miércoles, 17 de octubre de 2007

El rechazo al humanismo

Card. Ricardo M.ª Carles para LA RAZON

El desprecio hacia las humanidades es un asunto muy serio. Las consecuencias de su desaparición, pueden llevarnos a ver hasta qué extremos caricaturescos conduce su supresión. Hace algún tiempo, en TV, una emisión de temas científicos nos presentaba unos cocodrilos que, en alguna ocasión devoraban a sus crías. La relatora de la TV dijo con toda seriedad algo que casi me hizo saltar de mi asiento: «Esos cocodrilos son, por tanto, antropófagos». Si hubieran devorado hombres -ántropos-, lo serían, pero si comían sus congéneres, eran homófagos, pues comían sus parecidos o iguales. Grave consecuencia de no tener la menor idea del griego. Ello me recordó una anécdota de Unamuno, el gran profesor de Salamanca. Explicando quiénes eran los homófagos, un alumno despistado y que seguramente le había interrumpido más de una vez, le dijo que no entendía lo que acababa de exponer. Unamuno, con un salida muy suya le respondió: «Estaba diciendo, señor X, que homófagos son los seres que se alimentan de animales de su especie. Para que no lo olvide: Si usted fuera homófago, comería besugos».
Las carencias producidas en ese suprimir las humanidades tienen consecuencias nada risibles. Es grave que algún profesor de Derecho Romano de una universidad de Barcelona haya de comenzar el curso explicando a los alumnos qué fue el Imperio Romano, su cultura y sus leyes, pues le pregunta algún alumno por qué estudiar Derecho Romano y no derecho alemán o inglés. Las consecuencias de llegar a la universidad con una cultura tan pobre son un condicionamiento negativo para que el nivel universitario tenga una altura deseable y necesaria.
Esta situación no se debe sólo al rechazo de las letras, sino al rechazo, más grave y peor en sus consecuencias, de la religión. El rechazo a ésta es acompañado de la marginación de la cultura europea que se apoya en la helénica, en la romana y en el cristianismo. Es caminar hacia un futuro en que el hombre se deshumaniza y pierde el auténtico sentido, el porqué de su vida. No podemos hacer de Dios el Gran Ausente sin que el hombre quede absolutamente desnortado.

sábado, 13 de octubre de 2007

El Mare Nostrum valenciano

El litoral de la Comunitat Valenciana registró una gran actividad comercial y portuaria, lo que explica la creación de enclaves notables como los de Saguntum, Ilici, Dianium, Valentia o Sucro

Por José Miguel Vigara, Valencia para
levante-emv.com

«El control del litoral peninsular precedió al dominio de los territorios interiores», tal como señalan Asunción Fernández y Josep A. Gisbert en un amplio artículo dedicado a analizar la importancia de los puertos valencianos en la expansión romana, en el libro II de La Gran Historia de la Comunitat Valenciana. La proliferación de notables plazas portuarias a lo largo de la costa, y el posterior hallazgo de gran cantidad de restos de villae romanas marítimas, de fondeaderos e incluso de pecios, demuestran nítidamente la relevancia que adquirió el tráfico comercial en tiempos de los romanos.
Los puertos valencianos del Mare Nostrum cobraron importancia, en especial despué s de la Segunda Guerra Pú nica (219 a 201 a.C.), cuando Roma pasó a ejercer control sobre toda la costa mediterrá nea occidental.
Por desgracia se sabe poco de ellos, aunque indican los investigadores «muchos eran meros puntos de fondeo que se limitaban a aprovechar las características naturales de la costa, sin construcciones artificiales». Sin embargo, en algunos casos, como los de Saguntum y Portus Ilicitanus (Santa Pola), se han hallado almacenes, cisternas de agua y pequen as obras de protecció n, elementos que los ponen en relación con otros puertos importantes como los de Ostia y Puteoli, ambos en Italia. Su notoriedad en la época está vinculada a la concentració n de ciudades y villas cercanas por donde pasaban las mercancí as.
Durante la guerra civil romana (82 a.C. a 72 a.C.) que enfrentó a Sertorio con los gubernamentales -con Pompeyo al frente-, Dé nia le fue fiel al primero y se convirtió en la base naval de é ste en territorio valenciano. En cuanto a Saguntum, el puerto estaba situado a pocos kilómetros del nu cleo interior. Algunos expertos lo han situado en los Estanys d'Almenara, mientras que otros lo ubican en la playa del Grau Vell.
En Valentia se supone que los barcos entraban por la boca del Turia hasta las cercaní as de la ciudad. Se trataba por lo tanto de un puerto fluvial. Algunos autores sostienen tambié n que se comerciaba en un puerto natural de la Albufera.
El Portus Ilicitanus se hallaba en la actual Santa Pola, pero histó ricamente hizo las funciones de salida al mar de la colonia hispanorromana de Ilici. Algo parecido ocurrí a con el Portus Sucronensis (actual Cullera), que funcionaba como puerto de Alzira (la romana Sucro). Portus Ilicitanus fue un puerto provincial muy notable y uno de los ma s destacados del litoral valenciano de la Península Ibe rica, en buena medida como consecuencia de su vinculación a Ilici.
El mapa de distribución de fondeaderos detectados en el litoral valenciano es consecuente con el nivel de investigación zonal. De ahí, la densidad de hallazgos de la costa de Castelló. Se han documentado puntos de fondeo frente a las desembocaduras de los ríos y barrancos: l'Aiguaoliva, les Salines, la Barbiguera, el Sénia, en la costa de Vinaròs y Benicarló, al igual que en las playas de Alcalà de Xivert, Torreblanca, Cabanes, Orpesa, Benicàssim, Castelló, Borriana, Nules, Almassora y Moncofa.
Tambie n en la desembocadura del río Mijares, actualmente con su formación deltaica en retroceso. Diversos asentamientos costeros de época republicana, como el de Torre la Sal (Cabanes) o la Torre d'Onda (Borriana), villas romanas, como las de Nules y Almenara, o puntos con manantiales de agua dulce a menudo están en conexión con fondeaderos.
Al norte del portus de Valentia se han detectado zonas de probables fondeaderos en el Puig, la Pobla de Farnals, Alboraia o el Cabanyal-Malvarrosa. En este u ltimo, al sur del barranc del Carraixet, vía de penetración hacia Edeta, se han desarrollado prospecciones subacua ticas que manifiestan una notable actividad desde el siglo VI a.C.

