguiente texto:<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdsv-oXK2FSVqIoiKPBoxu6Q7gOlmN10yX5iqqQ1Txrk79BM_W7DqqW3TAn-DJzznwx5RVVY7vIK7zEoB9p54ouv07lGi52gA5abUPm-h8dmjdnwKOtbJp7Ps8Tv8QPoZ7KZsg1F7AF-zS/s1600-h/img090205185732_5.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300743307399706658" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdsv-oXK2FSVqIoiKPBoxu6Q7gOlmN10yX5iqqQ1Txrk79BM_W7DqqW3TAn-DJzznwx5RVVY7vIK7zEoB9p54ouv07lGi52gA5abUPm-h8dmjdnwKOtbJp7Ps8Tv8QPoZ7KZsg1F7AF-zS/s320/img090205185732_5.jpg" border="0" /></a>Floren[tissimo ac b]eatissimo s[ae]culo favente / feli[ci]tate [et clementia] dominorum Imperatorumque / nostror[um Flav(i) Claudi Constantini] maximi victoris / et Flav(i) Iul(i) Constanti et Flav(i) Iul(i) [Constan]tis victorum fortissi/morumque semper Augustorum circum vetustate conlapsum / Tiberius Flav(ius) Laetus v(ir) c(larissimus) comes columnis erigi novis ornamen/torum fabricis cingi aquis inundari disposuit adque(!) / ita insistente v(iro) p(erfectissimo) Iulio Saturnino p(raeside) p(rovinciae) L(usitaniae) ita conpetenter / restituta eius facies(!) sp[l]endidissimae coloniae Emeriten/sium quam maximam tribuit voluptatem<br /><br />"En este tan floreciente y bienaventurado siglo, con el favor dichoso de la época de nuestros señores y emperadores Flavio Claudio Constantino, pío, feliz y máximo vencedor, Flavio Julio Constancio y Flavio Julio Constante, vencedores y augustos siempre poderosísimos, Tiberio Flavio Leto, ilustrísimo varón y conde, ordenó que el circo, derruido por la vejez, fuera reconstruido con nuevas columnas, rodeados de construcciones ornamentales y anegado con agua y así, continuando Julio Saturnino, perfectísimo varón y gobernador de la provincia de Lusitania, su aspecto reconstruido con acierto proporcionó a la ilustre Colonia de los Emeritenses la mayor dicha que pensarse puede."<br /><br />Se supone que el Circo siguió utilizándose, haciendo caso omiso al edicto eclesiástico, ya que en el S.VI d.C., según datan la lapida sepulcral del auriga Sabinianus, enterrado en la basílica de Casa Herrera, aún se celebraban carreras. Sobre la inscripción de este auriga se encuentra un motivo típicamente cristiano: un cáliz semicircular flanqueado por palomas con ramas delante de ellas. Sólo se conserva parte de las tres primeras líneas de la inscripción:<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcbRHS-xMETbwf9UhPnGnZRjRsdtj4sKcjQvg_0sJhhyphenhyphenVZqO4653BMNJKFshtSAANNbddNfeiekWu6XUDdQl5hTEmiZkw1MshQpJ1hRmBy2DqYJibyx4y_CRZyC5FluuEti3IyucGI_Cv9/s1600-h/img090205185639_6.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300743478308383250" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 184px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcbRHS-xMETbwf9UhPnGnZRjRsdtj4sKcjQvg_0sJhhyphenhyphenVZqO4653BMNJKFshtSAANNbddNfeiekWu6XUDdQl5hTEmiZkw1MshQpJ1hRmBy2DqYJibyx4y_CRZyC5FluuEti3IyucGI_Cv9/s320/img090205185639_6.jpg" border="0" /></a>Sabinianus auriga / requieuit in pace et ui/[xit an]nis XLVI di<br />"Sabinianus, auriga, descansó en paz y vivió 46 años"<br />Es más, hay que dejar claro que muchos aurigas profesaron la fe de Cristo ya que el auriga se jugaba la vida en cada carrera, pudiendo morir en cualquiera de los accidentes que, con cierta frecuencia, se producían en la arena del circo. Es natural, por tanto, que fueran gentes supersticiosas y que incluso fueran devotos creyentes de creencias que les asegurasen, no sólo la salvación del cuerpo, sino, además, en caso de un desastre irreparable, la salvación del alma.<br /><br />Entre el inmenso abanico de religiones mistéricas, venidas en su mayoría de Oriente, no se puede descartar el cristianismo( además, a pesar de la incondicional condena de los Padres de la Iglesia, la única forma que tuvo el cristianismo de vencer a los juegos fue haciéndolos suyos, como vino haciendo durante siglos con muchos otros aspectos del mundo pagano)<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFyCzGHPzTxTNvF9_SjQKK07bDGeNDQsO5e9QR4R0QJOF62Apg_4172MYN1TynvxR8JU2F4I-rsbOOal4c15ss2TqSKl3Rp5id3FU12C4qNZ9-WnDC5rzhG9WsvTXVaAyOTRTDvXv-Ey4z/s1600-h/img090205184556_7.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300743801880252002" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 224px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFyCzGHPzTxTNvF9_SjQKK07bDGeNDQsO5e9QR4R0QJOF62Apg_4172MYN1TynvxR8JU2F4I-rsbOOal4c15ss2TqSKl3Rp5id3FU12C4qNZ9-WnDC5rzhG9WsvTXVaAyOTRTDvXv-Ey4z/s320/img090205184556_7.jpg" border="0" /></a><br />La pasión que despertaba este espectáculo se puede apreciar en las pinturas, esculturas y mosaicos de temática circense (significativos del deseo de victoria para los aurigas son la leyenda uincas, que aparece a menudo bajo su forma griega nika en algunos mosaicos, el nombre de los favoritos: Eutimi uincas, Pannoni nika(aparecidos en pseudo-monedas contorniatas), Marcianus nicha, el nombre del auriga asociado a su factio: Eustorgius in prasino; Domninus in veneto o la aparición del monograma PL (o PE), interpretado como símbolo de la victoria y que hacía alusión a la palma y a la corona de laurel: palma et laurus), así como textos literarios relativos al mismo, destacando el auriga lusitano Cayo Apuleyo Diocles, que triunfó en Roma como mejor conductor de carros de todos los tiempos, suponiéndosele el inicio de su meteórica carrera en el Circo de Emerita.<br /><br />Hoy en día relacionamos los espectáculos circenses romanos con las carreras de cuadrigas, pero en realidad constaban de muchas y diversas actuaciones, sucediéndose las exhibiciones hípicas mezcladas con acrobacias, carreras de atletas, o las carreras de dos (bigae), tres (trigae), cuatro (quadrigae) o más caballos (en ocasiones se llegaban a juntar en un mismo tiro 6, 8 o 10 caballos, decemiuges), todo ello con una entrada espectacular precedida por el sonido de las trompetas. En la spina se podía ver cómo las figuras que la decoraban eran retiradas una a una, generalmente huevos de piedra o estatuillas de delfines, según se sucedían las vueltas (vienen aquí a la mente las imágenes de las carreras de quadrigae de la película Ben-Hur).<br /><br />Las carreras empezaban con el lanzamiento de un pañuelo blanco (mappa), gesto realizado por el organizador del evento, cónsul o magistrado, personaje ataviado de manera ostentosa, y bajo él, en la arena, los carros estaban ordenados según les había correspondido en un sorteo previo situándose los aurigas con sus caballos y delante de ellos una cuerda atada a piezas de mármol para marcar la salida rápidamente de modo que, al comenzar al mismo tiempo, la carrera fuese más justa.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyb2ZKH2YBluerAumDE1WTvuWlo7F4Cu-EnEBgLbg4TpX_b2jIwTXJayHYnjv7Yv3lkgo8keJAe0Y0-zPwrVhdjjoAhUgUNEzPWJbqfINdH9xbekCXb7sUqZQSs5kdL6GQ2ae9_rt5YHYv/s1600-h/img090205185829_8.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300744007788009106" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 267px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyb2ZKH2YBluerAumDE1WTvuWlo7F4Cu-EnEBgLbg4TpX_b2jIwTXJayHYnjv7Yv3lkgo8keJAe0Y0-zPwrVhdjjoAhUgUNEzPWJbqfINdH9xbekCXb7sUqZQSs5kdL6GQ2ae9_rt5YHYv/s320/img090205185829_8.jpg" border="0" /></a>Cada uno de los equipos eran llamados factio, bien diferenciados por un color, el blanco de la factio albata, el verde de la factio prasina, el azul de la factio veneta y el rojo de la factio russata(durante la República existían solo dos factiones, la russata y la albata. A comienzos del siglo I se añade la factio prasina y la factio veneta y a finales del siglo III, los "blancos" se unieron a los "verdes", y los "rojos" a los "azules", aunque no dejaron de existir en la arena).<br /><br />Esto ayudaba al público a identificar a su equipo y hacer apuestas a la cuadriga vencedora. Cada factio estaba compuesta por los conductores de los carros (aurigae muy bien pagados como las actuales estrellas de fútbol o F1), mozos de cuadra, adiestradores (doctores y magistri), veterinarios (medici), reparadores (sarcinatores), guarnicioneros (sellarii), guardas de cuadra (conditores), palafreneros (succonditores), almohazadores y abrevadores encargados de refrescar con agua los ejes de los carros y los caballos (sparsiores), así como los iubilatores, los hinchas que con sus gritos animaban a su cuadra y a sus carros siguiéndolos a pie o a caballo.<br /><br />Al inicio de la carrera el estruendo era increíble ya que cuanta más dificultad mayor era la expectación, los circos eran relativamente estrechos así que cuando la factio giraba se podrían producir choques entre ellos o contra las columnas. Una carrera limpia era una carrera aburrida y un auriga arriesgado se convertía en un ídolo de masas, parecido si cabe a la popularidad de los grandes gladiadores romanos. Como más arriba se ha señalado, completaban siete vueltas (algo más de ocho kilómetros), después de las cuales, el vencedor recibía la aclamación del público y compensaciones económicas por parte del organizador (o en Roma incluso por el emperador).<br />Más pasión que la lucha (munera gladiatoria) desataron en Roma las carreras de carros, llegando incluso a producir divisiones partidistas entre los asistentes. Arrastraba tantas o más pasiones que el fútbol actual en el mundo antiguo.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUkK6xfz7Zydm74bwmHB9tfEwV-mjkN-1u3wUC1fdi1T4weqS9gyaooqsvBfG3xuRL7Q1UBob3zB1i9IoYykCXf7J2b6NjUDKZfKTDlr18KKRpLXfurg768IQqlFXgUQqC8w7aLGOMp3FB/s1600-h/img090205205849_9.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300744269306782194" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 201px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUkK6xfz7Zydm74bwmHB9tfEwV-mjkN-1u3wUC1fdi1T4weqS9gyaooqsvBfG3xuRL7Q1UBob3zB1i9IoYykCXf7J2b6NjUDKZfKTDlr18KKRpLXfurg768IQqlFXgUQqC8w7aLGOMp3FB/s320/img090205205849_9.jpg" border="0" /></a><br />En su origen las carreras se celebraban en honor de Consus, una deidad agraria por lo que el evento se integró en las fiestas celebradas en abril para honrar a la diosa de la cosecha, Ceres (Cerealia). La carrera iba precedida también de un desfile (pompa) que en Roma partía del Capitolio, atravesaba el foro y llegaba al Circo Máximo. Tras el desfile se procedía al sorteo para determinar el lugar de salida de cada una de las facciones en liza: blancos, azules, rojos y verdes. Los carros estaban tirados generalmente por cuatro caballos y se situaban en su correspondiente carcer. El presidente daba la salida, momento en el que estallaba el delirio. La carrera no era una cuestión de rapidez sino de táctica y técnica. Colocarse bien y obstaculizar los progresos del contrario era más importante que poseer caballos veloces.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglnM_ZZGvdwFIBWZ8bgV2sKZPc1k7nLBPomRvNZidrLJDqHvHD30bDbSvQWTZ0OlY_cKNyZKhHfMY-reyKEuGq3Hx_dRrK456SrPpcy_KFaU7gQPgNA7AYP4EHpCsClVlDzrhKSmMqPE7l/s1600-h/img090205211157_10.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300748615726817922" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 225px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglnM_ZZGvdwFIBWZ8bgV2sKZPc1k7nLBPomRvNZidrLJDqHvHD30bDbSvQWTZ0OlY_cKNyZKhHfMY-reyKEuGq3Hx_dRrK456SrPpcy_KFaU7gQPgNA7AYP4EHpCsClVlDzrhKSmMqPE7l/s320/img090205211157_10.jpg" border="0" /></a>Los aurigae o agitatores iban de pie sobre los carros armados con su fusta, vestidos con una túnica corta sujeta al cuerpo con correajes, la tela de la túnica era del color de la facción a la que pertenecía, la cabeza estaba protegida por un casco y llevaban un pequeño cuchillo en el cinturón para cortar las riendas en caso de caída ya que muchas veces iban atadas al cinturón. El equino fundamental era el de la izquierda (funalis), enganchado en la parte externa del carro por medio de una cuerda (funis) para que al dar la vuelta a la meta, hiciese una curva muy cerrada, ganara tiempo y el carro no volcara.