Los bárbaros que iban entrando en el imperio no pudieron menos de verse influidos por su entorno. Seguían manteniendo sus costumbres y orgullosos de ser como eran pero no eran los saqueadores descerebrados que muchas veces hacen ver los historiadores posteriores.
No quiero decir que no saquearan, sino que el daño que hicieron no fue, en muchas ocasiones, tan grande. No tenían motivos religiosos para quemar las cosas (bueno, los arrianos sí tenían esas tendencias) y en general intentaron ponerse en el lugar de los gobernantes, en vez de pasar todo a sangre y fuego.
Eran unos auxiliares militares que veían la posibilidad de alcanzar el gobierno y tenían su propio ejército, que les era fiel. Nada tan distinto, en principio, de tantos otros generales romanos de pura cepa. Muchas veces gobernaron nominalmente en las regiones "otorgadas" más por desinterés o incompetencia del gobierno central y por reconocimiento de la población del equilibrio de fuerzas que por el terror.
La historia de los godos en italia es ejemplar. Cuando Odoacro vio la posibilidad, de ser general se pasó a declarar rey independiente, y asesinó al emperador niño Romulo Augustulo. Fue un episodio violento, pero como suele decirse, la mayor parte de la población de italia "se enteró por las
noticias". Teodorico "el grande", que seguía siendo fiel a roma, "reconquistó" para el emperador de oriente la zona con ayuda de los latifundistas y la población de las ciudades (nada parecido a la historia de "Dieterico de Berna", que aun así es buena.). La campaña fue corta y efectiva. La soberanía del de oriente era poco más que nominal, ya que Teodorico obtuvo el gobierno total de la zona y desde oriente tampoco hicieron grandes esfuerzos de gobierno.
Los godos tuvieron un gobierno más bien "ilustrado", haciéndose con el beneplácito de la "intelligentsia" local (en un principio les apoyó hasta Boecio, que luego se tendría dimes y diretes con uno de ellos) y llevándose bien con los potentados que ya había en italia.
De hecho, los italianos preferían un gobierno de bárbaros cada vez más romanizados que el de unos griegos que se decían herederos del verdadero espíritu romano y les despreciaban por decadentes. Los consejeros de la corte eran latinos de pura cepa y en general los godos no fueron más que una etnia de militares propietarios de tierras.
Teodorico murió dejando en el gobierno a su hija Amalasuintha. Esta pareció ser una chica muy culta, además de guapa. Al menos todos los romanos de la época se hacían de cruces con la de idiomas que sabía, lo bien que escribía y lo simpática que era (de una mujer no se esperaban nada, y además era la reina, con lo que algo la lisonjearían. Pero lo de dominar seis idiomas es un dato). Lo malo es que los godos eran más machistas que los romanos, con lo que ella tuvo que casarse una y otra vez e intentar tener al marido de turno engatusado y dominado para poder gobernar.
Eso duró hasta que uno se casó con ella a punta de espada, la encerró en una torre y la mató. Creo que fue este el que dijo que ya bastaba de tanto
teatro y que se declaraba rey independiente de Constantinopla.
Lo malo es que el emperador de oriente en ese momento era Justiniano, un tipo del que todos hemos oído hablar. Muy inteligente y con una voluntad de acero, llegó al poder con la idea fija de reconquistar el imperio de occidente. Para ello contaba con un ejército fuerte y unos generales muy capaces, sobre todo el incomparable Belisario.
La campaña militar le salió cara, porque tenía que pagar y engatusar al imperio persa para poder llevar a las guarniciones a italia sin que le atacara (y aún así lo hizo). Fue una campaña larga, pues tenía en contra no sólo a los godos (que a todo esto ya tenían un estado decente que pudo hacerle frente durante bastante tiempo, no como Odoacro) sino también a las ciudades italianas, que fueron en su mayoría sitiadas y saqueadas.
Los godos, en un último intento de supervivencia, eligieron como rey a un tal Totila, que era un oficial de prestigio. No era un gran general, sino más bien un típico oficial de caballería (y si, caballeresco). Este intentó vencer a los bizantinos en una última gran batalla, que lo fue (lo que no fue es una victoria). Delante no tenía a Belisario, que ya había caído en desgracia por tener demasiado éxito, sino a Narses. Este era un eunuco sesentón que con una defensa a ultranza en una posición ventajosa derrotó por primera vez a un ejército de caballería (sin picas, pero con formaciones de infantería protegiendo
a muchísimos arqueros en una loma).
El resto de la historia es conocido: El imperio bizantino postjustiniano no tenía recursos para llevar las tierras reconquistadas de occidente, que tras una larga guerra no podían sostener a un gobierno fuerte como había sido el godo. Y la siguiente ola de invasión bárbara (los longobardos) tuvo un trabajo fácil.
Marcus Salix Saverius
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