jueves, 11 de octubre de 2007

Los euros de hace 20 siglos

Diversas ciudades valencianas de la antigüedad acuñaron monedas incluso antes del contacto con Roma a finales del siglo III antes de Cristo (a.C.), tal como explican los expertos que han escrito el volumen segundo de La Gran Historia de la Comunitat Valenciana.

Algunas de estas capitales, como el caso de Valentia, terminaron su producción antes del cambio de era, y en Saetabis se llegaron a emitir piezas con alfabeto latino antes del siglo I a.C.
A partir de Augusto, las ú nicas cecas que subsistieron en el territorio fueron las de Saguntum e Ilici, que pusieron en circulación monedas de cobre de diferentes valores, pero dentro ya de los patrones romanos. Existían varios tipos. Verbigracia, los ases y semiases, «popularizaron el nombre de los magistrados que gobernaban las dos ciudades y que eran responsables de la emisión, al tiempo que los reversos incluí an motivos relacionados con su vida cotidiana», señalan José Manuel Abascal y Jesús Trelis. Saguntum usó generosamente las imá genes de las naves que anclaban en su puerto mientras que Ilici empleó ocasionalmente las enseñ as militares propias de los soldados que había recibido como ciudadanos.
Junto a las emisiones locales, netamente insuficientes para las transacciones diarias, la zona recibió el aporte de monedas emitidas en cecas de la periferia, principalmente Carthago Nova (Cartagena), en las dé cadas finales del siglo I a.C. y en las primeras del I despue s de Cristo (d.C.). A ello hay que sumar el importante volumen de piezas de Roma.
Dado que las emisiones locales desde tiempos de Augusto fueron exclusivamente en cobre, el uso de los ejemplares salidos de las cecas de Saguntum o Ilici no iba ma s allá de las pequeñas compras de alimentos; para las grandes transacciones y para pagos relacionados con compra de tierras u obras pú blicas sólo pudo emplearse la moneda oficial romana, emitida en metales que incluían la plata y el oro, y con valores suficientes para esas operaciones. A partir de mediados del siglo I d.C., el cierre definitivo de las cecas peninsulares dejó en manos de Roma el abastecimiento monetario del territorio.
Respecto a la circulación en sí misma, los análisis realizados sobre las colecciones pú blicas y privadas que hoy se conocen indican que, en las primeras dé ca- das del siglo I d.C., llegaron frecuentemente a la Comunitat Valenciana piezas procedentes de multitud de talleres, incluso lejanos, como los del valle del Ebro, Andalucía o la Meseta. Si en la mitad norte del territorio las piezas de Saguntum son claramente mayoritarias, en la mitad sur, especialmente en el área de Alicante, las monedas ma s frecuentes son las de Carthago Nova.

Por: J. M. Vigara, Valencia

Fuente: http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3683_19_355328__Comunitat_Valenciana-euros-hace-siglos

martes, 2 de octubre de 2007

De primipilis et cassidis (Roma HBO)

o de como somos capaces de enrollarnos comentando una peli (II)

Comentarios publicados en el foro de NRHispania tras la emisión de los dos primeros capitulos de la serie televisiva Roma en Diciembre de 2005

Gnaeus Salvius Astur

Veo que la dichosa serie ha despertado el interés de mucha gente.
Espero que no sea algo pasajero.

He visto algunos comentarios sobre si un primus pilus podría tener una casa grande. En realidad, cualquier centurión se convertía en un miembro de la clase media, y viviría en mejores condiciones que las que se indican en la serie. Un centurio primipilus, en particular, era el centurión de más alto rango de la legión (un puesto demasiado importante y prestigioso para una persona tan joven como el personaje de la serie) y, como ya ha indicado Paulus, era un miembro del Ordo
Equester. Un primipilus no viviría en esa casa tan cochambrosa --viviría en un apartamento excelente en la primera planta de una insula(la planta más cara).