<br /><br />El caballo de la izquierda estaba unido al eje y el de la derecha al lateral en marcha, en lugar de por un yugo, como estaban unidos los caballos del centro (introiuges). La compenetración del auriga con este caballo, después de muchos entrenamientos, debía ser total, ya que debía realizar los giros guiando al resto de caballos. Con las riendas atadas a la cintura, los aurigas iban muy tensos ya que tenían que hacer un doble esfuerzo: mirar adelante, alentar y conducir a sus caballos, controlando que no volcaran por exceso de velocidad, mientras evitaba que algún carro que quisiera adelantarlo chocara con él o le hiciera chocar contra las paredes y sufrir un accidente.<br />Era bastante fácil volcar el carro, chocar contra la spina o contra otro carro, lo que en el argot se llamaba "naufragar".<br /><br />En caso de peligro o accidente (naufragium), el auriga cortaba las riendas con un cuchillo para no ser arrastrado por los caballos y el carro. La victoria se decidía en los últimos metros, cuando el público enloquecía apoyando a su factio. Incluso existía cierta correspondencia cromática con las clases sociales. Los partidarios de la factio veneta se reclutaban entre los miembros de la aristocracia mientras los de la factio prasina eran gentes de estrato más humilde. El espíritu partidista llegó a provocar enfrentamientos entre los espectadores, llegándose a producir trifulcas propias de ultras, tiffosi y hooligans.<br /><br />Como ocurrió con los más famosos gladiadores, algunos aurigas y sus caballos también alcanzaron la fama, especialmente entre las damas, celebrándose sus victorias y sus gestas amorosas. Sin embargo, encontramos aquí una importante contradicción. El pueblo los admiraba, pero los despreciaba al mismo tiempo. La fama de los aurigas iba acompañada de una pésima reputación, debido a la supuesta vida disoluta atribuida a las personas que protagonizaban los espectáculos de todo tipo.<br /><br />El pueblo, aunque los admiraba, no quería para sí su popularidad, prefiriendo ser totalmente desconocido, e incluso odiado, a tener la fama que tenían ellos. Pese a ello, los aurigae eran verdaderos héroes que hacían ganar y ganaban grandes sumas de dinero y honores. Además de dinero y regalos, el premio para el vencedor de la carrera era una palma que mostraba con orgullo al enfervorecido público que le había apoyado. Los nombres de Escorpo, Diocles, Sabinianus o Eutiques han llegado hasta nosotros a través de diversas inscripciones en las que se enumeran sus carreras y victorias. Pero también conocemos el nombre de muchos caballos que asombraron por su velocidad y valentía. Entre todos ellos destacó nuestro ya conocido el lusitano Diocles, que venció en 1.462 carreras y ganó más de 35 millones de sestercios (la cifra nada despreciable de unos 56 millones de euros actuales).<br /><br />Los aurigas se veían colmados de privilegios y honores si vencían. Si el auriga era un esclavo, con frecuencia recibía la ansiada libertad. En general, los aurigae salían de su condición humilde y recaudaban grandes fortunas gracias a las primas que recibían de los magistrados (en Roma incluso del propio emperador) y del elevado salario que exigían a los dueños de las cuadras (domini factionum) con el pretexto de fichar por otra factio. Los aurigas más famosos comenzaban a ser llamados miliarii si habían obtenido la victoria en más de mil ocasiones (Escorpo venció 1.042 veces, Pompeyo Epafrodito 1.467, Muscloso 3.559 y el famoso Diocles unas 3.000 veces con bigae y 1.462 con quadrigae o carros de más tiro). Por sus cualidades físicas, ya fuera agilidad, fuerza o sangre fría y su duro entrenamiento se les tenía en gran consideración (como a las actuales estrellas del deporte rey). El premio por la victoria era una corona, una palma o una cadena de oro, además de las sustanciosas primas económicas.<br /><br />Pero no todo lo que rodeaba el mundo del auriga era vano oro y oropel. Había también un mundo oscuro y diabólico que vagaba por el trasfondo de los ludi circenses. Las prácticas mágicas y los envenenamientos de rivales inmediatos estaban al orden del día en el mundo que rodeaba las carreras. En efecto, los aurigas poseían, aparte de su pericia como conductores de quadrigae, fama de hechiceros y de expertos envenenadores, cuyos conocimientos usaban en ocasiones para vencer o importunar al rival. Las fuentes dan testimonio del frecuente uso de las artes mágicas con tal fin. Así, se usaba la magia para "in curriculis equos debilitare, incitare, tardare" (debilitar, incitar, retardar los caballos en las carreras). Así las cosas, algunos aurigas despertaban rumores de hechicería ante una serie de continuos éxitos.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTuwmZKwGGqsVNIZa05fYCulXnmNsKufZ1PSAkmlpXFJkWNUQtOb8gmdsuq8iApyCli1fhoOMYa5q5xIgxFrNOkryWBVY6s7dRm4nh6WZa554UPX8KBFJJG-kvrOSpXGOTIHZg5yna2FZ8/s1600-h/img090205194844_11.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300749568753327154" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 260px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTuwmZKwGGqsVNIZa05fYCulXnmNsKufZ1PSAkmlpXFJkWNUQtOb8gmdsuq8iApyCli1fhoOMYa5q5xIgxFrNOkryWBVY6s7dRm4nh6WZa554UPX8KBFJJG-kvrOSpXGOTIHZg5yna2FZ8/s320/img090205194844_11.jpg" border="0" /></a>La maldición dirigida contra el auriga rival o contra sus caballos recibía el nombre de devotio. Era una fórmula estereotipada, con una serie de atenuaciones, restricciones y condiciones, escritas en lengua vulgar (mezclándose a veces el griego y el latín, bastante frecuentemente con errores léxicos y gramaticales) que invitaba a las fuerzas subterráneas a hacer morir, torturar o "atar" (esto es, paralizar física y/o anímicamente) a la persona indicada. Frecuentemente, se añadían al texto dibujos enigmáticos y signos mágicos. Esta fórmula se grababa sobre una lámina metálica, habitualmente de plomo. La elección de este metal tenía una doble causa. Por un lado, el metal consagrado a Saturno (divinidad hostil a los hombres) aumentaba la eficacia del maleficio. Por otro, la hoja de plomo podía ser fácilmente doblada o enrollada, ocupando menos espacio (como aparece frecuentemente, en forma de pequeño volumen).<br /><br />Tras haber sido escrita, la maldición se entregaba a las divinidades infernales mediante su colocación en una tumba, bajo la vigilancia del muerto, siguiendo ciertos ritos destinados a aumentar su efectividad. Se conservan muchas de estas tablillas (tabellae defixionum, lit. tablillas de inmovilizaciones, de encantamientos), aparecidas, principalmente, a lo largo de las vías, por ser el lugar donde normalmente se ubicaban las tumbas, siendo de destacar las encontradas en la vía Appia de Roma. Una de las tablillas de defixión más conocidas proviene de Hadrumetum (Túnez), y fue encontrada en la tumba de un niño. Esta tablilla es de plomo, y mide 11 por 9 cm. Está grabada por ambas caras. Sobre una de ellas se encuentra el siguiente texto:<br /><br />adiuro te demon qui/cunque es et demando ti/bi ex anc ora anc di/e ex oc momento, ut equos / prasini et albi crucies / ocidas, et agitatore Cla/rum et Felice et Primu/lum et Romanum ocidas / collida, neque spiritum illis / lerinquas; adiuro te / per eum qui te resoluit / temporibus deum pelagi/cum aerium Iaw Iasdaw / ooriw .. ahia.<br /><br />"te conjuro, demonio, quienquiera que seas, y te pido que desde esta hora, desde este día, desde este momento, tortures y mates a los caballos de los Verdes y de los Blancos, y hagas chocar y mates a los aurigas Claro, Félix, Prímulo y Romano, y no dejes ni el espíritu para ellos; te conjuro a través de éste que te desligó para siempre, el dios del mar y del cielo."<br /><br />Sobre la otra cara se encuentra grabado un demonio con una cresta de gallo sobre su cabeza. Con su mano derecha sostiene un vaso con asa y con la izquierda, un largo pie rematado en una lámpara, quizás un incensario.<br /><br />Está de pie sobre un esquife o barco pequeño. En su pecho puede leerse su nombre (Baitmo /rbit/to). Para algunos autores sólo son palabras mágicas (Antmo / arait / to). Tras él hay grabadas palabras mágicas de significado desconocido (Cuigeu / censeu / cinbeu / perfleu / diarunco / deasta / bescu / berebescu / arurara / baxagra). Sobre el esquife se encuentran los nombres de Noctiuagus, Tiberis, Oceanus, tal vez pertenecientes a caballos. El sentido de la inscripción queda bastante claro: el autor, seguramente un auriga perteneciente a la facción russata o veneta, recurre a la ayuda de un demonio para eliminar a los aurigas y a los caballos de la factiones prasina y albata.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEkUe6AGmga9MlCE-9OKpVhcETYzjf1MG2SEyIMEy5ptKscXV3ckS8oqFqSBDjtn365I_1Pt03P-CcAOCXE54ffteVOilmOZA8tvfBY6nawNkZp0Uz5Tc2irZYFKnzjTeLy0yRvOd1NTGT/s1600-h/img090205195132_12.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300749858657595618" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 201px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEkUe6AGmga9MlCE-9OKpVhcETYzjf1MG2SEyIMEy5ptKscXV3ckS8oqFqSBDjtn365I_1Pt03P-CcAOCXE54ffteVOilmOZA8tvfBY6nawNkZp0Uz5Tc2irZYFKnzjTeLy0yRvOd1NTGT/s320/img090205195132_12.jpg" border="0" /></a>Para protegerse contra estos maleficios, los aurigas recurrían frecuentemente a todo tipo de amuletos, como por ejemplo campanillas colgadas del<br />pecho de sus caballos, como puede apreciarse en el mosaico emeritense del auriga Marcianus. También podrían considerarse amuletos, aunque no exclusivamente de los aurigas, las monedas contorniatas, cuya finalidad desgraciadamente se desconoce. Es posible que fueran amuletos arrojados al público al principio de los juegos (con lo que estarían relacionadas con el ceremonial de la pompa circensis), existiendo tal vez la creencia de que su posesión favorecería la victoria de la facción a la que se apoyaba, especialmente las que contenían escenas referentes al circo o aparecían decoradas con la cabeza de Alejandro Magno, a quien se atribuía una virtud de protección contra la magia. De este modo, su función seguiría siendo la de amuletos, aunque cambiaría su poseedor: ya no sería el auriga, sino el público que contemplaba la carrera. Por otro lado, las contorniatas eran un importante medio propagandístico del Senado (pues eran acuñadas por la prefectura urbana, magistratura ligada al Senado), mediante las cuales la aristocracia intentaba ganarse los favores del pueblo.<br /><br />Tan alto grado de superstición es normal entre profesionales cuyo oficio comportaba grandes riesgos de perder la vida en cada carrera. También se encontraba en otros profesionales del ocio cruento, tales como los gladiadores o los uenatores.<br /><br />A veces, los aurigas no se limitaban a esperar pacientemente a que las divinidades infernales cumpliesen lo que con tanto interés les habían pedido en las tabellae defixionum. No debían de ser raros los casos en los que el auriga tentaba a la suerte intentando perjudicar al rival o a sus caballos mediante el uso de venenos. Llegaban incluso a acudir a expertos envenenadores en busca de ayuda, o para aprender su oscuro oficio. Digo tentaban a la suerte porque el auriga que fuese sorprendido en la práctica de la magia con intención de dañar a otras personas era inmediatamente condenado a la pena máxima y ejecutado. Un alto precio por la búsqueda de fama y notoriedad en los ludi circenses.<br /><br />En cuanto a los otros protagonistas de las carreras, los caballos, hay que decir que los mejores procedían generalmente de Hispania y en menor medida de la Península Itálica, Grecia y el norte de África. A los tres años empezaban a ser adiestrados y dos años más tarde ya estaban dispuestos para competir. Por otra parte, las yeguas eran destinadas al yugo, a los puestos centrales, mientras que los machos pura sangre eran los funales. Ya entonces se buscaba que cada caballo tuviera su pedigrí, su cuadro de honor y su notoriedad, de manera que su fama se extendía en ocasiones a lo largo de todo el Imperio. No obstante, junto a las carreras, como se ha señalado antes, había otros tipos de espectáculos.<br /><br />Estaban los acróbatas que llevaban dos caballos y saltaban de uno a otro (desultores), otros hacían exhibiciones de monta de caballo con armas y con simulacros de combate, otros acróbatas montaban a caballo, se ponían de rodillas y se tumbaban encima del caballo, otros recogían un pañuelo de suelo sin desmontar y otros saltaban por encima de una quadriga. También están documentadas otras actividades como los combates de púgiles (pugillatus), las carreras de atletismo, la lucha, el lanzamiento de jabalina y de disco.