Los frescos de las cuatro nuevas salas de la Casa de Augusto son de altísima calidad, con el máximo de las posibilidades de la época y constituyen un importante ejemplo de pintura romana de finales del siglo I a.C., según los responsables de la restauración.
La cueva, denominada el Lupercale, por el nombre de la loba Luperca, se encuentra en la histórica colina del Palatino y según la leyenda era reverenciada por los antiguos habitantes de la ciudad como el lugar en que una loba había amamantado a los legendarios fundadores de la urbe, Rómulo y Remo. Los dos hermanos crecieron y acabaron fundando Roma, en el 753 antes de Cristo.
Vídeo: Secretos en la colina del Palatino
Autor: Carlos Sánchez-Montaña
La zona recuperada de la casa corresponde al ala este de la gran villa romana, parte que se construyó antes de que Octavio fuera proclamado 'Augusto' y príncipe por el Senado de Roma, el año 27 a.C., convirtiéndose así en el primer emperador.
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