En cuanto a los cascos, ya han indicado otros que, aunque se parezcan a los cascos representados en la Columna Trajana, no disponemos de ningún ejemplo ni siquiera remotamente parecido a los cascos que aparecen en la serie. Y se han encontrado literalmente centenares de cascos, de tal forma que se puede establecer una especie de "árbol genealógico" de la evolución de los diferentes modelos de casco. Lo
más sospechoso es que los cascos de la argolla no parecen guardan ninguna relación con ninguno de los modelos conocidos. Por eso lo más probable es que sean fruto de una licencia artística por parte de los escultores de la Columna Trajana -- su objetivo era construir una herramienta de propaganda, y no ser fieles a la realidad. Por eso, entre otras cosas, tienen carrilleras mucho más pequeñas que las de
los cascos reales, que no dejan ver tan bien la cara de un legionario pero que protegen mucho mejor. Ese tipo de convenciones artísticas son relativamente frecuentes en el arte romano.

Otra cuestión: todo lo visto en la breve escena de la batalla es, por lo que yo sé, pura invención. Lo del silbato recuerda a los soldados británicos del siglo XIX, pero los romanos usaban instrumentos grandes de bronce para transmitir las órdenes -- por eso había tubicines (músicos de tuba) y cornicines (musicos de cornu) en las legiones. Y nadie en su sano juicio se hubiera quedado quieto ante una carga gala
sin disponer de las sarisas de la falange macedónica -- les hubieran machacado.
Sólo tenéis que ver un partido de rugby, fútbol americano o hockey sobre hielo para ver que le pasa a una persona que se queda quieta mientras otra persona llega en carrera y le empuja. Los legionarios cargaban en carrera contra el enemigo al toque de tompreta, más o menos como los galos, aunque luego se reagrupaban con más eficiencia y disciplina y substituían un acies por otro. No tenéis más que leer al
propio César para comprobarlo.

Por último, los romanos usaban ropa interior, se llamaba subligaculum (menciones literarias lo confirman), y consistía en un triángulo de tela que se ponía como una especie de pañal (parecido a lo que llevan los luchadores de sumo, pero sin ser en plan tanga). Lo de que los romanos no llevaban ropa interior es una de esos mitos que cuesta erradicar.

Gaius Rutilius Lentulus

Bueno, el tema del ejercito romano es de mis favoritos asi que aqui tengo que intervenir duramente. Aunque no se sabe exactamente la forma concreta los romanos usaban los instrumentos que mencionas para transmitir las ordenes, pero esas ordenes son las digamos "grandes", las generales. Las ordenes para una centuria, como los relevos francamente dudo mucho, aunque es posible desde luego, que se transmitiesen con esos instrumentos. En el estruendo de la batalla hace falta un sonido muy agudo para que sea audible por aquellos a los que va destinado. A mi me parece una solucion muy buena.

La tactica de combate es perfecta. Cuando uno puede cargar carga, pero nadie te ha dicho que la batalla se iniciaba alli, de hecho no tienen ninguna lanza en la mano, claro que es un detalle que se puede interpretar como un fallo de documentacion, pero visto el resto de la serie no creo que sea el caso. Por lo demas, en efecto si una persona corriendo choca contra otra parada se la lleva por delante, pero creo que no has pillado muy bien el concepto de "infanteria pesada". No es una persona, son un monton, empujandose, sosteniendose, agarrandose, escudos cercanos, casi entrelazados a veces, con armaduras, prueba a chocar corriendo contra eso y veras lo que te pasa. Por otro lado los pilums no eran para combatir eran solo para
lanzar, con ellos no se puede parar una carga mas que lanzandolos por su propia construccion.

En este sentido hay una escena que me gusta mucho, que los romanos tambien hacian por cierto, en Troya. En la batalla a los pies de las murallas hay un momento en que el ataque de la infanteria troyana agrupada, en formacion cerrada, contra los otros que estan en desorden es sencillamente empujar. Si lo consideras de una persona contra otra no tiene sentido, dependeria de la fuerza de cada una y de su cansancio, pero no estamos tratando de personas, si no de unidades militares, el resultado es completamente diferente.

El modo en que combaten, salvo la machada de Pullo, tambien es correcto. La espada corta esta hecha para apuñalar y es el movimiento que se ejecuta, rapido y mortal, no son espadas para ir haciendo esgrima por ahi. Su ventaja es el enorme escudo detras del que te puedes parapetar hasta que el enemigo deja un hueco y entonces le ganas por velocidad y lo apuñalas delandolo fuera de combate, de hecho no tiene ni por que ser una herida mortal.

Francamente a mi toda esa escena me parecio brillante, salvo lo de Pullo, ya digo, que es el detalle "de pelicula".

Con todas sus limitaciones, que las tiene y muchas, os recomiendo ver un reportaje que pusieron en "canal de historia". Es parte de una serie de ellos que se llama "Conquista", este se titulaba "Las armas de los romanos" y se pueden ver unas cuantas cosas muy claramente sobre la forma de combatir de unos y otros en la epoca y por que las cosas eran como eran.

Titus Amatius Paulus

En cada centuria habia un cornicer, un legionario que transportaba un gran instrumento de viento (cornu) que tiene un sonido muy potente, no sabemos si transmitian las ordenes del legado por toda la legion o las del centurion de cada centuria, me parece mas adecuado la primera porque el estruendo de notas discordantes de diferentes ordenes seria caotico y letal en batalla. No hay referencias a la utilizacion de silbatos en el ejercito romano y creo que las ordenes de la centuria las daria el centurion a gritos.