<br /><br />Las carreras, al mismo tiempo, eran la ocasión perfecta para que los asistentes se divirtieran con otra de sus grandes pasiones: el juego y las apuestas (sponsio). La victoria de un carro y una cuadra hacía ricos a unos y pobres a otros, de manera que entre el público las alegrías y las tristezas iban y venían continuamente de una a otra factio.<br /><br />Los espectáculos eran anunciados en carteles realizados en colores rojo y negro que se distribuían por toda la ciudad. Junto con las distribuciones gratuitas de alimentos, los juegos eran la manera más utilizada para ganarse la simpatía popular. El espectáculo de las carreras solía acabar con un banquete (epulum) en época de Augusto, Nerón y Domiciano. En los intervalos entre carreras se lanzaban regalos (missilia o sparsiones) que consistían en golosinas, bolsas con comida, "papeletas" para la rifa de un barco, una casa o una granja que podía servir de consuelo para las pérdidas en las apuestas. Panem et circenses que contentaban a la plebe y les hacía no prestar atención a las cuestiones gubernamentales. Demagogia en estado puro. No cabe duda de que los emperadores veían con buenos ojos estas banderías y está claro que los mejores hombres del Estado estimulaban con todas sus fuerzas este encauzamiento de las pasiones de la multitud en una dirección en que podían manifestarse, al parecer, sin el menor quebranto para los intereses del trono.<br /><br />Al menos, no se tiene constancia de alguien con verdadera conciencia social intentase siquiera poner coto a estos tejemanejes. Lejos de ello, era sabido por todos que varios emperadores tomaban partido abiertamente por uno de los bandos: Vitelio y Caracalla, entre otros, por los "azules"; Calígula, Nerón, Domiciano, L. Vero, Cómodo y Heliogábalo por los "verdes", que en los primeros tiempos del Imperio son los que parecen haber afirmado la primacía. Pero los emperadores no se contentaban solamente con estimular las factiones mediante su participación en ellas, sino que además oprimían y aterrorizaban, al menos en algunos casos, el bando o a los bandos contrarios, persiguiéndolos con la violencia más brutal.<br /><br />Las factiones podían estar seguras de encontrar un gran predicamento entre el pueblo, entre otras razones porque disponían de una organización sistemática, manejaban sumas importantes de dinero, sostenían y daban trabajo a gran cantidad de gentes y no escatimaban, evidentemente, gastos para extenderse y afianzarse socialmente. Pero lo que daba a los ludi circenses una importancia verdaderamente extraordinaria de que por sí era el hecho de que brindaba a la masa una magnífica oportunidad para tomar partido en pro o en contra en cuantos litigios o controversias surgiesen. Bastaba con que alguien gritase una consigna. Eran relativamente pocos los que se interesaban, con conocimiento de causa, por los caballos y los corredores.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhELNNDas45YWUuqtEzifFCvme0ihjT_NekBu9VwvdXl4HCMrgV5zVTjV4zb6y0jxCPkO6MRQAuhXo_oSxLRxJHB3XFMRRM7esd2WgHjhOIfLgXkao5x3MueVKFIfaxOf6pYD_G2B3exA18/s1600-h/img090205185543_14.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5300750222074283074" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 247px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhELNNDas45YWUuqtEzifFCvme0ihjT_NekBu9VwvdXl4HCMrgV5zVTjV4zb6y0jxCPkO6MRQAuhXo_oSxLRxJHB3XFMRRM7esd2WgHjhOIfLgXkao5x3MueVKFIfaxOf6pYD_G2B3exA18/s320/img090205185543_14.jpg" border="0" /></a><br />En cambio, por los colores se interesaba todo el mundo. Los caballos y los aurigas cambiaban, pero los colores eran perennes, eran siempre los mismos. El griterío de las caveae a favor o en contra de esta o aquella factio se sucedió durante más de quinientos años, de generación en generación, en el seno, además, de una población cada vez más salvaje, y si los excesos y los cruentos tumultos eran el pan nuestro de cada día en todos los espectáculos, los ludi circenses, agitados por las pasiones de los colores, se convertían a pasos agigantados en escenario de sangrientas y dantescas batallas.<br /><br />Daba lo mismo que dominase el mundo Nerón o Marco Aurelio, que el Imperio viviese en paz o sacudido por las insurrecciones y la guerra civil, que los bárbaros amenazasen las fronteras o fuesen rechazados por los ejércitos romanos. Desgraciadamente, al igual que en los tristes y trágicos tiempos que nos toca recorrer, parece ser que lo único que en Roma interesaba a todo el mundo, altos y bajos, ricos y pobres, libres y esclavos, hombres y mujeres, lo que agitaba las esperanzas y los temores, era simplemente el saber si ganaría la factio prasina o la veneta.<br /><br />Juan Sanguino Collado. Filólogo. Co-autor del libro De Cocina Antigua:Viaje Gastronómico desde Roma a Al-Andalus </span></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-81559794971983318392009-01-18T20:59:00.002+01:002009-01-18T21:02:46.818+01:00¡A mí, las legiones!<span style="font-size:85%;">El Ejército romano es el centro de tres estupendas novelas de muy distinto estilo, protagonizadas todas por centuriones<br /><br />No se debe soltar una ventosidad en una testudo. La frase no es del gran Vegecio, el autor latino del clásico Compendio de técnica militar (Cátedra), en el que uno puede aprenderlo todo sobre las legiones, incluso el manejo de una carrobalista o dónde colocar a los arqueros novatos -decisión fundamental-. El que formula esa inapelable sentencia sobre lo inapropiado (e insolidario) de la flatulencia en el cerrado ambiente de la tortuga, la célebre formación táctica de los soldados romanos, es un curtido oficial de Centurión (Edhasa), la nueva novela de Simon Scarrow, que transcurre durante las guerras contra los partos en el siglo I, con Claudio de emperador. Ese tono naturalista, cuartelero, de guerra de verdad, vamos, con sangre que salpica, ¡chof!, hasta al lector y gritos como los que pueden resonar en cualquier campo de batalla ("¡vamos, chicos, acabad con esos cabrones partos!"), es el que distingue en buena medida la serie sobre las legiones de Scarrow y el que le ha proporcionado el éxito de que goza. El contraste no puede ser mayor con otra novela de romanos que acaba de aparecer, El águila de la Novena Legión (Plataforma Editorial), de Rosemary Sutcliff, también estupenda y de ágil lectura pero insuflada de un lirismo y una delicadeza notables (el marchitarse de una rosa, el vuelo de un martín pescador), especialmente en lo referente a las relaciones humanas y al paisaje. Una tercera novela del género que merece ser destacada con las otras dos es César, las cenizas de la República (Edhasa), en la que un autor veterano como es Gisbert Haefs (el autor de Aníbal), recrea con sus característicos sentido del humor y atención minimalista al detalle las campañas de César en Galia y Egipto desde el punto de vista de un veterano que se reengancha con el gran Julio en funciones de... cocinero.<br /><br />Vayamos por orden: primero los manípulos de Scarrow. En Centurión, octava entrega de la serie, encontramos al protagonista, Quinto Licinio Cato, al que hemos seguido desde que era un bisoño optio hijo de liberto en El águila del Imperio (aquí llega a prefecto interino de la segunda cohorte auxiliar iliria, que ya es cargo), y a su camarada de armas, el doblemente coriáceo centurión primipilus Macro, metidos en un notable fregado en Oriente. Deben conducir una avanzadilla casi suicida hasta Palmira para apoyar allí a los sitiados aliados de Roma contra los rebeldes y el ejército parto que los apoya. Dado que los refuerzos los comanda un altivo aristócrata que detesta a nuestros hombres -"sois prescindibles", les espeta en el más característico tono de hazañas bélicas-, las pasan canutas. Las marchas, contramarchas, asedios, asaltos, batallas y escabechinas abundan. Son mucho más frecuentes, como cabe imaginar, que las escenas de amor, que también las hay: Cato vuelve a enamorarse y la cosa va en serio. El realismo bélico, pura escuela Bernard Cornwell, es estremecedor y alcanza límites gore pocas veces vistos en la narrativa histórica. A un soldado se lo sentencia a muerte y sus camaradas lo ejecutan a palos; le rompen todas las extremidades y el cráneo: "Había huesos y sesos desparramados por la arena en un revoltijo de color granate grisáceo". Cato (y el lector) traga bilis ante el espectáculo, pero luego elimina a un enemigo clavándole la espada con gran profesionalidad: "La hoja atravesó diagonalmente el cuello del oficial, le rompió la clavícula y se detuvo al alcanzar su espina dorsal". Es un golpe clásico, pero duele. Las flechas repiquetean con realismo en los escudos o atraviesan la carne con un ruido "sordo y húmedo". La ventaja de meterse con Scarrow en las filas de los legionarios es que se ven cosas que no aparecen en Tácito o Amiano Marcelino: varios romanos caen por fuego amigo, a otros, malheridos, los despacha piadosamente el cirujano de la cohorte abriéndoles una vena -eutanasia sobre el terreno: puro Salvar al soldado Publio- y una chica patricia confiesa que sufría malos tratos de su marido, apellidado justamente Porcino. Técnicamente, Scarrow, un hombre que sin duda ha oído marchar a las legiones, "el crujido sordo de miles de botas claveteadas cruzando el desierto", es intachable. Véase si no cómo describe el funcionamiento del onagro, la carga de los catafractos o la ejecución del "tiro parto", que tanto hace sufrir a las legiones. La acción, además, la borda.<br /><br />Rosemary Sutcliff (1920-1992) era hija de un oficial naval británico y ganó un enorme prestigio con sus novelas históricas especialmente las ambientadas en la Britania romana y de la edad oscura (artúrica). El águila de la Novena Legión parte del enigma histórico de la desaparición sin dejar ni rastro de la IX Legión Hispana -perdida, según algunas fuentes, en las nieblas escocesas- para construir con verdaderas gracia y sensibilidad una emocionante, conmovedora y muy romántica ficción (que, curiosamente, ¡está entre las novelas favoritas de Scarrow!). El hallazgo real de una pequeña águila de bronce en Silchester como la que coronaba los estandartes romanos le sirvió a Sutcliff de inspiración para imaginar la aventura de Marco Flavio Aquila (sic), un joven ex centurión de la época de Adriano, inválido por heridas de guerra (la propia escritora padecía una enfermedad crónica que la postró en silla de ruedas), en pos de la preciada insignia de la legión de su padre. Marco sufre la doble humillación de su baja forzosa de las legiones y la deshonra de la unidad de su progenitor, maldecida por Buodica y cuya sagrada águila ha caído 12 años antes en manos de los bárbaros en la frontera más septentrional del imperio. Acompañado por un guerrero brigante ex gladiador con el que ha trabado amistad, el romano (enamorado de una sabidilla muchacha icenia) se interna en el territorio más allá del muro y realiza su peligrosa pesquisa entre las tribus indómitas camuflado de curandero.<br /><br />El somero argumento -añádase que el romano ha criado un lobo: Sutcliff tenía dos chihuahuas- no hace justicia a esta hermosa novela en la que Sutcliff puede detener la mirada sobre un nido de vencejo en el alero de un fuerte romano o sobre los serbales en flor que llenan el aire de aroma a miel. Hay acción, por supuesto, incluso un ataque de carros britanos y una vertiginosa persecución; también se forma la testudo -aunque aquí la novela está presidida por la nostalgia de la fragancia de las rosas y no por el hedor de los cuerpos en el matadero del combate-. Pero domina un tono pausado, una melancolía que se pega al relato como el musgo a las viejas piedras de Eburacum, donde penan los fantasmas de la legión perdida. En Sutcliff no hay como en Scarrow sangre a espuertas ni heridas atroces; la guerra, el combate, quedan como asuntos evanescentes, espectrales, subordinados a las reglas canónicas del género de aventuras: la búsqueda, el viaje, los peligros, la transformación del protagonista (que, cosa notable, no mata a nadie). En lugar de la moderna imagen brutal de la antigüedad -la de Scarrow, Cornwell, Gladiator o la serie Roma- El águila de la Novena Legión plasma un mundo lleno de sutileza y humanidad en el que las diferencias entre los pueblos no son mayores que, como argumenta un personaje, las que hay, de diseño, entre la funda de una daga romana y el umbo de un escudo britano.