martes, 20 de enero de 2004

Barbudos, eunucos y confusiones

Cuando alguien se imagina un bárbaro, piensa por sugerencia errónea de la palabra o por imágenes de la cultura popular en un barbudo.

Algo de eso hay. Efectivamente, el uso de la barba sufrió un renacimiento hacia finales del imperio, tanto entre los bárbaros como entre los propios romanos.

Las modas siempre han cambiado con el tiempo; incluso en Roma (Para todos estos temas es muy buena referencia el capítulo de moda del libro "URBS" de Paoli, que ha sido una de nuestras fuentes).

En un principio, tanto los romanos como los griegos gastaban barba. No hay más que ver los bustos de Pericles, por ejemplo. Más tarde, en la época de Alejandro Magno, se puso de moda en Grecia el afeitarse. Los únicos que no se afeitaban eran los filósofos, menos preocupados por futesas terrenales (¿Habéis visto bustos de Platón o Aristóteles?).

La moda se acabó exportando hasta Roma, donde se impuso el afeitado hacia la época de las Guerras Púnicas. Por ello, llevar barba significaba imitar a los filósofos griegos.

Por eso, Séneca recomienda no ir con barba peluda al estilo griego, aunque aparece con barba en un famoso busto y su pupilo no le hacía ascos al vello facial para disimular la papada.

Aun más tarde, la barba volvió a reaparecer en la moda de Roma, hacia la época de Hadriano.

Donde la barba sí parecía importante es entre los bárbaros de Oriente, concretamente entre los persas. Los partos y sasánidas tenían la misma manía por usar barba que sus predecesores aqueménidas y sus vecinos asirios.

Quizá por influencia suya, o por la de los barbudos y ascéticos santos cristianos la barba tuvo gran prestigio en Bizancio. Era símbolo de madurez, de sabiduría y de poder. De ahí que hoy en día los Cristos sean barbudos: Los bizantinos los representaban así para denotar la realeza del pantocrátor y la moda cuajó en el románico (¡Las representaciones anteriores de Jesús-pastor lo pintan lampiño!).

La barba seguía de moda en la Bizancio de las primeras cruzadas. En realidad, casi todos los bizantinos de la época la llevaban. Sin embargo, más al Oeste, estaba de moda el estar afeitado.

A finales del siglo XI los dos grupos entraron en contacto de forma importante, como consecuencia de las cruzadas. Y así se produjo un curioso efecto colateral debido a la moda.

Los cristianos occidentales se afeitaban. Sólo había un grupo en el occidente cristiano que no se afeitase: Eran los vikingos, que en aquella época hacían sus últimas correrías. Así que las barbas de los "griegos" no hicieron más que confirmar el concepto occidental de que los bizantinos eran unos bárbaros sin educación (nada más lejos de la verdad).

Los bizantinos llevaban orgullosos sus barbas. Y, de hecho, sólo había un grupo en el oriente cristiano que no tuviese barba: Eran los eunucos, que en aquella época campaban a sus anchas en la corte del basileus.

¡Así que los lampiños rostros de los "francos" no hicieron más que confirmar el concepto bizantino de que los occidentales eran unos afeminados castrados (nada más lejos de la verdad).!

Todo esto sólo contribuyó a alejar aun más la posibilidad de reconciliación tras el cisma de 1054.

Para que luego digan que la moda no es importante :-).

Ya que estamos con eunucos podemos explicar otra aventurilla off-topic sobre el "machote" de Alejandro magno y su eunuco persa...

Este texto es del escritor Quintus Curtius, que escribió una biografía de Alejandro:

“... [Orsines] habiendo mostrado su afecto a todos los amigos del rey [= Alejandro Magno], con regalos que sobrepasaban los mismos deseos de éstos, no tuvo ningún detalle con el eunuco Bagoas, quien, valiéndose del obsequio de su propio cuerpo, tenía a Alejandro ligado a su persona
Advertido por algunos sobre cuán grande era el afecto que Alejandro sentía por Bagoas, Orsines respondió que él honraba a los amigos del rey y no a las concubinas y que los persas no tenían costumbre de considerar hombres a quienes se prostituían como mujeres. Al enterarse de esto el eunuco [Bagoas], echó mano, para perder a un hombre nobilísimo e inocente, de todo el poder que había conseguido mediante la deshonra y el deshonor. En efecto, sobornó a los más mezquinos compatriotas de Orsines, advirtiéndoles que se presentaran sus falsas acusaciones contra el sátrapa cuando él se lo ordenara.
Mientras tanto, cada vez que se encontraban sin testigos [Bagoas y Alejandro], saciaba los oídos, crédulos, del rey sin decir una palabra del motivo de su cólera a fin de que sus acusaciones [contra Orsines] tuvieran más peso. Orsines todavía no era sospechoso pero había descendido en la estima del rey: En secreto se le consideraba ya reo, aunque él desconocía el peligro latente, y el prostituto más abominable [Bagoas], no olvidándose de su fraude ni siquiera en medio del estupro y del ejercicio del deshonor, cada vez que encendía la pasión del rey hacia su cuerpo, aprovechaba la ocasión para acusar a Orsines, unas veces de avaricia y, otras, incluso hasta de intrigas sediciosas.”
HISTORIA DE ALEJANDRO, Q. Curtius (Ed. Gredos, pág. 557-558)

Que conste que lo de la homosexualidad de Alejandro era normal para ser medio griego. Lo que no era normal es tener una relación amorosa o cuasi-amorosa con un eunuco-chapero. ¡Pero claro, Alejandro en muy pocas cosas fue normal!

Podríamos preguntarnos qué tienen que ver, a priori, los sodomitas con los eunucos

En Oriente, tanto en Persia como en la India, los eunucos han estado históricamente ligados al ambiente homosexual.

La castración de los eunucos suponía cierta feminización de su aspecto al disponer de menores niveles de testosterona. De hecho en la India actual una manera barata de semitravestismo es la de convertirse en eunuco (¡Es cierto!)

La propia historia de Alejandro con el eunuco Bagoas refleja eso mismo. Algunos eunucos en Persia, sin ser una costumbre persa tremendamente extendida, estaban dedicados a la satisfacción de los impulsos y tradiciones”.

Ojo no estamos diciendo que en el mundo antiguo existiera una clase especial de homosexuales en el mismo sentido que la homosexualidad moderna (lo cual es un invento bien reciente).

En varias sociedades del mundo antiguo la homosexualidad no era una "opción" sino que en ciertos casos pasaba por una fase de la socialización. Varias sociedades de guerreros africanos recientes, antes de tomar esposa, tomaban por "esposo" a un joven guerrero al que hacían servir de pareja y transmitían sus conocimientos.

Como esto se da en pueblos nilo-saharianos me figuro que por ejemplo esos Nubii y esos Blemytes que tanto dieron la lata en tiempos de Diocleciano y posteriores posiblemente tuvieran ellos mismos esas prácticas.

Pero, en definitiva, eso son casos, no la norma. Claro que no tenía por qué ser así. Un eunuco es un castrado; no un chapero.

Particularmente en Bizancio los eunucos tuvieron papeles que normalmente relacionamos hoy en día con la “hombría” o el “tener cojones”

Por ejemplo, un general famoso, Narsés, fue eunuco.

Belisario, el “general estrella” de Justiniano, fue destituido de su puesto en plena campaña italiana (dicen que se había hecho demasiado poderoso). El basileus necesitaba alguien brillante y de confianza para conquistar del todo Italia, y acabó eligiendo a Narres.

Este eunuco era un hombre ya mayor y bastante gordo (los eunucos tienden a serlo) cuando le dio la puntilla al rey ostrogodo Titila en su más famosa batalla, la de Taginae. En esta batalla Narsés dio un ejemplo de libro de planificación magistral, ejecución, sangre fría y lo que podríamos llamar “flema británica”.

Por Cl. Salix Davianus, Gnaeus Salix Astur y Marcus Salix Saverius

1 comentario:

sexxar dijo...

Hola que tal, disculpa me intereso demasiado tu publicacion me parace importante las reseñas que marcas en el texto, me gustaria saber de que citas textuales lo encontraste.