En tiempos de Cesar los romanos no usaban los pilum como lanzas sino como has indicado armas arrojadizas antes de la carga al combate cuerpo a cuerpo. Los romanos solucionaron el problema de enfrentarse a enemigos con lanzas con el scutum que por su gran tamanno y curvatura les premitia apartar las lanzas a empujones hasta llegar a distancia de usar el gladius.

El concepto de infanteria pesada que has dicho es el de la falange helenistica, macedonica o griega: una mas compacta de hombres hombro contra hombro apoyandose por su peso y la superposicion de escudos.
Pero los romanos no luchaban apiñados, para lanzar el pilum hay que tener mucho espacio entre lineas (unos 2 m) y hay que dejar algo de espacio entre columnas para poder atacar con el gladius aunque sea una arma punzante, cuando los legionarios se apiñaban solia ser nefasto (como en Cannas) porque no habia espacio para usar las armas.
Ademas de que no puedes ayudar a tu compannero porque estas a distancia de tu compañero, no tienes una mano libre: con la mano izquierda sostienes el escudo y en la otra tienes un arma. Los romanos diseñaron este sistema de lucha precisamente para hacer frente a dos cosas: las cargas desorganziadas de los celtas y la infanteria compacta de los griegos. Tambien la formacion muy cerrada es perjudicial para la estabilidad porque la caida de uno puede producir un efecto domino.

Gnaeus Salvius Astur

Lamentablemente, nuestro parecer (el tuyo o el mío) tiene poca importancia. Lo que importa es lo que digan las fuentes históricas. Y Vegetius, en "De Re Militari" (Libro II), explica cómo tubae, cornua y buccinae eran empleados para indicar la carga y la retirada, el movimiento de los estandartes y otras maniobras similares.

http://www.pvv.ntnu.no/~madsb/home/war/vegetius/dere05.php#14


Además, tal y como Paulus te ha indicado, cada centuria incluía un signifer y un cornicen. También sabemos que las órdenes se transmitían de viva voz por los oficiales (puedes encontrar su lejano recuerdo en el Strategikon de Mauritius).

Las órdenes en una centuria eran transmitadas, por lo tanto, a través de estos tres elementos: por el movimiento del signum, por el sonido de los instrumentos musicales y por los gritos de los oficiales. En ningún caso, que yo sepa, se menciona un silbato como el que aparece en la escena que comentamos.

Por suponer, podemos suponer lo que quieras. La cuestión es que, si el objetivo de esa escena era representar un momento típico en una batalla, no tiene éxito. Ni se produce la carga acostumbrada, ni se transmiten las órdenes de la forma correcta, ni los legionarios arrojan sus pila al enemigo, ni el equipo que llevan es históricamente válido. Y no son los únicos errores que presenta la serie. Incluso en sus reconstrucciones más acertadas (la reconstrucción de calles y casas) hay gazapos importantes. El Forum Romanum tal y como aparece en la serie, por ejemplo, resulta muy familiar a cualquiera que haya visitado Roma... lo cual es muy mala señal. En la serie aparece el Forum Romanum tal y como era en el siglo IV d.C., cinco siglos más tarde, siendo muy diferente del foro de la época de César (antes de que lo preguntes, sabemos perfectamente cómo era el foro en la época de César).

La serie puede gustarte o no (yo pienso ver los siguientes capítulos el martes que viene), y puede tener sus méritos o dejar de tenerlos, pero su corrección histórica no puede defenderse.

Titus Aelius Nero

Estoy totalmente de acuerdo con Astur en cuanto a la verosimilitud del uso del silbato. Expongo mis razones:

a) está arqueológicamente demostrada la utilización del silbato, al haber aparecido en acuartelamientos y campamentos de campaña.

b)Instrumentos como el cuerno, la tuba, etc, son asumibles para dar órdenes generales, es decir, de Estado Mayor, ya que éstos soldados acompañarían además al mismo: es muy poco plausible que aparezcan estos hombres maniobrando al lado de cada centuria, de cada manípulo. Es tácticamente imposible, y además sería poco operativo.

c) El silbato lo ponen en boca del centurión, lo cual. al tener a su cargo las órdenes tácticas sobre centurias y manípulos, inmediatas por demás al área del combate, es lo más lógico y natural.


ROMA HBO: Impresiones o de como somos capaces de enrollarnos hablando de una peli

Comentarios publicados en la lista de correos de NRHispania tras la emisión de los dos primeros capitulos de la serie de televisión Roma en Diciembre de 2005

Jesús Quintana Herrero (14-12-2005)

Bueno, vistos los dos primeros capitulos comento algunas cosas para los que no la habeis visto en ingles.

Las voces en general creo que estan bien elegidas, algunas incluso muy bien, sobre todo en los personajes femeninos. El problema a mi entender es que dos de los personajes principales tienen unas voces pateticas. Lucio Voreno por un lado y sobre todo Caton. Lo que han hecho con ese personaje es lamentable.