<br /><br />Si el mundo antiguo de Sutcliff es esencialmente limpio, elemental e inocente, el de Haefs está envuelto en la intriga, el cuchicheo, la violencia, la ambición y la corrupción espesadas por la política. Su César nos presenta una república romana agónica en la que los grandes personajes de la historia medran como peligrosos trileros de lujo. No obstante, el protagonista es un hombre honesto, Quinto Aurelio, un veterano centurión retirado -por lesión como Aquila: un galo le cortó el tendón de Aquiles- que se ha convertido en cocinero (todo un Ferran Adrià con toga que hace maravillas con los lirones) y regenta un restaurante, el Contubernium, en la carretera a Tusculum. A nuestro hombre le meten a la fuerza en una conspiración y le envían a espiar a su antiguo patrono, César, a la Galia. Llega en plena revuelta de Vercingétorix y Julio, que conoce a las personas y necesita profesionales sólidos, pronto cambia sus servicios gastronómicos devolviéndolo a su condición de soldado (evocatus) en calidad de prefecto. Haefs nos hace vivir así, desde la perspectiva del curioso personaje, que lo teme y admira, las vicisitudes de César, y nos cuela en los consejos de guerra o en el baño de Cleopatra, flexible señora de todas las serpientes. La descripción que hace del dictador es fenomenal: vital, inteligente, resolutivo, valiente, con mirada de gavilán; el lector se le rinde no menos que Alesia.<br /><br />Una de las gracias de la historia es que el novelista emplea como personaje al poeta Catulo, que va de pinche de Aurelio. Como es habitual, Haefs adoba su relato con detalles económicos, sociales o sexuales. A Mamurra, oficial de César, lo llaman en la novela, por su promiscuidad, El Rabo: es cierto, Catulo lo denominaba directamente mentula, "polla"; Marco Antonio huele a vino; un aliado galo muestra cómo se limpiaba uno el trasero en los retretes de las legiones con hojas que se disponían al efecto en cestas de mimbre... Pura antigüedad vivida. -<br /><br />Centurión. Simon Scarrow. Traducción de Montserrat Batista. Edhasa. Barcelona, 2008. 576 páginas. 28 euros. El águila de la Novena Legión. Rosemary Sutcliff. Traducción de Francisco García Lorenzana. Plataforma Editorial. Barcelona, 2008. 300 páginas. 19,95 euros. César, las cenizas de la República. Gisbert Haefs. Traducción de Carlos Fortea. Edhasa. Barcelona, 2008. 576 páginas. 35 euros.<br /><br />Por JACINTO ANTÓN para </span><a href="http://www.elpais.com/articulo/semana/legiones/elpepuculbab/20090117elpbabese_7/Tes"><span style="font-size:85%;">El País</span></a><span style="font-size:85%;"><br /><br /></span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-81505398568458472902009-01-16T19:17:00.000+01:002009-01-16T19:18:07.404+01:00Escapada: Almeida de Sayago<span style="font-size:130%;color:#ff0000;"><strong>Almeida de Sayago, cruce de caminos </strong></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWrmJCrZaawBgShWy_BEw50OKqJXNtQb8ah2mazzYohjvHd0bNCfyAie4o_WRjn0xCJZqcPiYk7U0tQEb3FVwrisKZzpojlBX9RIJjqSgm_EmIyKRLq0TDdEUeGw2I401kupH78rk7lJNm/s1600-h/2009-01-16_IMG_2009-01-09_18+43+09_escapada.jpg"><span style="font-size:130%;color:#ff0000;"><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5291957021742973506" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 318px; CURSOR: hand; HEIGHT: 209px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWrmJCrZaawBgShWy_BEw50OKqJXNtQb8ah2mazzYohjvHd0bNCfyAie4o_WRjn0xCJZqcPiYk7U0tQEb3FVwrisKZzpojlBX9RIJjqSgm_EmIyKRLq0TDdEUeGw2I401kupH78rk7lJNm/s320/2009-01-16_IMG_2009-01-09_18+43+09_escapada.jpg" border="0" /></strong></span></a><br /><br /><span style="font-size:85%;"></span><br /><a href="http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009010900_8_287047__Sociedad-y-Cultura-Almeida-Sayago-cruce-caminos"><span style="font-size:85%;">http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009010900_8_287047__Sociedad-y-Cultura-Almeida-Sayago-cruce-caminos</span></a><span style="font-size:85%;"><br /><br />Patrimonio, termas y encinas centenarias son algunos de los muchos atractivos de este pueblo zamorano.<br /><br />Situado al sur de Zamora, este pueblo de la comarca de Sayago une a su importancia histórica la notoriedad de sus aguas sulfurosas y curativas, cuyas propiedades para la mejora de diversas dolencias impulsaron a Almeida a construir un gran balneario que aún se conserva, hoy rehabilitado. Este viejo punto de cruce de calzadas -la que va desde Villadepera a Ledesma y la que se dirigía desde Zamora hasta Carbellino- acredita con vestigios catalogados la presencia celta, romana y árabe que fueron dejando con los siglos un importante legado patrimonial.<br /><br />Cuenta la villa con una notable iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, de la que destaca en su interior el retablo mayor, atribuido por algunos autores a la escuela de Gregorio Fernández, además de algunos objetos de platería. El exterior es un sobrio conjunto arquitectónico de estilo barroco. El Puente Romano de Almeida o Puente Grande es otra de las construcciones históricas del municipio, aunque experimentó alteraciones desde el medievo. Junto a él se ubica la fuente del Caño, obra maestra de cantería, única en Sayago.<br /><br />En las inmediaciones se ubica otro puente, el de Rebollar, obra romana de alcantarilla sobre la que aún se pueden apreciar restos de la antigua calzada, y otro viaducto, el Puente Nuevo, es obra del siglo XIX en dirección a Zamora.<br /><br />A poco más de un kilómetros de la localidad se encuentra el dolmen conocido como Casal del Gato, además de la Fuente de los Hervideros de San Vicente, al lado de la cual se encuentra el balneario de aguas termales.<br /><br />Cómo llegar<br /><br />Desde Zamora, por la carretera ZA-320.<br /><br />Qué hacer<br /><br />La comarca de Sayago tiene numerosos lugares pintorescos que visitar. Entre ellos, el Verraco de Villardiegua, cuyo origen se relaciona con el pueblo vetón. En esta localidad se pueden ver numerosas estelas romanas, reutilizadas como dinteles en ventanas o puertas, o empotradas en los muros. Por otra parte, toda la zona donde surgen los manantiales se conoce con el nombre de "Hervideros de San Vicente ", y ya desde el siglo XVIII se comenta documentalmente el gran valor medicinal de estas aguas sulfurosas. El balneario, rehabilitado, es un magnífico lugar para disfrutar de unos días de relax y descanso. El entorno de Almeida es un paraje ideal para la práctica de senderismo, con bosques de encinas centenarias, enebros, alcornoques, rebollos, fresnos y olivos.<br /><br />Visita obligada<br /><br />El Puente Pino es una construcción espectacular de 90 metros de altura, de principios del siglo XX. Une las comarcas de Aliste y Sayago y constituye la puerta de las Arribes del Duero. El entorno está rodeado de rocas con curiosas formas que semejan animales.<br /><br />Dónde comer<br /><br />Casa del Gallo (980 612113).<br />Balneario de Almeida (980 612 130).<br /><br />Más información<br /><br />Ayuntamiento: teléfono 980 61 2003.</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-28047480322589089592008-12-13T21:24:00.003+01:002008-12-13T21:28:27.785+01:00Pilatos. Biografía de un hombre inventado<div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGTWJCWhHQnQ0l9OJ4h7OI8MHAGf9qSzoKCM3S6dxQdX4Xspf-n8BkIt8N-rHgaVANYKq7KLL_7MPOV2NFabdnFBbFKZV0svdnzoRrYBq1w0ss54zqZd2rljSc8szTHh_6wrlGmS8mntz1/s1600-h/4942f7df08673.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5279373857992300770" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 160px; CURSOR: hand; HEIGHT: 216px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGTWJCWhHQnQ0l9OJ4h7OI8MHAGf9qSzoKCM3S6dxQdX4Xspf-n8BkIt8N-rHgaVANYKq7KLL_7MPOV2NFabdnFBbFKZV0svdnzoRrYBq1w0ss54zqZd2rljSc8szTHh_6wrlGmS8mntz1/s320/4942f7df08673.jpg" border="0" /></a><a href="http://www.mdzol.com/mdz/nota/90115-Pilatos.-Biografía-de-un-hombre-inventado/"><span style="font-size:78%;">http://www.mdzol.com/mdz/nota/90115-Pilatos.-Biograf%C3%ADa-de-un-hombre-inventado/</span></a><span style="font-size:85%;"> </span></div><br /><div><br /><span style="font-size:85%;">¿Quién fue Poncio Pilatos, el hombre que mandó ejecutar a Cristo y luego se lavó las manos? ¿Qué sabemos de este oscuro funcionario romano que en el siglo I gobernaba una remota provincia del Imperio? ¿Existió realmente o es una leyenda, interpretada una y otra vez a través de los tiempos y las culturas?<br /><br />La historiadora británica en una exhaustiva investigación aclara lo que hay de mito y lo que hay de auténtico en la figura histórica de Pilatos, y el resultado es una biografía, capaz de transmitir al lector la enorme fascinación que desde comienzos de nuestra era ha suscitado este maestro de la ambigüedad.<br /><br />Si las fuentes históricas directas referidas al personaje son escasísimas -unas pocas menciones en los Evangelios y en historiadores judíos de la época-, las indirectas -en forma de leyendas, textos apócrifos y otros testimonios de la fantasía humana- son, en cambio, abrumadoras. Con la habilidad de una auténtica narradora, la investigadora se interna por los dominios de la literatura y la historia romanas, la erudición bíblica o el mundo del teatro medieval.<br /><br />Con estilo ágil y desenvuelto, recrea la educación, la carrera pública, la vida cotidiana y las continuas revueltas de Judea en tiempos de Cristo. Y no faltan, para terminar, las evocaciones de la figura de Pilatos heredadas de autores como J.S. Mill, Swinburne, o Bulgakov. Ofrecemos un breve fragmento.<br /><br />Capítulo Uno<br /><br />A este país del betún y del bálsamo debió de llegar Pilatos hacia el año 26. Suponemos que fue por esas fechas porque su predecesor, según Josefo, fue designado para el cargo inmediatamente después de la muerte de Augusto, el año 14, y lo ejerció durante once años; y porque cuando a Pilatos se le mandó volver a Roma, el año 36, llevaba una década en Judea, según lo indica el mismo Josefo. Hay quienes piensan que llegó al país en el año 19, lo cual le haría más experimentado al enfrentarse a Cristo; pero los cálculos de Josefo parecen bastante convincentes.<br /><br />Fue el quinto «prefecto», término más comúnmente traducible por «gobernador» y que equivalía al griego hegemón, siendo éste el título oficial que se le daría, aunque los helenos que estuviesen a sus órdenes se dirigirían a él llamándole Krátiste, «Vuestra Excelencia». Antes de él habían venido como gobernadores Coponio (años 6-9 d.C.), M. Ambivio (9-12), Anio Rufo (12-15) y Valerio Grato (15-26).<br /><br />Bajo Augusto, los cargos políticos eran normalmente de corta duración, pero además se sabía que Judea no era un país en el que a los hombres les gustase permanecer mucho tiempo. ¿Le daría consejos a Pilatos alguno de sus predecesores, o tal vez instrucciones directas, o le dejaría algún papel con avisos entre los documentos archivados? Posiblemente.<br /><br />Grato regresó a Roma después de haber nombrado y destituido en Judea a cuatro sumos sacerdotes en otros tantos años. Durante la etapa final de su gobierno debió de ser renegón y corrupto; el cargo de sumo sacerdote de Judea solía otorgarse a cambio de buenas cantidades de dinero. Así que Grato podría haberle dado a Pilatos lecciones de soborno, y Sejano, si es que fue su patrón, podría haberle imbuido de antisemitismo; porque, según Filón, Sejano pensaba que era absurdo fiarse de los judíos. Sejano acusó a los judíos de conspirar contra el emperador, y la malquerencia era mutua: «Él sabía», escribe Filón, «que el pueblo judío se opondría totalmente a sus perversas maquinaciones.»