Respecto a la traduccion una de cal y una de arena. Nunca entendere por que pasan estas cosas en las traducciones. Hay momentos en que esta muy bien, incluso cuando se aleja del dialogo original, brillante incluso y hay otros en que sencillamente es absurda. A veces incluso sin sentido. ¿Por que traducen muy bien algunas cosas realmente complicadas y en algunas de las triviales sencillamente la cagan?. Creo que nunca lo sabremos. Los nombres propios en general dejan bastante que desear y los teminos tipicos de la epoca estan relativamente bien aunque no todos.

Para el olvido cosas como Marco Antonio entrando en casa de Acia (termino latino creo, en la serie mantienen Atia), y gritando Dios mio!, cuando en el original dice Dioses!. O ya que la serie resume todos los tribunos de la plebe en Marco Antonio cuando este es investido en ingles al menos dicen "ya eres tribuno de la plebe", mientras que en castellano dice "ya eres el tribuno de la plebe". O ya al absurdo cuando al final del segundo capitulo aparece un tipo gritando, sin confusion posible, "Cesar is in Italy" o sea Cesar esta en Italia, y lo traducen por "Cesar esta en Roma" ¿¿¿¿?????, ¿alguien lo entiende?. Muchos podran decir que solo son detalles.
Afortudamente la mayor parte de las veces asi es, y lo unico que hacen es contribuir a empobrecer la impresion de la serie, sin estropearla, pero incluso mi madre, que no tiene ni idea de todo esto, comento que habia "cosas raras".

Otro detalle es que me parecio que los relativamente abundantes terminos que usa la serie inglesa en latin han sido eliminados. En otros capitulos aparecen cosas en griego y demas.

En fin, la serie sigue siendo buena pero, ¿por que tienen que hacer estas cosas?

Marcus Curiatius Complutensis (14-12-2005)

Españolitos que somos......es la unica explicación posible ;-) Habria que ver si en las otras traducciones a lenguas hispanicas la han metido tan hasta el fondo (la pata), en cuanto a Catón solo una palabra "patetico". El "Cesar está en Roma" fué el remate final a las traducciones. En cuanto a personajes Tito Pullo es el swazeneger de la serie.

G. Minicius Agrippa (14-12-2005)

Para impresión la recreación del taurobolio de Acia-Atia. De imaginarlo y describirlo a verlo. Me impresionó.
Aplaudo el esfuerzo de esta escena, quizás con una cronología adelantada, pero que reviste al personaje de la fuerza que la ficción le otorga. Supongo que en los siguientes Octavia ganará protagonismo como
consejera de Octavio.

L.Minicius Sceptius (14-12-2005)

En EEUU, la serie se terminó de emitir dos o tres semanas antes de estrenarla aquí, pero desde luego los doblajes son, en general, malos. Se comen partes como cuando César, en un buen momento ante Bruto le dice "Estoy mal" en vez de aquello de "Estoy en los límites de mi ingenio" que suena mejor. Catón es insufrible, como una especie de "paisa, barato barato". Han cortado y traducido simplonamente, pero es algo que al menos echen aquí la serie, mal emitida, por cierto, pero al fin y al cabo la ponen.

Por otro lado, dejando de lado la inexactitud histórica que se ve en toda ella, es más cercana que otras (Pienso en "Augustus" o "Cleopatra", folletines modernos mal realizados), quizá porque los autores son aficionados al tema, aunque uno de ellos, John Millius, es dado a los ambientes "decadentes" y "bárbaros". Millius es el director de "Conan", entre otras cosas... Se agradece en la versión original que los actores, británicos en su mayor parte, sigan el modelo de "Yo, Claudio" con menos ampulosidad.

En fin, al menos una serie que no está del todo mal. Refleja las cuestiones políticas, la intriga, un cierto papel de las mujeres que las deja casi como "chicas de alcoba"... aunque claro, el verdadero valor, quizá, habría sido ir antes, a los tiempos de Mario y Sila, y hacer la serie desde ahí. Pero entre el público general, ¡quién los
conoce! se trata de ganar dinero. Ah, y las concesiones de la muñequeras macarras de cuero, aparte de las camisetas kukuxumusu "SPQR" son detalles que bien se pueden obviar, por que si no... (Aunque no los cascos con anilla superior... esos que tanto aprecia Octa Sr. :-P)

Q. Fabius Uranicus Cantaber (14-12-2005)

Por supuesto que hay "detallitos" que hacen saltar las alarmas pero, en general, ha estado mejor de lo que yo esperaba.

La recreación de las calles de Roma es lo que más me ha gustado (se nota que han tirado de la planimetría de Pompeya con buen gusto y mejores resultados que en otras series y películas). Impresiona ver el Foro en tres dimensiones y es realmente novedoso contemplarlo con los templos "a todo color" tal como parece ser que era en la antigüedad. Los detalles de la vida cotidiana son ya un poco más discutibles. por ejemplo, a mi me da la impresión que la gente lleva la toga al estilo griego, bien ceñida y enrollada al cuerpo. También está el estereotipo de que Roma era una ciudad ruidosa y sucia: lo era, efectivamente, pero creo que los productores han gastado demasiado en maquillaje y mugre para ambientar. No se donde leí que la megalópolis de Nueva York no alanzó hasta 1975 un consumo de agua superior al de Roma en tiempos de Cesar (y eso con casi 10 veces más población). los interiores de las casas son interesantes, aunque la casa de Atia me parece demasiado espaciosa (yo le colocaría una docena de calumnas en el implubium, más que nada por seguridad). La casa del centurión Lucio Vorenus en Roma me parece muy espaciosa para ser un humilde cubil... casi es mas grande que mi propia domus.

Efectivamente, el doblaje llega a ser esperpéntico en el personaje de Catón, cosa que dan ganas de quitar el sonido cuando se advierte ademán de que vaya a abrir la boca. Es cierto, eché en falta algún que otro latinajo o expresiones típicas. El colmo fue cuando a los megaprotas en misión de salvamento del águila de oro (¿no eran de plata y eran el símbolo de la legión, no enseña personal del general?) les roban los caballos y solo se le ocurre gritarles "¡hijos de Plutón!": con lo castizo y romano que hubiera quedado un "¡hijos de puta!" clásico. En eso han pecado de pacatos, aunque no se si es cosa de los traductores hispanos o del original inglés.

De los temas sobre el armamento y la parte militar no opino, no es mi especialidad. Por cierto, ¿son creibles esos cascos de cuero que llevan algunos soldados o guardasespaldas de Pompeyo en algunas escenas? interesante también las primeras escenas de combate, con el ingenioso sistema de cambio de lineas a toque de silvato: rápido y eficaz.

Me pareció curioso la proliferación masiva de velas para iluminar los interiores. Tengo entendido que eran muy caras y que el aceite era el principal combustible para las luminarias. De la recreación de las ceremonias religiosas... mmmm... recordad la pantomima del sacerdote y sus acólitos dando vueltecitas en torno a Marco Antonio para investirle como "el" Tibuno.

Lo que si me alegro, y mucho, fue ver durante los créditos iniciales ver fugazmente una recreación de un calendario pintado en los muros de una casa. me pareció francamente bonito y revisaré la escena para verlo mejor y fijarme detalladamente en los dibujos alegóricos de los meses, sin duda sacados de algún mosaico. Yo diria que los calendario se colocaban en las plazas públicas o en los templos, no en los callejones donde poca gente va a consultarlos. En un momento dado de la serie aparece un sacerdote o algo así (por la capa con capulla que lleva, que casi parece un monge trapense de luto) que se dirige por las calles de madrugada para cambiar la fecha en el enorme calendario público. El sistema de la época era ese, insertar un clavo de bronce en el agujero correspondiente a la fecha del día para que todo el mundo lo supiese al primer vistazo. Lo qu noo me dió tiempo a ver era el diseño del extrañísimo calendario, ya que estaba llenos de pequeños nichos colocados de forma un tanto caótica sin orden aparente. También, despues de insertar la bola de bronce, aprieta unas teclas que... en fin, que me lo revisaré fotograma a fotograma para ver qué puñetas estanba manipulando el susodicho.

La trama es bastante imaginativa, pero tampoco hay que ponerse purista en exceso: demosles un poco de licencia literaria. (¿De verdad Cesar perdió su aguila de oro a manos de unos malvados y silenciosos hispanos pintados de azul "a la escocesa" capaces de atrabesar todo el campamento legionario magníficamente vigilado hasta entrar en el Pretorium sin que nadie se entere, salir tan tranquilos y tener tiempo aún para secuestrar a Octavio y ser derrotados por dos supermachotes romanos que habian aberiguado donde estaba el águila antes incluso de que ellos llegaran a su destino?)

Yo le daria un aprobado airoso.

A.Minicius Iordannes Pompeianus (14-12-2005)

Me parece que comparto las dos últimas opiniones que han salido por aquí sobre la serie. De todas formas hay algo que me ha llamado mucho la atención de los mensajes aquí enviados: nos hemos centrado en criticar la traducción y no otras cosas, como ha ocurrido en otras ocasiones (por ejemplo, en la miniserie de Julio César). Yo creo que sólo este hecho es bastante significativo.

Con respecto a la serie en sí, la verdad es que me parece una curiosa mezcolanza. Hay reconstrucciones interesantísimas (i. e. el calendario ya comentado aquí -por cierto, Uranicus, ¿no te suena el modelo empleado? ¿No se conservaba uno muy parecido?-; las calles de Roma, con el detalle de los letreros pintados...), que en ocasiones incluso requiere explicaciones para su completa comprensión que, por desgracia, no se dan (i. e. la importancia del estandarte para la legión, el taurobolio....).

Por cierto, hablando del taurobolio, la escena no me parece un anacronismo. El culto a Cibeles/Magna Mater se atestigua en Roma desde el siglo III a.C. y al menos desde el 191 a.C. tenía un templo en el Palatino. Eso sí, quien recibía el "baño" era uno de los sacerdotes, así que supongo que en la serie se podría interpretar que Attia era una sacerdotisa de Cibeles, lo cual tampoco sería improbable.

Bueno, como decía, en esta mezcolanza también hay licencias al imaginario colectivo, como es el caso del senado romano, que recuerda mucho al cuadro de C. Maccari, que coexisten con violentas transgresiones de este mismo imaginario (i. e. la famosa frase de César al cruzar el Rubicón -soy consciente de que posiblemente no la dijera, pero que quereis, yo la he echado de menos ;;))-).