<br /><br />Sin embargo, excepto Filón, ardoroso judío, ningún otro autor sugiere que Sejano fuese especialmente adverso a los judíos; y, en cualquier caso, Pilatos podría haberse imbuido de tal prejuicio, muy común en Roma, antes de ser destinado a Judea. Una numerosa colonia de judíos vivía «al otro lado» -el occidental- del Tíber, en el conocido distrito 14, que era entonces, como ahora, un laberinto de talleres y casas modestas.<br /><br />Los judíos que allí vivían eran esclavos emancipados o «libertos» y ciudadanos romanos, pero procuraban conservar su judaísmo: de ahí la duplicidad de lealtades de la que Sejano desconfiaba. Acudían a sus propias sinagogas, en las que todos los sábados por la mañana se les educaba «según su ancestral filosofía», al decir de Filón. Dentro de sus pequeñas viviendas, un complejo sistema de habitaciones separadas mantenía ocultas a sus mujeres, y los días en que no les estaba permitido cocinar calentaban la comida en cajas que metían bajo el heno.<br /><br />No salían mucho de aquel barrio, aunque por los años setenta de nuestra era (cuando su número aumentó enormemente con los que fueron a refugiarse allí después de la Guerra Judía) no era raro ver por lo más céntrico de la Urbe a buhoneros judíos que vendían unas astillas cuyas puntas sulfuradas podían encenderse frotándolas contra trozos de tiesto.<br /><br />De Pilatos. Biografía de un hombre inventado, de Ann Wroe. Buenos Aires, Tusquets, 2008.</span></div>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-28773487268029550982008-04-30T09:47:00.000+02:002008-04-30T09:48:02.780+02:00Nuevo libro sobre la Guerra Cantabro-Romana<span style="font-size:85%;">La obra, de 168 páginas y 139 ilustraciones, se ha presentado en la Feria del Libro<br /><br /><strong><span style="font-size:130%;color:#ff0000;">El dibujante José Ramón Sánchez y el escritor Jesús Herrán publican una historia ilustrada de la guerra cántabro-romana<br /></span></strong><br /><a href="http://www.cantabriaconfidencial.com/actualidad/2008/abril08/28/31.htm">http://www.cantabriaconfidencial.com/actualidad/2008/abril08/28/31.htm</a> </span><br /><span style="font-size:85%;"><br />El ilustrador José Ramón Sánchez y el escritor Jesús Herrán han presentado hoy, en la XXVII Feria del Libro de Santander, la obra 'Cantabria: la epopeya. Segisama', una historia ilustrada de la guerra cántabro-romana narrada desde un punto de vista que mezcla lo real con lo ficticio. El libro, de 168 páginas y con 139 ilustraciones, se completará con un segundo tomo, que se publicará en otoño.<br /><br />'Cantabria: la epopeya', está narrada por el viejo 'Bodo', un sabio de la tribu de los orgenomescos que se reúne por las noches con un grupo de jóvenes cántabros a los que les transmite la historia de su pueblo, en este caso las guerras cántabro-romanas. La obra, que según Herrán tiene "algo de pedagogía", mezcla personajes históricos como Corocota, Laro o Augusto, con otros ficticios, así como textos y citas célebres de escritores.<br /><br />El escritor explicó que la obra se ha ido elaborando a partir de un guión basado en su libro 'Cantabros, un pueblo indómito', editado en el año 2.000, y que se ha ido enriqueciendo con las ilustraciones pictóricas de José Ramón Sánchez.<br /><br />Por su parte, el ilustrador comentó que la obra, aunque está dividida en dos tomos, es "una sola historia", narrada cronológicamente y con un "ritmo muy preciso". En su opinión se trata de un proyecto "absolutamente necesario", pues a pesar de haber trabajos previos, eran cómics donde "la historia se quedaba pequeña", de ahí la necesidad de un esfuerzo y un grafismo que hicieran de la historia un libro, apuntó.<br /><br />El proyecto ha tenido un proceso de gestación de nueve meses, por lo que Sánchez lo definió como un "embarazo", al tiempo que confesó no haberse encontrado antes en un "estado de trance" similar al que ha atravesado para la creación de esta obra. "Estaba contando lo más grande que ha hecho este pueblo", y como cántabro, "sentía que tenía que llevar adelante la epopeya", subrayó.<br /><br />Como complemento audiovisual a los dos tomos de 'Cantabria: la epopeya', el segundo libro estará acompañado de la edición de un DVD que narrará esta historia mediante imágenes, realizado por Ignacio Sánchez Arévalo, hijo del dibujante, que constituye, según Herrán, "una sinfonía a modo de corto en la que se integran perfectamente la música con las imágenes".<br /><br />'Cantabria; la epopeya. Segisama', editado por Valnera, se compone de 168 páginas, al igual que el próximo tomo 'Cantabria: la epopeya II. Monte Vindio', que saldrá al mercado en octubre de 2008. Del primer volúmen, cuyo precio es de 28 euros, se han editado 4.000 ejemplares, a los que hay que sumar otros mil de los que dispondrá la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte para su distribución en bibliotecas o centros culturales.<br /><br />El titular de la Consejería, Francisco Javier López Marcano, asistió también al acto de presentación del libro en una feria que, según dijo, lleva camino de "convertirse en la mejor" de las celebradas hasta ahora.</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-30467658266677294292008-03-02T18:54:00.002+01:002008-03-03T14:23:19.926+01:00Baelo siglo I a.C.<em>Los arqueólogos confirman que Baelo Claudia se fundó en el I a.C. <br />Los últimos hallazgos han dado con la factoría alrededor de la que se fundó la ciudad y desechan su origen fenicio </em><br /><a href="http://www.lavozdigital.es/cadiz/20080215/cultura/arqueologos-confirman-baelo-claudia-20080215.html">15.02.08 - FRANCISCO APAOLAZA . www.Lavozdigital.es</a><br /><br /><center><object width="425" height="355"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Cv0nkuaNPPA"></param><param name="wmode" value="transparent"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/Cv0nkuaNPPA" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="355"></embed></object></center><br /><br />La importancia de Baelo Claudia se basó, primordialmente, en la industrialización y mercado de pescado y una salsa especial, el garum, que era exportada desde este enclave a todo el imperio romano.<br />Las industrias del pescado empezaron a proliferar en el s. I a. C en las costas del sur peninsular y norte de África, continuando y potenciando una tradición iniciada en época fenicia y púnica. En estas empresas se basaba la economía y el comercio exterior e interprovincial y sus productos adquirieron amplia fama, llegando a ser imprescindibles en toda la cocina del imperio romano. Los elementos característicos comunes a todas las fábricas eran las piletas o tanques de salazón, unas cubetas en las que se maceraba el pescado con sal, en un proceso que duraba de veinte días a tres meses. Las mismas piletas eran utilizadas para la salazón de las carnes de los peces y para la fabricación de las distintas salsas de pescado, de las cuales la más famosa y que alcanzaba altísimos precios en la época era el garum, que se utilizaba a modo de condimento o potenciador del sabor de casi todos los platos. <br />http://www.mazarron.es/historia/museo_arquelogico.asp<br /><br />El garum, tenía un valor económico muy alto –según Plinio, comparable al valor del perfume– y se consideraba como una delicatessen en todo el imperio romano.<br /><br />La importancia económica de Baelo fue muy destacada, y sus habitantes alcanzaron una autonomía muy alta, Baelo, a pesar de su pequeña superficie urbana, tenía un territorio de influencia muy grande y una febril actividad económica. Baelo contaba con un coqueto teatro donde las clases dirigentes de la región disfrutaban de lo mejor de la cultura romana. No olvidemos que Baelo puede considerarse una colonia a imagen y semejanza de la Roma ideal, de la ciudad descrita por Vitruvio en su tratado, cumpliendo todos y cada uno de las descripciones que el arquitecto estipula para la construcción de cada una de las partes que componen una urbe.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81qWs-dDpuTTl8wxghjgij8sksqWkOlSV6wSXyZAGNjwG2FEOYZ5wFtZdW_1zmdNfa5MVl7L16q6WlLV4k13doDWu1QEtk_8WnInQxAlBti5HWy1h5vcJvJb_LwGs1dGMFkNzfRAL_K4/s1600-h/w3.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81qWs-dDpuTTl8wxghjgij8sksqWkOlSV6wSXyZAGNjwG2FEOYZ5wFtZdW_1zmdNfa5MVl7L16q6WlLV4k13doDWu1QEtk_8WnInQxAlBti5HWy1h5vcJvJb_LwGs1dGMFkNzfRAL_K4/s400/w3.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5173194069852922754" /></a><br />Augusto tubo a gala en su autobiografía recordar las fundaciones que realizo en vida a lo largo y ancho de su imperio. <em>"Fundé ciudades militares coloniales en Africa, Sicilia, Macedonia, en ambas Hispanias, en Acaya, en Siria, en la Galia Narbonense y en Pisidia. En Italia hay veintiocho colonias fundadas bajo mis auspicios y que, ya en vida mía, se han convertido en ciudades pobladísimas y muy notorias".</em><br /><br />Pensar que Augusto estuvo presente en todas y cada una de las fundaciones que recuerda en su autobiografía es una banalidad, Augusto centralizó en Roma las decisiones importantes que afectaron a su imperio, su gobierno, y un grupo de hombres de su confianza y un eficaz sistema de correos ejecutaron sus instrucciones en cada lugar que fuera necesario. Las obras de Augusto, obras de construcción, de rehabilitación y urbanismo, y que tiene a gala recordar en su testamento autobiográfico, fueron ejecutadas siguiendo los proyectos que sus técnicos desarrollaron en la metrópoli. Proyectos, “visados” por los propios servicios del emperador.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNDfAfgMjjbVjXR1m-RHoD_XaX2dK2l5dP05xMdsWcqtLyjeQOen4nTOvaJQl5aPBweJvsrypb9jX5yi3daE53nbKsgnRFol7qvCUIKjtS-_x1oStJKFP4mWH3JNmV2gTVp8gCoNmxo6M/s1600-h/w1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNDfAfgMjjbVjXR1m-RHoD_XaX2dK2l5dP05xMdsWcqtLyjeQOen4nTOvaJQl5aPBweJvsrypb9jX5yi3daE53nbKsgnRFol7qvCUIKjtS-_x1oStJKFP4mWH3JNmV2gTVp8gCoNmxo6M/s400/w1.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5173193575931683682" /></a><br /><em>"La rigurosidad urbanística de Baelo Claudia es tal que se puede afirmar la realización de su trazado siguiendo fielmente las consideraciones religioso-jurídico-simbólicas anteriormente expuestas. En efecto, la desviación de los principales ejes de la ciudad a centenares de metros del probable punto de referencia inicial es de solo algunos centímetros. Los cardini, calles situadas en los ejes norte-sur, se sitúan con respecto a los decumani, calles orientadas de este a oeste, de forma perfectamente perpendicular. La disposición general del recinto urbano parece tomada directamente de los consejos de Vitruvio de como tenía que diseñarse una ciudad: puertas en los extremos de las calles principales, el foro en el centro de la vida ciudadana, la disposición elevada del capitolio, el teatro anexo a una de las puertas, la estructura interna de los edificios de la propia área forense, etc. En definitiva, todo parece indicar que en un momento determinado de su historia, probablemente en época de Augusto, se plantea la construcción de una ciudad romana ideal, trazada ex novo, de una sola vez.”</em> (pag . 56-57-58)<br /><strong>BAELO CLAUDIA. GUÍA OFICIAL DEL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO</strong><br />Antonio Álvarez Rojas, José Castañeira Sánchez, Ana María Troya Panduro, Francisco Alarcón Castellano<br /><br />Las últimas noticias de prensa que aventuran que la fundación de Baelo fue en tiempos de Augusto, permiten imaginar las razones por las que la ciudad fue promovida por el emperador. Baelo fue el instrumento urbanizador que ordeno una geografía de enormes recursos económicos y que contaba con una larga historia anterior en la industria pesquera, Baelo permite a la región dar un salto de calidad e importancia dentro de la economía del imperio. Y el garum su producto de más valor. Una industria ordenada que generaría enormes plusvalias para los dirigentes de Baelo y para Roma. La riqueza alcanzada es aún hoy visible en las calles de Baelo, (e imaginada cuando los japoneses pagan millonadas por los atunes de la almadraba).