Y, por último, hay flagrantes "delitos", como es la imagen de César. ¿Dónde está ese calvo lujurioso del que se mofaban los legionarios? Tampoco me gusta demasiado la familia de Augusto. Tengo la impresión de que han juntado a las dos Octavias (Maior y Minor) en una sola y, creo, eso ha generado algún que otro "pequeño" problema de guión, especialmente en el planteamiento del personaje de Attia.

G.Minicius Agrippa (14-12-2005)

Salve Pompeianus:
Comparto en general tus comentarios, sobre la familia de Octavio está claro que los guionistas han necesitado cubrir huecos oscuros de la historia académica para poder preparar la llegada de Octavio en el último capítulo. (Creo que en los siguientes alucinamos). La historia de libro no explica la razón por la que un adolescente alcanza la posición de heredero de César con éxito. Sus apoyos debían de partir de su familia directa y una personalidad de la familia muy especial.
Los guionistas han recurrido al taurobolio para apuntar la fortaleza de Attia. Que sin duda es un recurso de tres estrellas.

Por lo que yo sé durante la republica los cultos mistéricos de Cibeles estaban participados por el pueblo más que por los patricios, es a partir del siglo I d.C. cuando estos se empiezan a interesar por ello hasta llegar a su apoteosis del siglo III.

Decimus Fulvius Agricola (14-12-2005)

Yo, como Uranicus, también doy un aprobado alto a la serie, aunque el doblaje me haya decepcionado bastante. Las voces originales transmiten más vivacidad.

Uno de los puntos que más me ha atraído de la serie es que cómo refleja la naturalidad con que eran vistos tanto el sexo como la violencia, en una sociedad acostumbrada a bregar con situaciones difíciles.

A Uranicus le quería comentar que unos capítulos más adelante vuelve a salir el calendario que tanto le llamó la atención. Quizá esas secuencias le puedan dar más pistas del manejo que le dan los creadores de la serie.

Por cierto, Sceptius comentaba el casco con anillo de los legionarios. Los he visto en un fotograma de la serie y me llamaron mucho la atención. ¿Alguien podría decirme qué utilidad se supone que tenía esta anilla?


A. Minicius Iordannes Pompeianus (14-12-2005)

No es necesario buscar cosas demasiado raras. Octavio era nieto de la hermana de Julio César (o sea, César era tio-abuelo suyo y Attia era sobrina de César). No tengo muy claro el resto del arbol familiar, pero creo que sería el único familiar vivo que le quedaba, ¿no?

Efectivamente, el periodo más importante del culto a Cibeles fue a partir de Augusto, pero no hay que menospreciar su influencia en la República.

Ya he comentado en el mensaje anterior el templo que existía en el Palatino. Junto a ello, por Valerio Maximo se sabe que ya en una fecha tan temprana como el 101 a.C. un "ciudadano ilustre" se consagró sacertode de Cibeles.

La exacta difusión de su culto entre la clase alta durante la República no creo que lleguemos a conocerla nunca, pues no hay suficientes testimonios. Pero el caso es que hubo patricios que rindieron culto a Cibeles en ese momento. Por lo cual, presentar a Attia como sacerdotisa de ese culto no cae en un anacronismo (a menos que Cibeles no tuviera sacerdotisas, pero eso es algo que en este momento se me escapa). Y mostrar este hecho era mi intención inicial.

L.Minicius Sceptius (15-12-2005)

El tema de los grafitis a mí me encanta. Recuerdo que la primera vez que vi algo así en una película "de romanos" fue en el "Satiricon" de Fellini, y me sorprendió muchísimo. Fue la primera ocasión en que
sentí que los romanos no estaban muy lejos de nosotros... esto además tiene un desarrollo muy interesante en posteriores episodios...

Otra cosa que me llama la atención es que, últimamente, se ha puesto de moda hacer películas o series históricas con un alto grado de verosimilitud, realismo, aunque no por ello académicas, que sin embargo, pueden serlo en algunos momentos. Es un apunte más del interés de las personas por ver algo en plan "Ah, eso era así". Será producto de la educación tan mala que se tiene hoy día en las escuelas... ;-)

Cierto el tema de las batallas, es un recurso inteligente por parte de los productores. La trama no puede ser mejor, es la historia. :) aunque sigo diciendo que faltan los huevos de hacer algo así desde los tiempos de Sila y Mario... aunque bueno, siempre tendremos las pelis del infravalorado Steve Reeves... :-)

De las traducciones... es un eterno problema en este y otros países. Siempre se traduce tal cual le sople el viento al traductor de turno, aunque claro, para ser un buen traductor no solamente hay que ser un técnico; hay que tener alma de literato. Y lo digo por los que conozco, que son unos cuantos... :-)

Y las mujeres... ¡¡Si ya he visto toda la serie!! Me parece que en la HBO están dirigidos por un lobby femenino poderoso... Livia de "Los Soprano", las chicas de "Sexo en N.Y."... ¡¡Woman power!! :-D

En fin, en cualquier caso, esta serie es una buena noticia. Refleja un interés, folletinesco, como siempre (Ahora la literatura está de capa caída, y la tele, ¡¡qué gran medio!!) y además está bien que al menos lo hagan siguiendo la guía de los historiadores clásicos, con las licencias correspondientes.

Eso sí, nada nada nada es comparable con lo que Kubrick hizo en "Espartaco", donde además de lo que se ve, está lo que se lee entre líneas... y eso es muy poderoso... ¡¡Si le hubieran dejado hacer su Napoleón!!

Q. Fabius Uranicus (15-12-2005)

Este es un detalle menor, pero da idea del nivel de documentación de los responsables de la serie. No me dió tiempo a fijarme en el calendario de los créditos, pero debería ser prejuliano. Julio Cesar lo reformó en el 46 aC, así que como se aprecie que el octavo mes se llama Augustus, no aparezca Intercalaris o December tenga más de 29 días... lagarto, lagarto. Del otro, tarde unos segundos en comprender que era un calendario y me quedé tan estupefacto intentando descifrar qué estaba haciendo el personaje ese con la bola de bronce y para qué apretaba tal y cual botón que tampoco pude escrutar a fondo el resto del panel salvo ver que se trataba de fechas pintadas y coloreadas.

Tengo noticia de la existencia de restos de casi 50 calendarios históricos romanos, y ninguno está completo como para hacernos una idea global de como era el calendario de la época. Podemos extrapolar unos con otros, cosa que tiene sus riesgos pues ha habido muchos cambios, y atrevernos a dar una reconstrucción mas que apañada y veraz en un 90%. El problema es que de los 50 calendarios conocidos solo uno es de época anterior a la muerte de Cesar.... y está hecho añicos. Creo que están expuestos en los Museos Capitolinos, así que a lo mejor habeis tenido la oportunidad de verlos en directo y la habeis desaprobechado flagrantemente ;-P

La realidad nos dice que los calendario de entonces eran mas o menos como los muestra la serie (véase el ejemplo de los fasti Verulani, reconstruidos y expuestos en el muro de la catedral: http://www.prolocoveroli.it/iti1.html). Se sabe con certeza que uno de ellos estaba grabado en piedra en el Foro romano, aunque no se sabe nada de el, ni su tamaño ni la información que facilitaba aparte de la lista de los días y sus fastos. El resto estaria en plazas o lugares públicos (en piedra) o en el interior de los templos (pintados en frescos). La cosa es que a Cesar y sus sucesores les entro una fiebre tremenda de crear fiestas y nuevos festivales con juegos, así que cualquier calendario se quedaba trasnochado a los pocos años. Eso nos ha venido muy bien porque los viejos servian de piedras para contruir o se pintaba encima: eso al menos ha hecho que algunos nos llegaran con más o menos fortuna. En cambio no tenemos prueba ninguna de los cambios que se hicieron antes del 84 aC.

El modelo tiene que ser, por fuerza, el de los Fasti Antiates Maiorum (o Veteres), encontrado en Anzio en 1915 (http://www.elenalandi.it/restauro_virtuale.htm), típico calendario con letras rojas y negras de facil lectura pero poca información. Se supone que la gente conocía de sobra todas las implicaciones religiosas y ceremoniales de cada jornada, así que se emitian detalles obvios... para desgracia de las generaciones futuras.

Lo que me intriga, y no he podido dormir a gusto, es lo de la dichosa bola de bronce incrustada, que ya me gustaría saber de donde se han sacado ese modelo que no es real. ¡Ojo!, no es real prque no se ha encontrado nada parecido, pero eso no quita que no sea plausible. Se conocen pequeños calendarios "de pared", de los que tenemos todos en casa, en el que no se detallaban todos los meses sino que solo los días de un mes prototípico y se insertaba un pequeño calvo en la fecha. cada día alguien se encargaba de cambiar el clavo al siguiente lugar para que todo el mundo pudiera saber la fecha. Esto, llevado a gran escala, es lo que hace el encargado ese subiendose a la escalera y desafiando a la fortuna y a la ley de la gravedad.

Si yo fuera Pontifex Maximus montaría algo tal que así de lustroso.... con un hermosos reloj de sol al lado para completar el "pack": Tempus fugit.


Supongo que en futuros capítulos se abordará la faceta de Cesar de promulgador masivo de edictos y entre ellos a ver si se dice algo del nuevo calendario... aunque me temo que le darán más planos a los achuchones a Cleopatra. En realidad, fueron los achuchones de Cleo los que le inspiraron la reforma y que Roma se pasara al bando de las civilizaciones con un calendario solar.


[Jesus Quintana dixit]
Yo no note ninguna proliferacion de velas. A que escenas te refieres?. Si que recuerdo que en la taberna lo que tenian era lamparas de aceite y que en los altares de las calles habia velas si, como ofrendas supongo.

La escena de la taberna es una, pero también en las de interiores de prostíbulos, casas y templos. Apenas vi un mínimo puñado de lamparas de aceite. Por cierto, eran velas de parafina de la mejor calidad, no de amarillenta cera de apis melifera de las de toda la vida. Las velas eran caras de hacer si las comparamos con el poco esfuerzo de llenar una lamparilla con aceites. Eran útiles para los militares para marcar los cambios de guarda nocturnas: las velas de igual grosor se consumen a una velocidad equivalente y se vigila hasta que se consuman cierta longitud para dar la voz de cambio de vigilia. Entre los civiles esto era un lujo hasta el alto Imperio.