<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-pkl5RSfbPwnAGCFM4eUQJ34P_hxB1tlk7pcJI4CU5GwFKh2MsTby_GvRv0QIbytLMRVKPb5t_8mEsHD2DKz73wS1nR-CLQEzlkkRCgSJceEDTZkEJyNPz9UjWrSlUXZzbmtT8dgP18A/s1600-h/w2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-pkl5RSfbPwnAGCFM4eUQJ34P_hxB1tlk7pcJI4CU5GwFKh2MsTby_GvRv0QIbytLMRVKPb5t_8mEsHD2DKz73wS1nR-CLQEzlkkRCgSJceEDTZkEJyNPz9UjWrSlUXZzbmtT8dgP18A/s400/w2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5173193863694492530" /></a><br />La existencia de restos anteriores al siglo I a.C. es señal de la importancia de este territorio antes de la construcción “ex novo” de la ciudad, Pero Baelo como fundación “ex novo” debe de realizarse en tierra virgen. Bajo Baelo no han aparecido cimentaciones anteriores, ya que la ciudad es un proyecto nuevo y completo, a imagen del cosmos romano. Baelo por su dimensión original de alrededor de 9 hectáreas de superficie no es muy inferior a otras fundaciones romanas, como por ejemplo Barcino, de poco más de diez hectáreas, y fundada por Augusto en el siglo I a.C.<br /><br />Esperemos que el futuro nos ofrezca nuevas conclusiones sobre la ciudad de Baelo Claudia.<br /><br /><strong>© Carlos Sánchez-Montaña</strong><br /><br />Enlaces:<br /><a href="http://www.juntadeandalucia.es/cultura/museos/CABC/">Conjunto Arqueologico de Baelo Claudia_Portal de Museos y Conjuntos<br />Arqueológicos y Monumentales de Andalucía.</a><br /><br /><a href="http://www.arcspace.com/books/vitruvius/vitruvius_book.html">Vitruvius<br />Writing the Body of Architecture<br />Indra Kagis McEwen</a><br /><br /><a href="http://www.thelatinlibrary.com/vitruvius.html">Vitruvii<br />De Architectura</a><br /><br /><a href="http://vitruviidearchitectura.blogspot.com/">"Vitruvii De Architectura<br />Carlos Sánchez-Montaña</a><br /><br /><a href="http://www.uark.edu/ua/metis2/zanker/zanker_txt.html"><br />"The Augustan Program of Cultural Renewal"<br />Paul Zanker</a><br /><br /><a href="http://eprints.unimelb.edu.au/archive/00000275/01/Mottershead__THESIS_Vol_1_2005\">"The constructions of Marcus Agrippa in the West"<br />Geoffrey Mottershead</a><br /><br /><a href="http://www.vitruvio.es/">Vitruvio versus Agripa<br />Carlos Sánchez-Montaña</a>Carlos Sánchez-Montañahttp://www.blogger.com/profile/16318713666543266517noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-34101110598407665822008-01-18T22:39:00.000+01:002008-01-18T22:52:29.717+01:00El Mèdol, los restos de una cantera romana<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikLuedColk9t_2wCFKPMpEZLrTF9J9leq2oMdLatPyaGYc2SrKZ2wLpg5Ax24txgH6cDUW1ek29vP4QlVdcfG4tFgqCHLxu0XUo1mlbkyFIn1soG0H_P9u6l8C4UgCHg3PVH3aAPHwZPo0/s1600-h/739399.jpg"><span style="font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5156935243859410498" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikLuedColk9t_2wCFKPMpEZLrTF9J9leq2oMdLatPyaGYc2SrKZ2wLpg5Ax24txgH6cDUW1ek29vP4QlVdcfG4tFgqCHLxu0XUo1mlbkyFIn1soG0H_P9u6l8C4UgCHg3PVH3aAPHwZPo0/s400/739399.jpg" border="0" /></span></a><span style="font-size:85%;"><br /></span><div><br /><br /><span style="font-size:85%;">Se extrajeron alrededor de 50.000 metros cúbicos de roca.<br />La joya de la cantera es la aguja del Mèdol.<br /><br />Apenas a 9 kilómetros de Tarragona se encuentra la cantera romana mejor conservada de toda la provincia tarraconense. El Mèdol, o médulas, se encuentra en el punto kilométrico 237 de la autopista AP-7 -dirección sur- y se accede fácilmente gracias a un estrecho pero hermoso camino a través de la estación de servicio de la vía rápida. Se calcula que de la cantera del Mèdol se extrajeron alrededor de 50.000 metros cúbicos de roca<br /><br />Los restos de la cantera romana pertenecen a la compañía Abertis, aunque están gestionados por el Museo de Historia de Tarragona. El bello paraje, ahora inundado de vegetación, fue en su momento una de las canteras más utilizadas en época romana para abastecer Tarragona.<br /><br />La aguja del Mèdol<br /><br />En el momento de máxima actividad constructora de la Tarraco Imperial, se calcula que de la cantera del Mèdol se extrajeron alrededor de 50.000 metros cúbicos de roca. La excavación, tal y como hoy la conocemos, tiene unos 100 metros de largo y 50 de ancho.<br /><br />En el centro de la cantera se alza una aguja de piedra no excavada, conocida como la aguja del Mèdol. Es una macizo apuntado de roca con una altura aproximada de 16 metros, que se encuentra situado en el centro de la explotación. Su finalidad era la de indicar el punto de partida desde el que se inició la extracción de piedra.<br /><br /><object height="355" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/l2a4piamx6I&rel=1"><param name="wmode" value="transparent"><embed src="http://www.youtube.com/v/l2a4piamx6I&rel=1" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="355"></embed></object><br /><br />Se siguió utilizando en la Edad Media<br /><br />Desde el interior de la cantera son visibles las marcas y líneas de extracción en los cortes de roca. Además, en la parte superior se conservan, aún hoy, restos de sillares desechados y piedras a medio trabajar.<br /><br />La piedra utilizada en la excavación es una lumaquela micénica de color amarillento dorado, muy fácil de trabajar. Posiblemente, la pedrera también fue utilizada posteriormente en época medieval. El traslado de los sillares a Tarragona se realizó a través de la Vía Hercúlea, conocida después como Vía Augusta, que discurría a escasa distancia de la pedrera.</span></div>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-36152715944457058302007-12-22T13:45:00.000+01:002008-01-18T22:50:52.822+01:00Secretos en la colina del PalatinoDos de los secretos que aún guardaba la colina del Palatino en Roma han sido desvelados: Las nuevas habitaciones privadas de la casa del emperador Augusto y la Lupercale, la cueva donde la loba amamantó a Rómulo y Remo. Este legendario lugar ha sido encontrado bajo los muros del palacio del emperador.<br />Los frescos de las cuatro nuevas salas de la Casa de Augusto son de altísima calidad, con el máximo de las posibilidades de la época y constituyen un importante ejemplo de pintura romana de finales del siglo I a.C., según los responsables de la restauración.<br />La cueva, denominada el Lupercale, por el nombre de la loba Luperca, se encuentra en la histórica colina del Palatino y según la leyenda era reverenciada por los antiguos habitantes de la ciudad como el lugar en que una loba había amamantado a los legendarios fundadores de la urbe, Rómulo y Remo. Los dos hermanos crecieron y acabaron fundando Roma, en el 753 antes de Cristo.<br /><center><br /><object height="355" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/IvhldweWskA&rel=1"><param name="wmode" value="transparent"><embed src="http://www.youtube.com/v/IvhldweWskA&rel=1" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="355"></embed></object><br />Vídeo: Secretos en la colina del Palatino<br />Autor: Carlos Sánchez-Montaña<br /></center><br /><br />La zona recuperada de la casa corresponde al ala este de la gran villa romana, parte que se construyó antes de que Octavio fuera proclamado 'Augusto' y príncipe por el Senado de Roma, el año 27 a.C., convirtiéndose así en el primer emperador.<br /><br /><center><img src="http://farm3.static.flickr.com/2382/2128032427_6d0d855a33.jpg" border="0" /><br /><center></center><br /></center><center></center>Carlos Sánchez-Montañahttp://www.blogger.com/profile/16318713666543266517noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-1638231298969807922007-12-04T13:47:00.000+01:002007-12-04T13:48:16.673+01:00De como Pitagorín podía multiplicar y dividir con Numeros Romanos<span style="font-size:85%;">Quizá alguno recordéis que hace meses os comenté que había leído en la prestigiosa revista Investigación y Ciencia, versión hispana de Scientific Americain (julio de 1986, sección “ciencia y sociedad”, página 53 y 54) que alguien había elaborado un método para multiplicar números en cifras romanas. También os dije que, tal como lo explicaba el texto, yo no conseguí descifras el algoritmo, bastante farragoso y casi era más rápido hacer las cuentas a mano.<br /><br />Sin embargo, hace unos días han llegado a mis manos una grabación de unos documentales sobre matemáticas emitidos hace un par de años en la TV (TVE para mas señas, en el programa “la aventura del saber”). En uno de los capítulos habla de la historia de los números y de como los egipcios podían multiplicar cifras. Si bien ellos usaban un sistema decimal, está claro que este sistema se puede aplicar con cifras romanas y es seguro que, como provincia romana que era, este conocimiento llegó a oídos de los matemáticos de la Ciudad Eterna. ¿Lo usaros realmente? No tenemos noticio de este método mas que por un pairo egipcio, pero yo apostaría mi mano izquierda (claro, yo soy diestro) a que lo aplicó el mismísimo Vitrubio.<br /><br /><br /><br />Paso a explicaros el método:<br /><br />Los egipcios tenían un ingenioso sistema para multiplicar y dividir números enteros. Se basaba en la duplicación, es decir, les bastaba con saber sumar y calcular el doble de una cantidad. Veamos cómo multiplicaban 17 por 12:<br /><br />XVII * XII = ? (usando nuestra notación matemática moderna, que no conocían los romanos, pero es muy clara)<br /><br />Escribían dos columnas de números; una de ellas comenzaba con el primer número a multiplicar y la otra por uno.<br /><br />XVII____________I<br /><br />En ambas, duplicaban la cantidad anterior tantas veces como fuese necesario hasta que los números de la segunda columna nos permitían sumar el segundo factor (12):<br /><br />XVII____________I<br />XXXIV__________II<br />LXVIII__________IV<br />CXXXVI_________VIII<br /><br />Donde el segundo factor a multiplicar es XII = VIII + IV, y ambos términos están en la 3ª y 4ª fila.<br /><br />Señalaban los números que sumaban XII y marcaban los resultados correspondientes de la primera columna:<br /><br />LXVIII__________IV<br />CXXXVI_________VIII +<br />-------------------------------<br />CCIV___________XII<br /><br />Es decir, que XVII * XII = CCIV (17 x 12 = 204)<br /><br /><br /><br />Este método también nos permitiría dividir de forma cómoda. Probemos a dividir 567 entre 27 (DLXVII / XXVII):<br /><br />Escribimos, otra vez, dos columnas; la primera empezando por el divisor, que es la cifra más pequeña, y la otra columna por uno<br /><br />XXVII__________I<br /><br />Y vamos duplicando los números de las dos columnas<br /><br />XXVII__________I<br />LIV____________II<br />CVIII___________IV<br />CCXVI__________VIII<br />CDXXXII________XVI<br />(DCCCLXIV______XXXII)<br /><br />y nos detenemos, ya que el siguiente número de la segunda columna (XXXII) superaría al divisor XXVII<br /><br />El dividendo DLXVII se puede escribir como la suma de algunos de los números de la primera columna: en este caso la 1ª, la 3ª y la 5º:<br /><br />DLXVII = CDXXXII + CVIII + XXVII (567 = 432 + 108 + 27)<br /><br />Luego el resultado de la división es la suma de los números de esas mismas filas, pero extraídos de la segunda columna: XVI + IV + I = XXI (16 + 4 + 1 = 21)<br /><br />Efectivamente se cumple que DLXVII / XXVII = XXI (567 / 27 = 21)<br /><br />Quod erat demostrandum!<br /><br />Por tanto, ya veis que sabiendo multiplicar por 2 y con un simple ábaco en las manos un romano hecho y derecho podía multiplicar y dividir en muy poco tiempo.<br /><br />Valete bene in pace deorum.<br /><br />Q. S. C. Uranicus</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-58507372722437571022007-12-04T12:01:00.000+01:002007-12-04T12:02:39.609+01:00Un poco de historiografía sobre el siglo III d.C.<span style="font-size:85%;">Tomaremos como punto de partida a Mr. E. Gibbon, y su monumental obra History of the decline and fall of the Roman Empire (1776), recientemente traducida al castellano, pues con ella ha influido decisivamente en la historiografía posterior. La herencia que Gibbon había recibido de la historiografía anterior, muy mediatizada por la religión, estaba en ese momento siendo puesta en tela de juicio. Diderot había publicado ya el primer tomo de la Enciclopedia; por su parte d’Alembert había escrito su Discurso preliminar, en donde se consagra a la razón; y Voltaire había publicado su Ensayo sobre la tolerancia, donde considera a los romanos como un pueblo profundamente tolerante –idea que, por ejemplo, choca con el trabajo de Hugo Grocio, quien aplica la teoría del “buen salvaje” al bajo imperio, siendo, por supuesto, los corruptos los romanos-. En este panorama de profunda revisión, Gibbon hace suya la célebre exposición de principios de Tácito, y partiendo de la idea de moda en ese momento: que la pérdida de la virtud republicana es una de las causas de la decadencia del imperio, planteará que el triunfo de los bárbaros supondrá el triunfo de lo irracional sobre lo racional, jugando el cristianismo un papel destacado en esta degeneración. Por supuesto, lo racional no podía ser otra cosa que la edad de oro de los Ulpios-Aelios. En este marco conceptual, el s. III d.C. se presenta para Gibbon como un espacio de tiempo mal documentado, que contrasta inmediatamente con la “edad de oro de los Ulpios-Aelios”. Es el momento de inicio de la decadencia, el inicio del triunfo de lo bárbaro y lo cristiano, el momento en el que la irracionalidad ocupa el poder. Estoy convencido que muchos de los lectores que hayan llegado hasta aquí ha visto la película La caida del imperio romano. La última escena de la película, cuando Livio renuncia al trono, y la voz en off que aparece después, sintetiza perfectamente la visión de Gibbon sobre este periodo.<br /><br />Esta visión de Gibbon, basada en las fuentes escritas y fuertemente influenciada por el pensamiento de la época, será la compartida por los historiadores del s. XIX como Burckhardt (La época de Constantino el Grande); Mommsem (Römische Rechtsgeschichte); u O. Seeck en su Geschichte des Untergangs der antiken Welt, monumental obra en 6 vols. publicada entre 1897 y 1921. Finalicemos este autor con unas palabras de Arnaldo Momigliano (“Gibbon’s Contribution to historical Method”, Historia, 1954, 458-460): lo nuevo de Gibbon no va a ser sus ideas políticas, morales o religiosas, pues éstas son las mismas de Voltaire, sino que supo comprender el importante papel de los hechos en la Historia y supo ordenarlos y valorarlos. Puede decirse –esto ya es mío-, que la de Gibbon fue la primera historia realizada de forma racional, y en eso radica su importancia y su influencia.<br /><br />En general, hasta los últimos decenios del siglo XX se mantuvo la visión que de este periodo había establecido Gibbon, principalmente de la mano de Rostovtzeff, y la gran influencia que ha tenido su Historia social y económica del imperio romano. Este historiador va a realizar la primera explicación coherente y sistemática de la crisis, con una metodología concreta –algo que le faltó a Gibbon-, pero condicionada fuertemente por la I Guerra mundial y sobre todo por la revolución rusa. De todas formas, frente a la importancia del fenómeno externo/irracional de Gibbon como causas de la crisis del s. III, Rostovtzeff se va a constituir en el principal exponente de una interpretación basada en criterios internos, si bien siguiendo el mismo paisaje de fondo que Gibbon estableció. Es decir, cambian las causas, pero no el contexto.<br /><br />Siguiendo esta nueva tendencia, se va a ahondar en aspectos más concretos, pero sin cuestionar el tinte de fondo. Así M. Mazza con su Lotte sociali e restaurazione autoritaria nel III secolo d.C. (Roma, 1974), entre otros, se centra en los aspectos más sociales del tema. De la mano de Rostovzeff se retomará a Weber y su artículo “La decadencia de la cultura antigua. Sus causas sociales” de 1896, abriéndose a otros criterios más puramente económicos que serán seguidos fundamentalmente por la línea marxista de la historiografía como por ejemplo Vittinghoff, o Calderini en I Severi. La crisi dell’Impero nel III secolo (Bolonia, 1946), quien resalta la crisis financiera y la decadencia del comercio. Otros importantes historiadores retomarán las ideas de la “barbarización del imperio”, como F. Altheim, con su célebre obra Die Soldatenkaiser. Todos ellos, vuelvo a repetir, mantienen el mismo concepto de fondo iniciado por Gibbon que llevaría a otro importante historiador como A. Piganiol (Historia de Roma, Buenos Aires, 1924), ha decir que “la civilización romana no ha muerto de muerte natural. Ha sido asesinada”.<br /><br />Así, en general, los rasgos más importantes del siglo III hasta Diocleciano se pueden resumir en: 1) Ruina económica; 2) depreciación monetaria; 3) depresión comercial; 4) guerras imperiales; 5) intensificación de las rapiñas soldadescas; 6) desastres de la peste; 7) despoblación y bandidaje terrestre y marítimo; 8. abandono de tierras y expansión de la malaria; 9) decadencia industrial-comercial, con tendencia a la autarquía regional y a frecuentes épocas de carestía; 10) lucha entre el ejército y las clases cultas por la dirección del Estado –con victoria del ejército semibárbaro-; y 11) destrucción de las clases privilegiadas imponiendo el dominio del campo sobre la ciudad.<br /><br />Sin embargo, en las últimas décadas del s. XX se va a producir un significativo cambio conceptual. Para entender lo que va a pasar en la historiografía de este momento hay que retrotraerse en el tiempo y volver al siglo XIX, en concreto a Mommsen quien, además de ejercer como historiador, fue un importantísimo filólogo. Este sabio alemán fue uno de los pioneros de la crítica textual, y rápidamente se apercibió de los problemas internos que atañían a nuestra fuente principal para el conocimiento de esta época, la Historia Augusta, abriendo con su artículo “Die Scriptores Historiae Augustae” -Hermes 25 (1890), 223-300-, un proceso revisionista de esta obra que todavía hoy no se ha cerrado y que desde 1961 puede seguirse perfectamente en los Bonner-Historia-Augusta-Colloquium. Por otro lado, la misma escuela filológica alemana de Mommsen va a percibir la importancia del fenómeno epigráfico y va a iniciar su progresiva catalogación en una faraónica empresa: el Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL).<br /><br />Dejemos, pues, que la crítica filológica siga su curso y que se recojan de forma metódica los vestigios epigráficos que ha legado el imperio romano, hasta llegar a 1989, cuando G. Alföldy publica Die Krise des römischen Reiches. Geschichte, Geschichtsschreibung und Geschichtsbetrachtung. Se trata de una colección de artículos en donde, por así decirlo, se dá un golpe sobre la mesa y se procede a revisar todo el panorama existente hasta el momento. Estudios como el de A. King y M. Henig, The roman west in the Third Century (Oxford, 1981), habían dejado patente que no podía asumirse una crisis generalizada en todo el imperio, pues se mostraba a Britannia y la Pannonia como ejemplos de bonanza económica en este periodo; en otros como el de R. Lee Cleve, Severus Alexander and the Severan Women (Los Angeles, 1982), en donde se recoge por primera vez los epígrafes como fuentes históricas para este periodo -entre otras cosas gracias al avance de la tecnología, que permitía manejar grandes volúmenes y a la labor que durante cerca de un siglo había realizado el CIL- , se comprobaba que la imagen que se conocía para este periodo a través de la combinación de éstos y de las fuentes literarias, era muy distinta a la establecida hasta entonces.<br /><br />La concepción que se está obteniendo a través de todas las fuentes cambia, estableciéndose que “no puede asumirse una crisis generalizada en todo el siglo ni tampoco en todos los ámbitos, sino que, por el contrario, la evolución histórica sólo permite detectar ciertas “coyunturas de crisis” y la incidencia de éstas es más ostensible en unas regiones que en otras, e incluso en algunos lugares que en otros, aun perteneciendo al mismo contexto geográfico”, en palabras de Gonzalo Bravo -“Para un nuevo debate sobre la crisis del s. III (en Hispania), al hilo de un estudio reciente”, Gerion, 16 (1998), 493-500-.<br /><br />Surgía entonces un problema. ¿Por qué a través de los testimonios directos se está obteniendo una imagen distinta del s. III d.C. a la que dan las fuentes? El análisis filológico realizado durante estos años vino a resolver parte de esta duda. De nuevo G. Alföldy, en otro interesantísimo artículo “The Crisis of the Third Century as seen by Contemporaries” –recogido en la obra anteriormente citada en su versión alemana-, daba una nueva pista al concluir, tras un estudio pormenorizado de las fuentes, que el habitante del siglo III d.C. no tenía conciencia de estar viviendo en un momento de crisis. Adelantaba una serie de ideas que recogió y completó magistralmente Karl Strobel en Das imperium romanum im 3. Jahrhundert. Modell einer historischen Krise?. Este autor viene a decir, de forma aquí expuesta para que todo el mundo pueda entenderla, que el pensamiento apocalíptico cristiano de los ss. III-V d.C., concebido a través de la idea de que el Apocalipsis estaba cerca, unido a la extensión del mito de la sucesión de las edades, había condicionado las fuentes escritas. Es decir, las fuentes que conocemos para el momento estaban condicionadas, al igual que Gibbon en su momento, por el sentir de la época, que esperaba un inminente Apocalipsis y que veía en todo el último periodo –s. III d.C.-, la última edad, la de decadencia, previa a la segunda venida del Mesias.<br /><br />En resumen, lo que la historiografía piensa actualmente es que existió una crisis, pero matizada y condicionada a zonas geográficas concretas de las cuales todavía queda mucho por estudiar.<br /><br />A. Minicius Iordannes Pompeianus</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-13026456147802961182007-12-04T11:29:00.000+01:002007-12-04T11:30:06.761+01:00Los contemporáneos americanos de Roma<span style="font-size:85%;">Conocéis nuestra afición por los contemporáneos de Roma. Ya os hemos dado lata bastantes veces con los chinos Han, con los partos o con los Gupta de la India.<br /><br />Pero hasta ahora no habíamos hablado de los contemporáneos americanos, no menos meritorios que los Chinos, los Persas o los Indios...<br /><br />Se puede hacer una brevísima comparativa entre la ciudad más importante del mediterráneo y la ciudad más grande de América por esa época (que podía competir con la Roma imperial)<br /><br />Mientras por el Mediterráneo se extendía el poder de Roma a unos 9.800 Km. de distancia, existió otra gran ciudad poderosa Teotihuacan. Ciudad cuyo nombre significa “el lugar donde fueron hechos los dioses”, nombre posterior que le dieron los toltecas y aztecas.<br /><br />Teotihuacán fue la gran urbe mesoamericana contemporánea de la Roma imperial. Aunque ya hacia el 100 a.C. Teotihuacán había sido un asentamiento rural de cierta importancia, es hacia los primeros años de nuestra era cuando adquiere el carácter de gran urbe. En el período conocido como Tzacualli (1-150 d.C.) la ciudad tenía 17 Km. cuadrados y contaba ya con 35.000 habitantes.<br /><br />Durante el período Miccaotli (150-250 d.C.) llega a su máxima extensión territorial, 22,5 Km. Cuadrados, lo que la haría una urbe más grande que la propia Roma imperial. Aunque, eso sí, su población de 45.000 habitantes era una quinta parte de la de Roma.<br /><br />En épocas posteriores Teotihuacán se encogerá un poco de tamaño pero su población llegará a los 70.000 habitantes. Era por tanto una de las ciudades más importantes del mundo en su época.<br /><br />De todas formas las urbes mesoamericanas podían tener los kilómetros cuadrados que quisieran, pero en proporción siempre tendrían menos población que las europeas. No es debido a la "horizontalidad" :-), sino porque el concepto de ciudad en mesoámerica era diferente al occidental.<br /><br />Eran centros en primer lugar ceremoniales y luego administrativos. El factor residencial no es para nada el principal y se limita a ser secundario, relacionado con las actividades comerciales y burocráticas.<br /><br />Sólo Technotitlán y las ciudades del lago de Méjico, mil años después, consiguieron escapar a esta norma y ser grandes urbes en el amplio sentido de la palabra. Pero su evolución se vio cortada de raíz por unos barbudos que se duchaban poco.<br /><br />Unas imágenes de palacios teotihuacanos bastan para mostrar el ingenio de estos pueblos. Por cierto, que en mesoamérica existen diversos ordenes arquitectónicos. ¡Éstos le permiten a uno, del mismo modo que los estilos jónico, dórico y corintio, (que sirven para adscribir más o menos la fecha de construcción de templos) datar la antigüedad de las pirámides mexicanas por la forma de sus bases inferiores!<br /><br /><br />Por Cl. Salix Davianus,<br />Tratando de medir el resto del mundo con la vara de medir de Roma ;-)<br /><br />Con la colaboración de Gnaeus Salix Galaicus</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-16958142842652440942007-11-28T17:40:00.000+01:002007-11-28T18:16:31.578+01:00Javea Romana<span style="font-size:85%;">Jávea está situada entre el Cabo San Antonio y el Cabo de la Nao, punto más occidental de la región. El recinto amurallado que delimita su casco antiguo nos adentra en una población pintoresca, de casas pequeñas y blancas, que ha sabido conservar todo su encanto marinero. En sus 25 Km de costa podremos disfrutar de una amplia oferta turística.<br /><br />Gracias a su situación, su clima y la riqueza del valle donde se encuentra, Javea ha sido colonizada desde tiempos muy antiguos. Los primeros pobladores pertenecían al Paleolítico como así atestiguan los yacimientos encontrados en la Cueva del Montgó, y en el Cabo de la Nao. Los Íberos, romanos y musulmanes también pasaron por estas tierras.<br /><br />La conquista romana de estas tierras iniciada a finales del siglo III a.n.e., provocó sobre la población ibérica autóctona unos paulatinos y profundos cambios que llamamos la romanización.<br /><br />Estas transformaciones afectaron a todos los ámbitos de la sociedad ibérica: economía, religión, lengua, cultura material, etc. Así, desde el siglo II a.n.e. y especialmente a partir del I a.n.e. se multiplican por todo el valle de Xàbia pequeños asentamientos que podríamos definir como explotaciones agrícolas: la Vall de Pexet, la Vall de Sala, la Vall dels Puces, els Benimadrocs, la Vilanova, els Forandons, les Tarraules, les Capsades, el Rebaldí, l'Atzúbia, etc. Sobre este panorama general, algunos yacimientos presentan características peculiares: talleres cerámicos especializados en la producción de ánforas (la Rana, la Teulera), lugares de control o vigilancia (Santa Llúcia) , asentamientos comerciales (la Duana, l'Illa del Portitxol) y la villa-factoría de salazones del Arenal, que estaría vinculada con unas antiguas salinas (en uso, parece ser, hasta el siglo XVII) de las cuales se conserva el canal de la Séquia de la Nòria, excavado en la roca, que comunica el mar con el Saladar.<br /><br />Prueba de la intensa y rica actividad comercial de época romana son las numerosas ánforas y otros restos de procedencia submarina conocidos, con algunos puntos costeros que fueron utilizados como fondeaderos: el Portitxol, la Duana y tal vez la Caleta.<br /><br />EL PORTITXOL: COLONIA ROMANA<br /><br />Si al amanecer pone rumbo al sur desde el Arenal, doble el cabo de San Martín y le impactarán los acantilados cortados a pico, las masas forestales de pinar carrasco, la microreserva botánica y la isla del Portitxol (pequeño puerto), fondeadero natural que dió abrigo a fenicios, griegos y a una antigua colonia romana. El islote, cuya silueta recuerda a un batracio, cierra en parte la playa de La Barraca, encajada entre el mar y la barrera montuosa. De cantos rodados y arena, sus aguas tienen fama por la transparencia de sus fondos y la abundancia de congrios, bogavantes, meros, erizos, corvinas, pulpos, dentones y langostas. Si hace el camino a pie desde El Arenal pregunte por la cruz de piedra del Portitxol, situada en la carretera que domina la bahía. Apenas un kilómetro lo separa de la playa de La Barraca, un paseo inolvidable por la despejada panorámica que se obtiene del mar y de las escarpaduras. La isla se encuentra a unos setenta metros de la playa y se puede ganar a nado si el mar acompaña. <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5137940503388277458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7EEdzlIT-EeA906YRcQSkg6uyGZkdQVOBVO9v8TDi16J0dHjHBI6iYeEqIfl4hYqWtQr3wlKBxPVQvxopent79HBeF1XAUpwHqy9g639wkl3xIdoA7lVYdfzonWcB9CGRLITpV5Dp1Nt2/s320/A-355.jpg" border="0" /> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5137941139043437282" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirTwoGBYYH84yluNWdX5nY5AafhOniyogU3UXvNIwYCXeRlm3l2OZJLqsy1OTID0XkuNzwfew4rcoVvJPne4FWsSVmE65okNUxZU-uM6iAy9Z8hxzMjY3VGHYmG2drGz2AVwVxK_RbKRCE/s400/Mapeador.jpg" border="0" /><br /><br />Punta de l'Arenal-Muntanyar<br /><br />Destaca, por su importancia, el yacimiento de la Punta de l'Arenal-Muntanyar. De este asentamiento, con más de seiscientos años de ocupación seguramente continuada, conocemos un numeroso conjunto de materiales arquitectónicos (sobre piedra tosca), cerámicas, monedas, vidrios y otros objetos que evidencian su relevancia. En el yacimiento, muy destruido por las modernas construcciones, todavía se conservan algunas estructuras excavadas en la roca como son dos grandes balsas que debían ser utilizadas como vivero de peces. A pocos metros de la Punta se situaba la gran necrópolis del asentamiento conocida como el Muntanyar, en la que debieron existir, según cálculos aproximados, más de novecientas fosas de enterramiento.<br /><br />Ese intenso poblamiento declinará a partir del siglo V de n.e., cuando veremos desaparecer muchos de los asentamientos. En el siglo VII, solo constatamos una cierta actividad en la Punta de l'Arenal, aunque siguiendo las Fuentes podríamos situar aquí el monasterio de San Martín, donde sucedió un hecho milagroso entre el abad del monasterio y los soldados de Leovigildo, rey visigodo. Tal vez, el recuerdo de aquel hecho, haya sido conservado en la toponimia en el Cap de Martí, partida en la que en el siglo XVIII se levantó una ermita en honor de San Hermenegildo, hijo de Leovigildo y mártir de la iglesia católica.<br /><br />Son muchos y diversos los materiales de este amplio periodo conservados en el Museo. Se muestran cerámicas finas de diferentes tipos, con una amplísima cronología (siglos I al VI de n.e.) que fueron producidas en distintos lugares del imperio: Italia, Mediterráneo Oriental, Galia, Túnez, etc. Junto a ellas, se exponen también otros materiales cerámicos muy diversos: cerámicas de cocina, lucernas, materiales de construcción, pesas de telar y red, etc., así como monedas, elementos de adorno y instrumental de bronce y hierro y piezas fragmentadas de vidrio. Destacan los restos arquitectónicos en piedra tosca de la Punta de l'Arenal (capiteles, basas y remates arquitectónicos) y una inscripción funeraria sobre piedra caliza, procedente de la partida de la Riba.<br /><br />De la necrópolis del Muntanyar se conservan las piezas de ajuar de vidrio, cerámica y bronce recuperadas en algunas de las tumbas y una de las fosas de enterramiento que fue extraída antes de su destrucción. <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5137940499093310146" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK-mFJElmnDcvPLsEryW29pGG4CczxKvzANAw5HMSTiyfdEVpameP8mo3-WnvIttnSYmC2liSBONNKwI2khcJymPLDgm4tpVGaBoXWXV7qceVWwXDCuCKYF9o1NWNUR1O6mbyFbdCHCYE9/s320/17.jpg" border="0" /><br /></span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-87987356686313920702007-11-26T21:19:00.000+01:002007-11-26T21:22:12.449+01:00Frases"La civilización de Roma no es una ruina, es algo que vive en nuestras culturas: las leyes, la lengua, las costumbres... Todos nos sentimos romanos".<br /><br /><span style="font-size:85%;">Isabel Rodá Catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona Isabel Rodá y comisaria científica de Roma SPQR (Senatus Populusque Romanus).</span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6182202935457637397.post-29992003983311659542007-11-26T08:44:00.000+01:002007-11-26T08:46:03.343+01:00¡Están locos estos romanos!<span style="font-size:85%;">Piense en los romanos. Ésos a los que Obélix no se cansaba de llamar locos. Quizá acuda a su mente la imagen sudorosa de Charlton Heston conduciendo una cuádriga, o de Robert Taylor y Deborah Kerr viviendo una apasionada historia de amor mientras Peter Ustinov, en la piel de Nerón, prende fuego a Roma.<br /><br />¿Pero qué tienen de real Ben Hur o Quo vadis? ¿Hasta qué punto son fieles a la realidad de la Roma imperial? ¿Dónde termina la historia y empieza la edulcoración? Es difícil marcar la frontera, pero Hollywood, como en muchos otros temas, ha contribuido a generalizar un estereotipo dejando fuera de plano las aristas más incómodas. Por ejemplo, la tolerancia a la pederastia, la crueldad de algunos castigos romanos o el omnímodo poder del padre sobre su descendencia, que provocó que el parricidio se estableciese como una "costumbre" relativamente frecuente.<br /><br />Era el pater familias el que decidía desde el primer momento el destino de su prole. Cuando nacía un niño en el seno del matrimonio, la matrona lo depositaba a sus pies. Si el padre lo recogía significaba que le aceptaba en la familia, pero si lo ignoraba prácticamente firmaba su sentencia de muerte.<br /><br /><strong>Las relaciones paterno-filiales<br /></strong><br />El recién nacido era abandonado en la vía pública, donde solía perecer, o era recogido por los tratantes de esclavos, que lo alimentaban hasta poder venderlo. Eran los hijos "expuestos", los hijos expósitos. Ningún bebé con malformaciones se libraba de este destino, ni tampoco los que nacían en una familia con dificultades económicas. En algunas ocasiones, el recién nacido era rechazado por sospechas de adulterio.<br /><br />Con el paso del tiempo, la relación paterno-filial se desarrollaba basada en un profundo respeto no exento de temor. El domine (la manera correcta de dirigirse al padre) tenía siempre la potestad de decidir la suerte de sus hijos.<br /><br />Cualquier hombre, independientemente de su edad o estado civil no era considerado ciudadano romano con todos los derechos hasta que su progenitor moría. No podía casarse sin autorización, ni firmar contratos, ni disponer de un patrimonio propio. El padre era el juez de su dicha o su desgracia.<br /><br /><strong>Ciudadanos supersticiosos<br /></strong><br />El domine no sólo decidía sobre sus hijos, sino también sobre los esclavos que vivían sobre su techo. Podía ordenar su ejecución u otorgarles la libertad para que pudiesen formar su propia familia, enterrar a sus muertos y convertirse en libertos, como eran la gran mayoría de los comerciantes o artesanos. Eran la base de la clase media, algo más acomodada que la plebe, formada por esclavos y asalariados que se alimentaban fundamentalmente de pan y nabos.<br /><br />Sin embargo, la pompa y el boato escondían una sociedad que se movía a base de sobornos y tráfico de influencias. Los notables ignoraban la ley y se dedicaban a la usura. Eran las cabezas visibles de un imperio formado por millones de ciudadanos supersticiosos, que temían a las tormentas y que consultaban a oráculos y augures cualquier sueño.<br /><br />Entre las costumbres cotidianas, algunas rarezas. Los romanos salían de casa con el pie derecho y colgaban escorpiones de sus ventanas para pinchar los ojos de los envidiosos. Enterraban a sus muertos a la orilla de las calzadas, decoradas con guirnaldas, para que los transeúntes admirasen sus tumbas y los muertos se mantuviesen al tanto de quién entraba y salía de la ciudad.<br /><br />Ocultaban su calvicie con pelucas y postizos, mientras que ellas esperaban poder ver de lejos a la mujer del emperador, que era quien dictaba la moda, para copiar su peinado o su tinte de pelo, que generalmente solía ser rojo. Una sociedad chismosa, aficionada al libelo y, en algunos aspectos, decadente a nuestros ojos. Quizá en el fondo tenía razón Obélix y estos romanos estaban locos.<br /><br /><strong>Los romanos toman Madrid</strong><br /><br />Holografías, maquetas, juegos de luces e infinidad de tesoros arqueológicos componen la muestra Roma, SPQR, organizada por la Fundación Canal. La muestra recorre la vida cotidiana en la Roma Imperial, desde su comienzo con Augusto (siglo I a.C.) hasta su final con Constantino (siglo IV d.C.). </span><br /><span style="font-size:85%;"></span><br /><span style="font-size:85%;">Fuente: <a href="http://publico.es/culturas/020571/locos/romanos">PUBLICO.ES</a></span>M. CVR. COMPLVTENSIShttp://www.blogger.com/profile/10202676325903185156noreply@blogger.com0